Capitulo 32

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Capítulo 32: Narra Jane.

-¡Cállate niñita!- decía la mujer nerviosa.
-¡¡Si!! ¡Oiga todo el mundo! ¡La subdirectora es una perra que le chupa el...-sentí una bofetada en la cara- No hiciste eso, desgraciada.
-Ahora mismo te vas a la oficina...
-¿Del director?- le pregunté sosteniendo mi mejilla.
-No. Vas a mi oficina ya mismo- se retiró. Mátala lenta y dolorosamente, hazla brocheta para gato; decía mi sicópata interna. Yo caminé tras de ella hasta su oficina, justo al lado de la de Harry. Ginger era la secretaria de la perra y Sasha la de Harry.
-Hola, Sashis ¿Qué almorzaremos hoy?- me senté frente a ella.
-Hoy te dejaré elegir a tí- dijo sonriente. Al parecer yo le agradaba a Sasha, y ella a mí.
-Pescado y patatas.
-Pescado y patatas será- hizo un gesto.
-¿Hay alguien con Harry dentro?- susurré.
-La subdirectora Caryol quiere que pases- dijo Ginger, Sasha asintió. ¡Maldición! Alguna otra zorra estaba con él, voy a volverme loca...más loca. Me levanté y entré a la oficina de aquella mujer. Estaba llena de espejos ¿Por qué no me sorprendía?
-Sientate- me ordenó. Yo me senté y puse mis pies sobre su escritorio.
-Habla, bitch- crucé mis brazos.
-Respétame- rodó sus ojos.
-¿Vas a hablar o te dejo para que te pongas feliz con tu consolador?
-Tú no puedes hablar nada de lo que pasó con el director- se levantó.
-Si puedo ¿Por qué no?
-¡Por que yo te lo ordeno!- dijo desesperada, yo lancé una carcajada.
-Dígame. Solo lo ve y se corre ¿Cierto?
-¡Mira niñita! ¡No sabes con quien te estás metiendo, así que más te vale que no intentes nada porque no tienes idea de el poder que tengo yo aquí en Mánchester!- dio un golpe en el escritorio y me amenazó con su mirada. Yo solté una risita desprecoupada, esta maldita vieja me estaba retando.
-Tú tal vez en esta universidad, pero ¿Sabes quien tiene más poder que tú? Harry Lí-Se-Llers- dije sílaba por sílaba.
-Mi a-man-te- dijo orgullosa.
-¿Quieres probar cuanto puede durar eso?- alcé una ceja.
-Eres una niñita, no tendrías influencia en él- entrecerró sus ojos. Era obvio que esta mujer no sabía lo que Harry y yo teníamos, pero seguro sabe que tiene más amantes.
-¿Apostamos?
-¿Qué quieres?
-Si yo hago que Harry te deje, tú renuncias.
-¿Y si él no me deja?- se miraba muy segura. Seguro esta mujer llevaba mucho tiempo con él.
-Pídeme lo que quieras.
-Si en dos semanas no haces que Harry me deje, te vas de Mánchester y aceptas pasar un año en el internado de Irlanda- alzó una ceja.
-Hecho- extendí mi mano. ¡Jane, que estás haciendo! ¡Este hombre es un mujeriego de primera! No dejará a esta vieja que está segura por una niñita de un rato, decía mi temor. Pero mi sicópata interna bufaba pensando que sería pan comido. Una vez más le hice caso a ella.
-Lárgate- demandó.
-No estaré muy lejos, de hecho...en la oficina de al lado- le guiñé un ojo. Me levanté y em senté con Sasha.
-¿De tomar?- dijo sarcástica.
-Vodka. Dile al director que ya estoy aquí- ella tomó el teléfono y comunicó con Harry.
-Dice que lo esperes cinco minutos- siguió tecleando.
-Sasha ¿Tienes novio?
-No- rió- Mi trabajo no me deja tiempo.
-¿Cómo te gustan los hombres?
-No lo sé, nunca lo he pensado.
-¿De qué tamaño lo demandas?- ella hizo un gesto de pánico. La puerta de Harry se abrió y de ella salió una pelirroja de casi tres metros sonriendo sonrrojada.
-Puedes pasar- dijo Sasha. Yo me levanté y entré, Harry estaba sentado tecleando.
-Buenos días...-dijo serio.
-¿Sigue enojado conmigo por lo de anoche?- tiré mi bolso en el suelo y me senté en su escritorio.
-Estás castigada- susurró sin dejar de ver la pantalla.
-¿Cómo?- lo miré perpleja.
-No podrás ir a Londres este fin de semana.
-¡¡Que!! ¡Debo ver a mi mamá!
-Edward se encargará de eso. Ahora ven- se apartó un poco del escritorio y doblo sus manos llamándome. Yo me levanté, caminé alrededor del escritorio y él me tomó de la cintura sentándome en sus muslos.
-Estamos en la universidad- me arrecosté en su hombro.
-¿Prefieres irte a clases?- escuché su voz a travez de su pecho. Negué con la cabeza- ¿Quieres quedarte conmigo?- Asentí. Uyuyuy, aquí rodará tu cabeza Caryol.
-¿Quién era esa tipa?- miré sobre mis pestañas y miré su mentón.
-Una profesora de Física Cuántica ¿Celosa?- sijo burlón, yo empuñé mis ojos- Pensé que nuestro trato había terminado.
-Así es, no seré su amante- con mi dedo rozaba la porción de piel que se asomaba del cuello de su camisa.
-¿Y qué quieres ser?- ¡Madre del faje universal! ¿Era una pregunta o una propuesta?
-¿Qué quiere que sea?
-Tienes siete años menos que yo.
-Shakira tiene diez años más que su novio y tienen un hijo- desabroché el primero botón de su camisa.
-Eres tan rara. Maldiciendome un segundo, golpeándome al otro y desnudándome al final- presionó mi mano antes que desabrochara el otro botón. Bajó la mirada al mismo tiempo que yo la alcé y nos quedamos viendo fijamente. ¡Por Dios! ¿Qué es esto? ¡Baja la mirada! ordenaba mi sicópata, le obedecí. Harry tomó el teléfono- Sasha justifica la ausencia de Jane las primeras dos horas de clases- colgó y me miró.
-¿Me pondrá a ordernar archivos?- bromeé.
-¡Que buena idea!- me levantó- Abre aquella archivadora y saca la carpeta H312 y me dictaras una carta que debo enviar.
-¿Está bromeando? ¡Ese es el trabajo de Sasha!
-Voy por café- se levantó sonriendo y salió. Yo me puse a revisar las gavetas de su escritorio cuando...¿Qué putas es esto? Más condones...¿Y ordenados por nombres? 'Yami' 'Jessie' 'Lumy' 'Sharlin' 'Caryol' 'Montserrath' 'Nazly' 'Daniela' 'Marisol' 'Esperanza' 'Angiel' 'Lydia' 'Cami' ¿Qué carajos? ¡Tenía condones especiales para cada una! Maldito bastardo. Me levanté y saqué el encendedor que traía en mi bolso. Le prendí fuego a cada gaveta de la archivadora de Harry para despues cerrarla. Me senté y Harry entró.
-Toma- me acercó una taza.
-¿No trae metanfetamina?- inmediatamente vino a mí el recuerdo de aquél accidente con Edward y la metanfetamina.
-Espero que no- miró hacia la archivadora- ¿Acaso está saliendo humo de ahí?- se acercó.
-¿De dondé?- me hice la desentendida. Harry abrió la archivadora y el humo comenzó a salir. Con pánico tomó el extingidor y cesó el fuego- ¡Por Dios! ¡Los cheques de los profesores!- ¡Ups!- ¿Tú hiciste esto?- tomé un sorbo del café. Harry presionaba su cabello.
-Bonitos condones ordenados por horario de amante- rodé mis ojos.
-¡¿Por eso lo hiciste?!- me sacudió de hombros.
-¡Eran cheques, puedes volver a hacerlos!- me encongí de hombros.
-¿Sabes cuantos días de trabajo perdí por firmar esos cheques?
-¿Poquitos?- reí.
-Lárgate a clases- abrió la puerta.
-¿A mi me reservará una archivadora completa?- bromeé.
-¡Vete!- dijo furioso.
-Ya me voy, ya me voy- salí- ¡Ah por cierto! Mire la parte de atrás del cabello de la subirectora, aconséjele un nuevo corte- Me fui. ¿A clases? ¡Neeh!
Caminé hasta llegar atrás de la universidad. Vaya vaya, nunca me equivoco, chicos fumando marihuana e inyectandose.
-Hola- arrebaté el cigarrillo de uno.
-¿Una chica?- dijo extrañado.
-No. Un travesti- absorví- ¿No deberían estar en clases?
-¿Vienes a delatarnos?
-Vengo a hacerles una propuesta...
________Hora de Salida (Jane no fue a ninguna clase)__________
-¿Dónde estuviste?- preguntó Danielle.
-Con Harry ¿Dónde está Edward?- Danielle lanzó una mirada asesina hacia detrás de mí. ¡Puta santa! ¿Eleanor y Edward de la mano? Se acercaron.
-Hola, Jane- Me saludó Eleanor con doble beso.
-Hola, Eleanor ¿Cómo están? Muy bien por lo que veo.
-Así es- sonrió Edward- Hola, Danielle- la miró serio, ambiente tenso.
-Hola- dijo seca.
-Eleanor prometió acompañarme a Londres para ir a ver a mamá- dijo contento. Dani me tomó de la mano y me la apretaba con fuerza.
-Que bien- sonreí falsamente- ¿Tus padres te dejan?
-Eleanor tiene 20 años- dijo Ed orgulloso.
-Pues...bendita seas- murmuré. Harry y Caryol venían riendo por el pasillo. Se notaba que ambos la pasaban bien, con razón esta perra se sentía tan confiada, esta vez fui yo la que presioné la mano de Danielle.
-¡Ay ay!- me soltó.
-Al auto- ordenó Harry al llegar a nosotros.
-Buenas tardes, muchachos- se despidió Caryol.
-¡Jane! ¡Buena fiesta anoche!- llegó Adam despeinándome- Ups- dijo al ver a Harry serio- Hola, señor- Harry no le contestó.
Leon se fue con Eleanor. Sasha con nosotros en el auto. Una vez que llegamos Sasha preparó la comida, Danielle rpeparaba su maleta para ir a Londres a ver a mi tía Perrie y Ed para ver a mamá, yo estaba castigada. Almorzamos, Harry fue a dejar a Danielle y a Edward a la estación del tren. Yo quedé sola en la casa, encerrada por cierto, Sasha se fue. Estaba en la cocina buscando un laxante para Caryol cuando la puerta se abrió.
-Holaaa- escuché de la sala- Harry ¿Ya se fueron a Londres los demonios?- conocía esa voz; Liz. Sorpendí a Liz detrás de ella con la mirada más tétrica que tenía, ella dio un salto.
-Hola, Líz. Una demonia sigue aquí- susurré.
-Jane- dijo sin aliento.
-Cuanto tiempo sin verte...Toma asiento...estas en tu....casa- sonreí siniestra.
-¿Dónde está Harry?- tragó. Olía su miedo.
-Se fue a dejar a mi hermano y mi prima- desaparecí silenciosamente. Estaba en mi habitación pensando que podía hacerle a Liz, pero su miedo de que le hiciera algo era más satisfactoria, ya hallaría como vengarme de haber matado a mi difunto padre. De la anda volvi a aparecer detrás de ella en el sofá, ella dio un brinco.
-¡Jane!- dijo exaltada.
-Estás muy nerviosa- dije macabra.
-Será mejor que me vaya- se levantó y tomó su bolso. Harry entró.
-¿Liz?- me miró para ver si traía algun tipo de hacha, cuchillo o una sierra eléctrica tipo películo de terror.
-Harry, sólo venía a ver como estaba ¿Por qué Jane está aquí?- se acercó a él. Noté que se puso nervioso.
-J-j-jane está castigada. Lo mejor es que no estés aquí- le advirtió.
-Ya lo sé, adiós- se fue rápidamente. Yo lancé una carcajada.
-¡Esa mujer tiembla al verme!- me lancé al sofá.
-No es la única- Harry se inclinó hacia mi.
-Eso lo sé- me levanté- Lo espero en mi habitación, ahora si quiero faje- dije sin asco.
-Yo no- se sentó en el sofá y encendió el televisor- Traeme agua y una aspirina, debo firmar muchos cheques.
-------------------------Danielle y Edward----------------------Escuchen last first kiss :)))
-No entiendo porqué tuvimos que estar en asientos iguales- dijo Danielle entre dientes.
-Yo tampoco quería estar contigo, no te creas- Iban en puerta privada. Ambos se miraban de reojo cuando sus miradas chocaron.
-Edward-Danielle- dijeron al mismo tiempo. Danielle se lanzó sobre Edward y comenzó a besarlo apasionadamente. Edward la presionaba contra símismo sobre el asiento.
-No puedes ser de Eleanor- mordió su labio.
-¿Por qué te gusta Liam?- preguntó él con decepción.
-Liam me gusta...pero a tí te amo- siguió besándolo- Hazme tuya, Edward. Hazlo y prométeme nunca volver a ver a Eleanor.
-Eleanor es mi amiga y me gusta...pero a tí te amo- quitó su camisa y la de Danielle. 
-Te deseo Danielle y te necesito...desde que naciste...has sido la mujer de mi vida- se acariciaban desesperadamente.
----------------Harry y Jane besándose apasionadamente-------------------
-Jane-susurraba Harry en sus labios.
-Cállese, cállese y ámeme esta noche- lo besaba perdida en el sofá. 
La chimenea prendida, las luces ténues y el frío que entraba por las ventanas abiertas hacían que me apegara al cuerpo de Harry desesperadamente. 
-Te enseñaré...a hacer el amor, Jane- me miró a los ojos, estos estaban llenos de deseo y pasión, mi corazón se aceleraba. Me tomó de los brazos y me subió a su habitación. Nos sentamos en su cama uno frente al otro, las luces permanecían tenues y el silencio inundaba la habitación. Sólo se escuchaban nuestras respiraciones, Harry acarció el borde de mi barbilla con suavidad, su toque era tan suave que hizo estremecerme, bajó por mi cuello hasta llegar al borde de mi camisa, la corrió por mi torso y la desapareció del mapa, me miraba lleno de deseo.
-No seas tímida- sonrió juguetón. Yo sonreí y me lancé sobre él para besarlo y acariciar su hermoso cabello rizado. Harry rozaba sus manos por mi cintura, yo quité su camisa y sentí su tors descuebierto y definido. Harry me recostó en la cama y besó mi cuello, era la gloria. Desprendió el botón de mi pantalón y lo deslizó por mis piernas, no me percaté cuando él ya no tenía puesto sus pantalones. Acariciar su espalda era lo más delicioso que había sentido en mi vida. Sentir su cuerpo tan extenso y fuerte sobre el mío protegiéndome era increíble, no recordaba el nombre de nadie más que no fuera el de Harry en ese momento. Nisiquiera recordaba el mío. Harry acariciaba mies piernas mientras se acomodaba entre ellas. Bajó de mi cuello hasta mis pechos mojando mis pezones con su saliva, solté un gemido de placer que no pude controlar, yo me sostenía de sus hombros. Bajó por mi cintura en mi abdomen para pasar por mis piernas y llegar a la punta de mi pie. Miró con una sonrisa divertida el diseño de mis uñas, decía 'Fuck U' 
-Se lo ví a Lindsay Lohan- susurré.
-Lindo- se metió mi dedo gordo en su boca y lo succionaba rítmicamente, esto provocó una corriente directa desde mi pie hasta mi columna. ¡Por Dios! ¿Cómo hace eso? Dio pequeños besos en la planta de mi pie lo que me provocó cosquillas.
-¿Cómo sabe dónde son las zonas sensibles?- pregunté ignorantemente. Con tantas amantes ha de conoces más a las mujeres que a la universidad de Mánchester.
-No es lo que piensas- ¿Qué? ¿Sabe lo que pienso? Eres un maldito puto...No contestó eso, no lee mi mente, suspiré- Cada mujer es diferente...Estoy recorriendo tu cuerpo para explorarlo- lleno de besos un camino de mis piernas a mi boca.
-¿Puedo explorar yo?
-Adelante- sonrió y se acostó en la cama. Verlo era refrescarse los ojos, recorrí con mi vista cada centímetro de su cuerpo, cuando me di cuenta que ese boxer que traia puesto estorbaba el panorama. Temerosa tomé el elastico, Harry por instinto levantó su pelvis para dejarme sacar aquella pieza, yo lo hice temblando. ¡Oh por Dios! Lancé una carcajada enorme e indiscreta.
-¿De qué te ríes?- dijo serio. Seguro pensó que me burlaba. Claro, todos los hombres son muy orgullosos con su purro.
-Me acordé de algo- me senté en su abdomen y acaricié su perfecto pecho abultado. Coloqué varios besos alrededor de él.
-¿De qué te acordaste?- me miró curioso.
-¿Cómo?- dije desentendida.
-¿Por qué te reíste?- me tomó de la cintura.
-Edward y su...afán de molestarme- frunció el ceño, yo rodé mis ojos- La amatralladora- dije entre dientes. Harry lanzó una carcajada amplia, yo me derretí al ver su expresión tan liberada. Este hombre era un niño, uno curioso y hermoso...Ya te escuché, dijo mi sicópata interna disgustada.
-No pienses en nadie en este momento- acarició mi mejilla- Sólo somos tú y yo...- me miró cálido- Explora-
Besé el borde de sus labios ligeramente y me senté a la par de su cuerpo. Recorrí sus cabello perdiendome en sus rulos mientras los enrredaba en mis dedos, él cerraba los ojos y tenía una expresión muy relajada, parecía disfrutarlo. Luego bajé a su frente y le planté un beso suave, a su nariz, sus mejillas, sus ojos, su boca, su barbilla, y cada centímetro de su cuerpo hasta que ¡Kaboom! ¡La ametralladora quiere disparar! ¡Olvida eso, Jane! me convencía a mí misma. Tuve una idea loca, me acerqué y sin pensarlo metí en mi boca la Harryconda. Harry dio un salto y abrió sus ojos asustado. Comencé a susccionar, no sabía tan mal...Aquello se sentía suro pero con una capa suave por fuera, estaba bastante regular pero el extremo era bastante liso y resbaladizo de donde surgía aquel líquido poco espeso y salado.
-¡Jane! ¡Wow!- decía Harry jadeando entre dientes. Apenas mi boca cubría la mitad de aquella zona. Comencé a meterlo y sacarlo de mi boca agregando presión- Jane, vas a hacer que me corra, deja de hacerlo- Presioné más fuerte y lo hecía más rápido- ¡Jane! ¡Basta!- Sonaba más a un sigue pero basta. Harry me tomó d ela cintura con fuerza y me acostó en la cama toscamente. Miré deseo intenso en su mirada, tomó entre sus manos casa tirante de mis bragas y las separó hasta romperlas. ¡Alarma! ¡Alarma! ¡Estás desnuda!
-¡¡Alto!! 
_________Faje desmesurado Ed y Danielle_________
-Edward....antes de esto hay algo que tengo que decirte- tenía miedo en su mirada.
-¿Qué pasa Dani? ¿No quieres, hermosa?- Acaribiaba sus hombros- Dime y me detengo.
-No es eso...Edward...¿Cúantas...bueno...¿Ya habías...
-¿Tenido relaciones?- Negó con la cabeza.
-¿Soy la primera?- dijo con los ojos abiertos, él asintió extrañado, ella lo miraba con dolor.
-Me he guardado para ti todo este tiempo, Danielle. Eres la única que se adueñe de mi cuerpo- besó su frente.
-Edward...yo no soy virgen- presionó sus ojos.
___________Ametralladora descargando___________
-¿Qué pasa?- dijo con paciencia.
-Me siento...rara- dije tapando mi cara.
-Jane. Claire. Styles....-se recostó a la par mía- Te mostraré algo- Tomó un control remoto y presionó un botón...El techo ¿Se abría? Miré sorprendida como el cielo se abría ante mis ojos, aquel oscuro cielo estrellado con una enorme luna.
-¿Cómo hiciste eso?- lo miré, él me sonrió.
-Toma, juega un rato- me dio el control. Presioné un botón y se apagaron las luces de la habitación y se prendieron pequeñas estrellitas fluorescentes en las paredes. Jadeé impresionada- Ya, dame eso- me lo arrebató. Me quedé viendo hacia arriba junto con él- Ven- me tomó bajo su brazos- Mira todas las estrellas...A veces hay pocas, a veces muchas...depende de qué tan nublado esté...-suspiró-...Cuando hay muchas uno se emociona y no se decide por ver una sola, sino todas, porque todas hacen el paisaje que nos gusta...Cuando hay pocas, siempre te concentras en las más brillantes, pero no dejas de verlas todas al mismo tiempo- me miró pensativo.
-¿Por qué me dice esto?- volvió a mirar hacia arriba al igual que yo.
-Pero no importa cuantas estrellas hayan en el cielo. Un paisaje nunca va a estar completo sin ella- señaló la luna.
-La luna- dije como una tonta.
-Sí- me dio un beso en el cabello- Pueden haber muchas estrellas o pocas, no importará si hay una luna. Pues la luna siempre llamará tu atención más que cualquier estrella o estrellas- No entendía ¿Dónde llegaba con todo esto?- Jane...Las estrellas son millones de veces más grandes que la luna, tienen mucha más edad que la luna- Ahhh- pero están más lejos que la luna. Esta puede ser pequeña y sin luz propia contrario a las estrellas...Pero la tierra necesita más a la luna....que a cualquier otra estrella- ¡Por Dios! ¿Me está comparando con la luna y nisiquiera me parece cursi? ¿Sus amantes son las estrellas?- La luna puede controlar las mareas, y ninguna otra estrella puede hacerlo. A veces miramos las estrellas cuando no hay luna porque no nos queda más remedio, pero cuando esta aparece, opaca cualquier estrella lejana. Cuando ves una estrella te preguntas como será, pero cuando ves la luna...Deseas llegar a ella- susurró en mi oído erizándome la piel- Claire de Lune- susurró y dio un beso en mi oído ¡Por santa madre San Abi faje segunda! Claro de Luna ¿Cómo es que mi nombre calzó con la canción de Debussy al mismo tiempo que me compara con la luna? ¡No, Jane! ¡Este ha de ser un típico cuento! Eres experta en decirlos ¡No vas a creertelo¿verdad?! Me hincaba mi sicópata.
-¿Esto le muestra y le dice a todas sus amantes?- lo miré.
-Eres la primera en presenciar todo esto. Liz no me deja traer mujeres a la casa, menos a mi habitación. Puse esto para cuando necesitara pensar...Desde hace cinco años hago esto, y todo lo que te acabo de decir...es lo que pienso cada noche- me miró con una mirada muy clara y sincera- Quiero ser tu último primer beso. No necesito tu cuerpo, Jane. Lo deseo, pero no lo necesito para quererte- ¿Quererme? ¿Qué? ¡No no no! ¡Stooooooooooooop!
-¿Quererme?- me senté.
-Jane...Querer matar a mi hermana, quemar mis archivos, emborracharte, quemar discos...Eres todo un acetijo...Y quiero decifrarte- mordió su labio inferior. ¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡Tiroteo! ¡Tiroteo! Gritaban mis hormonas, mi cerebro, mi sicópata, incluso el ángel de mi hombro andaba pervertido, primera vez que todos se ponen deacuerdo. Sonreí.
-Dicen que la posición favorita de los hombres es tener a las mujeres encima- me senté en su abdomen.
-No te imagino en google buscando los secretos de los hombres- me haló de la espalda y comenzó a besarme delicadamente mientras presionaba sus manos en mi trasero- Pero esto te gustará más a tí- me rodó bajo él- ¿Segura?- me miró esperanzada. Yo asentí. Él me tomó de la barbilla y nos miramos a los ojos cuando sentí una presión en mi entrepierna, como si me rompieran la piel. Hice un gesto de dolor sin cerrar los ojos mientras él dio una media sonrisa enternecido. Yo presioné mis uñas contra su cintura. Sentí un poco de ardor dentro de mí, al mismo tiempo que calor y presión- ¿Estás bien?- puso su frente contra la mía.
-Si- suavicé mis dedos, miré sus ojos cerrados y solté el aire de mis pulmones. No se movía hasta unos segundos despues que apartó su pelvis saliendo de mí.
-Lo haremos de nuevo- abrió sus ojos a centímetros de los míos, su voz era tan paciente, tranqulizadora y suave- Si te sientes incómoda me avisas, cualquier cosa, lo que sea- dijo seguro. Yo asentí, cuando sentí esa presión de nuevo en mí, dolía menos pero ardía más, la presión era igual pero ya no sentía que se me rompiera nada. Volví a presionar mis uñas e inhalar con fuerza- ¿Estás bien?- volvió a preguntar, yo asentí, sentí más dentro de mí ¡Por Dios! ¡Nisiquiera era toda!- ¿Y ahora?- entró más ¡Auch eso si me dolía!
-Un poco, duele- decía con mi respiración agitada.
-¿Seguimos?-cerró sus ojos.
-Sí- susurré. Él salió de mí, sabía que nisiquiera había entrado completamente. Enserio me daba conmoción la paciencia de este hombre tan experimentado y seguramente duro al fajar conmigo. Sentí que volvió a entrar en mí, esta vez no dolió nada, ardía menos y la presión que producía me...gustó. Mis músculos se relajaron y sentí sus sonrisa. Me senti segura en sus brazos, su cuerpo, sí, bajo su cuerpo, bajo las estrellas, pero...más bajo la luna. Sentí que salió de nuevo y volvió a entrar vacias veces, no por completo pero si suave y rítmicamente. Pronto el ardor desapareció y la presión me gustaba cada vez más, dolía un poco...pero dolía rico. Luego sentí que si entraba cada vez más, producía dolor cada vez que se adentraba más pero poco a poco mi cuerpo se iba adaptando al suyo. Iba cada vez más rápido, y cada vez sentía más placer, gemía sin control, no pueod negar que solté uno que otro grito de placer, lo que hacía que Harry sonriera satisfecho.
-Amo producir placer en tí- susurró en mis labios y me besó suavemente.
-¡Ah! ¡Harry!- gemía en cada vaivén.
-¿Te gusta?- dijo en un tono más alto.
-¡Si!- dij en un grito ahogado.
-Eres tan hermosa, Jane- besó mi cuello sin detenerse.
-Harry...yo...-¡Alto! ¡¡¡No se puso condón!!!- ¡Harry!
_________Dani y Edward____________
-¡Que! D-D-Danielle- se sentó.
-Edward ¡No!- lo abrazó temerosa.
-¿Cómo fue qué...-dijo Edward confundido y destrozado.
-No me rechaces, por favor no me alejes de tí, por favor- se aferraba al torso desnudo de Edward.
-¡Danielle! ¿Cómo fue que...? ¡Danielle!- decía nervioso- ¡Me he guardado para tí durante casi 18 años y tú...no me entregaste lo más preciado que tien...tenías- sus ojos se aguaron.
-Perdóname, enserio, perdóname- decía llorando.
-Dime- bajó su mirada-...Dime ¿Con quién?- empuñó sus ojos, Danielle suspiró.
-Con Liam...

MALA JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora