Capitulo 39

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Capítulo 39:

Su rostro se torno oscuro y serio, como si le hubiesen mencionado a su santa madre muerta retorciéndose en los infiernos. Presionó su mandíbula y se apartó de mí, sus ojos se empezaron a ¿Aguar? ¿Tanto le perturbaba su nombre? ¿En qué mierdas estaba pensando al mencionárselo?
-Ella sólo fue una novia ¿Qué me quieres decir?- evadió mi mirada.
-Ella no fue sólo una novia...Lo sé todo, así que responda...- demandé, él alzó la mirada.
-Alístate, voy a llevarte a clases, y cuando regreses prepartae porque limpiarás todo esto- subió las escaleras. ¡Que mierda! ¡Como odiaba que ese recuerdo lo perturbara tanto! Si algo aqui lo va a perturbar seré yo. Sentí como una corriente de odio recorrió todo mi cuerpo ¡La odiaba! ¡Odiaba a esa tal Putet o como se llamara! ¿Quién se creía para hacer sentir mal a mi Harry? Si de verdad lo amara hubiera salido de ese internado como fuese posible a buscar a la persona que quiero...Hazle una visita, sugirió mi sicópata interna ¿Y por qué no? Quiero conocer a esa maldita, además está en mi territorio y no sabe lo que le espera. Subí las escaleras, me alisté y salí con Harry en el auto hacia Mánchester.
-Y...¿Me va a contar lo del tal gas mostaza?- acomodé mi cabello.
-¿Quién te contó sobre eso?- sonó el claxon.
-Louis, me llamó para saber como estaba- comencé a morder mis uñas.
-Unos chicos lanzaron un gas mostaza en la cafetería a la hora del almuerzo, muchos tuvieron una reacción alérgica. A Berlín le cayó casi en la cara, anda muy mal- ¡No me digas!
-Pobrecita- hice un puchero. 
Comenzo un silencio incómodo de siete minutos y contando.
-No veo a Paulette en tí- dijo con voz ronca ¿Qué? ¿Así de la nada? Lo miré.
-Tengo los mismo siete años menos con usted que ella...
-Lo sé. Pero...-suspiró-...Todas mis amantes son para dejar de pensar en Paulette, ninguna lo logra, pero contigo....-sacudió su cabeza-...cuando te vi dormida en la estación de policía, cuando te vi en mi habitación desnuda, tu presencia...es como...Jane, Jane y nada más que Jane. Y ahora cuando estoy con otras queriendo olvidar a Paulette es como...que ella se evaporara y en quien pienso cuando las toco a todas es en....Jane.
-No entiendo- Si entiendo pero quiero que me lo explique mejor. Él suspiró.
-Jane, sé lo que eres, y decirte esto te da un poder sobre mí que no quiero que tengas.
-Pero que de todos modos tengo- mordí mi labio.
-Sólo responderé tu pregunta...No. No pienso en Paulette cuando te toco o te veo. Cuando estoy contigo no hay otro nombre en mi cabeza que no sea Jane- me sonrió- ¿Tú piensas en Liam cuando estás conmigo?- me miró, yo bufé.
-No pienso en Liam ni cuando estoy con él- ambos reímos.
-Hoy viene tu hermano y tu amiga...- asentí. Llegamos a la universidad; Harry se fue a su oficina y yo a buscar a mis inútiles, fácil, los encontré morboseando en el baño de mujeres.
-¿No se revisaron bien esta mañana o se les desapareció el purro?- dije lavándome las manos frente al espejo.
-Hola, Jane- me saludó Adam.
-¿Qué pasa? ¿Quién vino ayer?- Leon me hizo una seña para que no hablara. La puerta de una caseta se abrió.
-Miren nada más que trajo la marea roja; Jane Styles-se acercó a mí Anto.
-Leon, llama a los estudiantes de veterinaria, se les escapó una perra- me crucé de brazos.
-Yo no soy la que se les resbala a los hombres en las fiestas- rizó su cabello con su dedo. La puerta se abrió.
-Anto- era Syd, me miró y sonrió.
-¡Te dije que me esperaras!- salió Anto empujándolo.
-Con una novia así para que mascota- bromeó Kean.
-Tú estás ardido porque no tienes- rió Leon.
-¿Y por qué? ¿Nadie te hace caso?- pregunté.
-Kean está loco por la prosti de Ginny.
-¿Ginny? ¿La amiga de Berlín?
-Así es...la pobre tiene un disque secreto que todos ya sabemos- dijo Leon.
-¿Qué secreto? ¡Hablen ya, hijos de cualquier polvo!
-Ginny se prostituye- susurró Leon.
-¡Eso no es cierto!- reclamó Kean.
-¡Claro que si!- respondió Adam- Sus padres creen que le dieron un beca completa, cuando la realidad de las cosas es que paga la mitad de sus estudios con su trabajo nocturno- ¡¡Notición!!
-No me digan- di una carcajada. Sonó el timbre, salimos del baño de mujeres. Me fui con Leon a la primera clase ¡Iba a ver a mi hermano, por fin!
-Oye Jane, me preguntaba si...bueno, mañana es 14 de febrero- me tomó la mano- ¿Quieres salir conmigo?
-Y con Kean, Adam, Edward y Danielle ¡Claro!- entré al salón soltando su mano. Lo primero que busqué al entrar fue el rostro de mi gemelo. Cuando Edward me vio su cara se amplió tanto como la mía.
-¡Jane!- sonrió.
-¡¡Ed!!- me lancé a sus brazos. Me senté a la par suya y recibí la clase más dormida que despierta. Pasó el día de lo más aburrida, miré a Danielle en la tercera clase y a la hora del almuerzo todos comentaron lo del gas mostaza del día anterior. Habían pocos estudiantes, muchos habían tenido una reacción alérgica al gas. Llegó la hora de salida, yo me fui a la oficina de 'director'.
-¡Sasha!- me tiré en su silla.
-Hola, Jane- puso un café en el escritorio. Recibí una llamada; Liam.
-¿Hola?
-Jane ¿Podemos hablar?
-¿Dónde estás?
-En el pasillo de biología.
-Ok, ya voy- colgué. Tomé el café hirviendo de Sasha y salí al pasillo.
-¿Cómo estás?- me miró apenado.
-Bien, mejor que nunca ¿Qué quieres?
-Jane, perdón por como te respondí el día que me llamaste, estaba molesto.
-No me interesa. Adiós- di media vuelta, él me detuvo.
-Por favor, espera...Quiero que regreses conmigo.
-¿Qué?- di una carcajada- Nunca.
-Por favor, dime que tengo que hacer ¿Arrodillarme? ¿Lamer el suelo del piso? Sólo dime...-se arrodilló.
-No, levántate- él sonrió y se levantó- Toma- le extendí el café.
-Gracias- lo tomó.
-No, no es para que te lo tomes...Quiero que lo viertas...dentro de tus pantalones- sonreí.
-¡Que! ¡Estás loca! Me va a quemar.
-¡Es el punto! Pasé sufriendo este fin de semana sin tí y tú crees que vas a regresar así por así, no. Viértelo, ahora- ordené.
-No lo haré- di media vuelta, él me detuvo- Jane, sé consciente, te necesito, pero esto....
-O lo haces ahora o será peor más tarde...Dime lo tomas o lo dejas...- Liam desabrochó su cierre y extendió el elástico de sus bóxer, yo sonreí.
-¡Jane!- me abrazó Danielle por detrás.
-Dani- la miré. Luego a Liam.
-¿Qué están haciendo? Hola Liam- saludó.
-Haciendo que Jane me perdone.
-¿Perdone? ¡¿Perdone por qué?!- dijo alarmada.
-¡No! ¡Danielle!- Liam respondió con la misma alarma ¿Qué les pasaba?- Estoy convenciéndola que regrese conmigo.
-¡¡¡¡Ahhh!!! ¿Virtiendo café hirviendo en sus pantalones?- asentí.
-¡Jane!- llegó Edward.
-¿Qué es esto? ¿Reunión de personal?- rodé mis ojos- Vierte el maldito líquido.
-No lo haré enfrente de este- señaló a Edward.
-¡Oyeme a mi hermano no lo tratas así!- tomé el café y se lo lancé en la cara.
-¡Jane! ¡Esto esta hirviendo!- lloraba Liam.
-¡Para que cuando vuelvas a abrir tu boca te asegures de no dejar salir puras mierdas!- grité. Edward dio una carcajada.
-¡Por Dios!- Danielle lo limpiaba con su camisa- Mira nada más- Edward miraba fulminante aquella escena.
-Vámonos, Jane. Ellos se ven mejor solor- me tomó de la mano. 
-Edward, no malinterpretes- Dani lo tomó del brazo, Edward la apartó.
-Despues hablamos- caminamos hasta la oficina de Harry, justo él salía con Caryol quien sonrió cínica al verme.
-¿Nos vamos?- preguntó Harry. Yo asentí.
-Hola, Edward- saludó Caryol. Oh no, con mi hermano si que no, perra.
-Disculpe director, pero lleva un llavero colgado- la miré con repugnancia.
-Caryol, tengo que irme, nos vemos mañana- la besó apasionadamente. Edward me haló antes que la desgreñara. Noté que en la parte de atrás de su cabello le faltaba un pedazo de pelo, solté una carcajada al recordar el chicle que le había pegado.
Una vez que llegamos a la casa, Louis nos esperaba afuera.
-¡Louis!- me lancé sobre él- ¿Qué haces aquí?
-A verte- me dio un beso en la mejilla- Aunque veo que estás mejor que nunca.
-Claro, yo nunca estoy mal- entramos a la casa. Louis me revisó y me dio una cita para este fin de semana donde un ginecólogo.
A la hora de la cena...
-Harry, Danielle y yo queremos salir mañana- dijo Edward nervioso. Harry lo miró.
-Lo más tarde a las once- asintió.
-¡¡Que!! ¿Los dejará salir? ¿Y qué hay de mí?- reclamé.
-Tú te quedas.
-¡Esto es injusto! ¡Maldita sea!- tiré mi plato y me encerré en mi habitación. A la hora hora sonó- ¡Quien sea que se vaya a chupar el purro más colorado de Inglaterra!- la puerta se abrió.
-Soy yo-susurró Harry.
-¿Y? ¡Váyase al coño más sucio de Europa! ¡¡Es a quien menos quiero ver!!- aventé mi almohada contra la puerta, esta se abrió.
-Gracias por el buen deseo- entró. ¡Por Dios! Traía el cabello mojado, se acababa de bañar, su piel estaba blanca y sus labios rojos y mojados- ¿Podemos hablar?- negué con la cabeza. Suspiró y se sentó en la cama- Quiero llevarte conmigo mañana a un lugar, por eso no quiero que salgas con nadie- me miró.
-¿A dónde? ¿No saldrá con Caryol o algunas de esas que se ofrecen como panfletos?- negó con la cabeza.
-Jane...-suspiró mientras sacudía su cabello-...Vous êtes tous que j'ai besoin dans ma vie- sonrió ¡Odio cuando hace eso!
-Odio cuando hace eso...sabe que no entiendo- rodé mis ojos, su sonrisa se amplió.
-Es más fácil decirlo cuando no lo entiendes.
-¿Por qué?- me acerqué a él. Me ofreció una sonrisa tímida.
-¿Alguna vez has querido a Liam o algún otro chico? Pero...¿De verdad?- me miró interesado.
-Si quiero a Liam; no me gustaría que le pasara nada mortal, a menos que yo se lo haya provocado- ambos reímos.
-Jane, tú eres...-sacudió su cabeza-....mejor te lo digo mañana- se levantó.
-¡Espere!- lo tomé del brazo, él se volteó hacia mí, me paré sobre la cama y quedé a unos centímetros más grande que él, sus ojos se plantaron en los míos-...Quédese a dormir conmigo...¿O sólo le sirvo para desarreglar las camas?- él sonrió. Me haló de las piernas haciendome caer de trasero en la cama, se agachó poniendo una rodilla enmedio de mis piernas y me besó lenta y anciosamente, yo enterré mis dedos en sus rulos aún húmedos, sus labios estaban fríos por el baño.
-Que faites-vous pour moi?- suspiró con nuestras frentes pegadas.
- Двое могут играть в эту игру -Él se apartó y me miró desconcertado- No le gusta estar del otro lado ¿Cierto?
-¿Qué sucede con tus padres? Inglés, Francés, Italiano, hasta chino ¿Pero ruso?- se levantó.
-Es una história cursi. Mi mamá, mi papá y mis tíos se fueron a vivir allá cuando mi mamá se casó con Zayn y le jugaron una broma a mi papá en un sexshop- me encogí de hombros.
-Pobre tu padre- la puerta sonó, Danielle abrió.
-Perdón, pensé que estabas sola- miró a Harry.
-Yo ya me voy- le sonrió y caminó hacia la puerta.
-¡Espere!- me miró-...Recuerde...lo que quedamos- él asintió con una sonrisa tímida y salió.
-¿Qué onda con el director de todos los purros?- susurró Danielle sentándose a mi par.
-¿Qué onda?- bufé- Ya me lo fajé- sonreí victoriosa, la boca de Danielle cayó al suelo.
-¡¡No te lo creo!! ¡Cuéntame todo!- gritó emocionada.
-El sábado, en su habitación...fue...-me lancé de espaldas a la cama y suspiré-...Increíble.
-¡Dame detalles!- se recostó a la par mía.
-A la luz de la luna...Claire de Lune- cerré mis ojos.
-¿Qué? No entiendo nada ¡Cuéntame, cuéntame, cuéntame!- insistía.
-¡Está bien!- me senté en la cama- Estábamos en su habitación bajo la luz de la luna, me comparó con ella, fue tan delicado y suave pero tan sexy, nisiquiera sé como lo hizo, fue perfecto- solté una sonrisa tonta.
-Ayyy- hizo un gesto de ternura- Es hermoso ¡Mi turno!- se sentó- Adivina.
-¿Qué? ¡No sé!- sonreí anciosa.
-¡Adivina!- rió.
-¡Yo que sé! ¡¡Cuéntame!!- le di un manotazo en el brazo.
-¡¡Hice el amor con Edward!!

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