capitulo 72 maraton 1-10

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-¿Raptarlo? ¿Y dónde lo escondo?- doy una carcajada mientras termino de trazar la línea del french en el dedo meñique del pie de Anto.

-Tienes como siete mil casas, alguna debe servirte- se encoje de hombros y mira atentamente mientras barnizo su uña. El teléfono vibra como por centésima vez, noto que a Anto le incomoda- Al señor Lí-Sellers no le gusta que esté aquí, ¿Verdad?

-No es eso. Su hermana está agonizando y cree que incendiaremos su casa.

-¿Incendiar? ¿Cómo lo que le pasó a la casa de su hermana?

-A-Algo así, claro q-q-que yo no sé de eso- balbuceo intentando ocultar mi nerviosismo.

-A ver- Anto se asoma y mira sus pies- ¿Te alacio el cabello?

-¿Me qué?

-Alaciarlo; con la plancha plana.

-Casi nunca lo hago, no me alcanzo la parte de atrás.

-Mira, tus rizos están bien increíbles y toda la cosa pero necesitas dar un cambio- se levanta de la cama y empieza a hurgar en las gavetas, saca mi alaciadora de la última gaveta y juega con el conector- ¿Dónde hay tomacorriente?- mira hacia todos lados y le señalo detrás de mí, ella camina y conecta la plancha, la deja sobre la mesa de noche mientras calienta y toma un spray, un peine y pinzas- Enderézate- ordena. Me siento en la cama y comienza a peinarme, me rocía con el spray protector y separa mi cabello, lo plancha por sección mientras seguimos hablando.

-¿Hace cuánto que conoces al director?- pregunta.

-Como tres meses.

-Wow, ¡Qué rápido ocurrieron las cosas entre ustedes! ¿Cómo fue todo?

-Iba a incendiar una disco, él me durmió con cloroformo y me llevó a la estación de policía. Mi padre me consiguió la inscripción en Mánchester con Liz y me mandó a vivir con ella ya que yo no tenía edad para vivir sola y él necesitaba quedarse en Londres. Liz vivía con Harry, y el resto...no creo que quieras detalles.

-Si que te gusta el fuego...sobre todo el día que se incendió la casa de la hermana del director-deja de pasarme la plancha por el pelo, esto llama mi atención y me volteo hacia su rostro, ella alza una ceja y veo que se dio cuenta de todo- Si que la odias- sonríe.

-¿Vas a delatarme?- miro hacia el colchón. 

-Dicen que no hay que morder la mano que te da de comer- toma otro mechón de mi cabello y pasa la plancha por él.

-¿Por qué no eres mala conmigo ahora?- pregunto curiosa. Espero lo peor, alguna respuesta chantajista.

-Porque tú no lo fuiste conmigo cuando me hallaste en la calle literal y metafóricamente- toca mi hombro y me volteo, termina de alisar el mechón de mi frente- Deberías hacerte un flequillo- dice mientras juega con el mechón que acaba de alisar.

-No lo sé- dudo.

-Te quedaría muy bien, ya regreso- se dirige de nuevo a los cajones y saca una tijera. El estómago se me entume y siento un hilo que hala desde mi esófago hasta el más allá. Recuerdo lo que yo le hice a Paulette, ahora estoy en riesgo.

-No. No necesito un flequillo- digo alarmada y me levanto. Anto da una carcajada y me sigue por la habitación.

-Por favor, Jane. No te haré nada malo, tú matas gente yo no, eso significa que eres más peligrosa que yo- me toma del brazo y me sienta de nuevo en la cama, sus palabras no me dan mucha confianza pero me arriesgo. 

Anto toma el peine y una sección de cabello de mi frente, la baja hasta mi nariz y pasa la tijera debajo de sus dedos, empuño mis ojos y espero lo peor, siento que lo hace de nuevo y estoy apunto de aventarla lejos de mí.

MALA JANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora