Let it in and Let it out

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Así como vieron en un principio, yo les contaba que me sentía horrible. Bueno, ese día, es hoy. Julián nunca llamó, nunca mandó un mensaje. Nada. Desde aquel día, él, no mostró señales de vida.

Lloré, grité, y lo sigo haciendo. Frente al mundo soy una chica que estaba enamorada y otra vez está triste por su novio. Las redes sociales no paraban de preguntarse qué había sucedido con esta gran pareja. Mi familia obviamente están de mi lado, papá casi mata Julián cuando se enteró lo que en realidad sucedió. No lo culpo.

Los medios no paran de inventar cosas. Nos invitaron tanto a Julián como a mí a programas. En especial, programas de chismentos. Yo seguí yendo a cantar al bar, al principio era una jauría de gente, después fue tranquilizando. Ahora el café es más que nada conocido por ser el lugar donde Julián se volvió a declarar, pero nunca más volvió a poner un pie en ese lugar.

Cobarde.

Una noche que fui a tocar una persona me vino a ver, era un productor de Loud it Music. La mejor disquera más recomendada en toda América. Es conocida porque nunca nadie en todos los tiempos, la disquera fue a buscar o contratar talentos, sino que siempre la gente iba a ellos; esta vez no. La gran oportunidad vino a mí. Me dijeron que si estaba interesada que vaya la empresa cuando quiera. La oferta estaba abierta hasta dentro de dos meses.

POV JULIÁN

No volví a verla, no sé cómo es que me siento. Es difícil de explicar. Ahora siento un vacío, pero yo sé por qué hice lo que hice. Y nunca le mentí cuando dije que nunca le haría daño. Aunque nadie pueda creerme yo sé el porqué de mis acciones.

Mentiría si digo que no la aprecio, como también mentiría si digo que no la quiero.
Vivo preguntándome qué es lo que podría estar haciendo, qué es lo que podría estar pensando.

Seguramente, ustedes al igual que ella, piensan que soy un loco y masoquista. Y quieren saber el porqué de lo que sucedió.
Bien, esta es mi explicación.

Todo comenzó cuando tenía 16 años y era un típico pibe de esa edad, viviendo en Paraná. Sólo con la diferencia, que hacía videos para YouTube.
Al principio, como bien saben, nadie me conocía; pero un día cuando fui al club para hacer tenis, me dijeron que tenía la capacidad de ir a campeonatos. El sueño de mi mamá siempre fue poder conocer a Gabriela Sabatini. Mi hermana, amaba mirar Rway –Rebelde Way– donde actuaba Catherine Fulop, quien era la cuñada de Gabriela.
En mis días de aburrimiento de tanto estudios de matemática, la acompañaba a mi hermana a ver esas cosas.
Empecé a averiguar más sobre la vida de ellas, eran tanto nacionalmente como internacionalmente conocidas.
La ahijada de Gabriela e hija de Cathy, era Oriana. Ellas es 3 años menor que yo, por lo que en ese momento tenía 13. Su frescura que me encantó fue cuando ella tenía ya 16.
Yo ya tenía 19 y era conocido. Era nada comparado a ella, obviamente. Pero, en una fiesta que nos habían invitado a mi familia, estaba ella.
Me la crucé haciendo que ella caiga arriba mío.
Jamás voy a olvidar esa cara de interrogación que tuvo al verme. Era más que seguro que no me conocía, o no me reconocía.
Para ese entonces yo tenía una novia, Sabrina. Tenía mis dudas por si terminar con ella o no. La verdad que no estaba seguro de lo que sentía; pero al ver a Oriana, todo el universo me dijo que debía terminar esa relación.
Aunque en cierto caso, yo era mayor de edad, y ella sólo tenía 16.
En esa fiesta sólo hablamos y quedó ahí, pero a lo largo del tiempo nunca más nos volvimos a ver. Hasta el día que ustedes ya saben.
Cuando nos volvimos a encontrar, ella ya no se acordaba de mí. En pocas palabras, me sentí romperme por dentro. Siempre tuve esa pequeña esperanza de que la volvería a ver y ella ya sería loa suficiente mayor, como para que pueda estar conmigo.

Ya saben cómo es que sigue esto. Si se preguntan qué es lo que sentía por ella en aquel entonces cuando salía con Sabatini. Bueno, al principio estaba con la idea fija en mi cabeza de que ella vuelva a recordarme. Mi problema, estaba obligado a no enamorarme...