Sinceramente ni me acuerdo cómo es que llegué a este lugar. Cuándo es que llegué esta plaza. Porque, esta es la más cercana y digamos que no está de lo más cerca que digamos.
Me quedé pensando en todo lo sucedido, extraño a Julián, extraño tenerlo conmigo.
Seguí caminando hasta que chocó con alguien.–Perdón, no estaba mirando.– digo mientras me levantaba sin levantar la cabeza.
–No, tranquila. Yo tampoco estaba mirando.– me responde. Esa voz me era conocida; alcé mi cabeza fijándome quién era.
–¡Hey! Joaquín, ¿Qué hacés acá?– pregunto "alegre".
–Ori, creo que no puedo decir lo mismo; se te ve en todos lados.– me dice con una cara de... ¿Tristeza?
–Sí... Creo que ese es el mayor lado menos positivo de ser una figura pública. Supongo que con el tiempo aprendí a vivir con eso.– le respondo sincera.
–Me gustaría decir que te compadezco, pero digamos que no puedo... Como que en cierta forma soy todo lo contrario a lo que es tu "vida". – no sé el porqué pero siento que lo dice muy en literal... Como si él estuviese escondido de la sociedad...
–Bueno, Ori.– comienza a decir haciendo que yo salga de mis pensamientos.–Me encantaría seguir la conversación, pero me tengo que ir...– se acerca a mí para darme un beso en la mejilla y se fue luego de que yo también lo saludara.
Me estaba girando para irme y seguir mi caminata cuando a lo lejos lo vi. Estaba con una mal teñida, medio castaña con un muy mal desgaste en las puntas de rubio. Ella estaba encima de él, sobre sus piernas, con sus brazos enredados en el cuello de Julián. Por el ángulo en el que estoy sólo veo a esa zorra de espaldas. Creo que tiene más piel al aire que neuronas. El puto estaba agarrándola del trasero y le apretaba una de sus nalgas.
Cuando me percaté de que ya estuve demasiado tiempo mirándolos sin disimulo, me doy la vuelta.
Demasiado tarde.
Ya se percató de que lo estoy viendo, bueno, estaba. Giré mi cabeza "disimuladamente" si esa palabra existiera en mi diccionario. Sus ojos se encontraron con los míos, los suyos. Estos no mostraban nada. Esa mirada que me había cautivado ya se había ido. Era fría y lejana.
Acto seguido él se levantó y comenzó a acercarse al lugar donde estoy sin dejar de mirarme. Al parecer esa mina no se había ni percatado, ya que seguramente ese top tan apretado le está afectando lo poco de cerebro que tiene, o mejor dicho, tenía.
Comencé a correr, bueno, trotar. Y vi que Joaquín estaba concentrado en el celular a media cuadra de distancia, así que me acerqué a él. Al percatarse de que estaba llegando hacia él, me miró confundido, pero luego cambió su expreción a una más... Alegre, creo.
–Hola, Joa.
–Hola, Ori. De nuevo. ¿Pasa algo?– me preguntó con una mirada de incredulidad.
–No, ¿Tendría que pasar algo?– pregunto como si estuviera desentendida.
~~~~~~~~•~~~~~~~~
*Y... Es obvio que iba a preguntar, boba. En menos de diez minutos de verse ya estás buscándolo como una loca acosadora.*
Shh. No es tiempo de coherencias, cerebro.
*Soy Mile. VOS me pusiste el nombre.*
No importa, cerebro. Cállate.
~~~~~~~~•~~~~~~~
–Emm, no creo... Creo.
–Mira, emm, no tengo tu número ¿Me lo pasás?– le pido desesperada de que aparezca Julián y vea que en verdad estoy escapando de él, y eso no lo queremos.
–Claro.– le pasé mi celular para que anotase mi número y yo le pasé el mío. –¿Qué te parece ir a tomar un helado?
–Emm, dale.
Caminamos hacia la heladería de enfrente mientras charlábamos de todo y nos reíamos como... Los boludos que somos.
–¿Qué te gustaría?– me preguntó mientras miraba hacia el tablero con los sabores.
–Chocolate granizado y vainilla con Nutella.– le digo sin pensarlo dos veces.
–Bien, me sorprende que para ser una figura pública, comas chocolate. Pensé que eso que decían que amas el chocolate era mito.– me dijo sorprendido.
–NOO, por Dios. Soy de esas personas que tratan de no privarse de las cosas. Y comer, es algo que jamás me privaría.– le explico.
Tomamos nuestros helados y como él estaba con el auto, este me llevó hasta mi departamento. Sí, con mis ahorros decidí mudarme a un departamento para mí. Era espacioso para ser para una persona. Aun así, era my acogedor. Mi tía y mi prima no me dijeron nada, es más, ellas están a una cuadra de distancia.
Cuando estaba yendo a dormir, mi celular comenzó a vibrar como si estuviese endemoniado. Eran todas notificaciones de Twitter. Al parecer se filtraron fotos mías con Joaquín y ya comenzaron a la flashear cosas que no son.
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Let it in and Let it out
FanfictionSegunda temporada de la novela Orian "Love me, Love you". No se permiten copias u adaptaciones.