Let it in and Let it out

5

Aunque no lo crean, al menos la mayoría, yo al no ser una "Criaturita del Señor" no sabía las canciones de Rubius, hasta hace dos horas.
Básicamente me pidieron que las escuche mientras otras personas estaban tocando en el escenario. Démosles gracias al Señor -y no, esta vez no hablo de Rubius- de que tengo una memoria muy musical. Una canción me la puedo memorizar sin esfuerzos algunos con tan sólo escucharla dos veces.
Cuando ya eran las 20:30 hs. (8:30) ya estaba a punto de salir, pero antes iban a presentar a mi jefe; y yo lo iba a ver por primera vez mientras que él esté en el escenario y yo tras bambalinas.

–Señoras y señores, niños y niñas, cosas rara, Criaturitas, etc... Les presento a... RUBIUS.– y una avalancha de aplausos, gritos, silbidos e incluso llantos se hicieron notar. El español salió y estos se multiplicaron. De fondo se escuchaba la canción "Suscríbete" y él salió saltando como un nene en plena feria, con una cara de especie de drogado y moviendo los dedos de las manos como si... No sé cómo explicar. Y tenía un gorro de ¿Pikachu? Sí, eso creo. El reflector es muy fuerte.

–Hola a todos.– comenzó a saludar mi jefe, y como si estuviera planeado, todos respondieron "Hola, Rubius". –¿Acaso vosotros os habéis estar esperando por mí?– y otra vez respondieron al unísono "Sí". Era increíble el revuelo que causaba esta persona. –Okay, les hablaría más, pero... Hay muchos espectáculos más para  mostrarles. Os presento a... ¡ORIANA SABATINI! Aplausos por favor.– y salí.

–HOLAAAAA.– grito con euforia. –¿Me escuchan ahí atrás?– pregunto mirando a los que nos podían estar enfrente.

–Gente, nosotros no podemos escucharlos de aquí... Así que aplaudan dos veces si escuchan, sino, una vez...– les grito mi jefe.

–¿Pero si no escuchan cómo van a aplaudir?

–No lo sé.

Y todos aplaudieron.

–Muy bien, tenía mi idea de qué cantar, pero me pidieron que haga esto para usted, Rubius.– la música comenzó a sonar y empecé a cantar la canción de la "Papelera". Obviamente mi jefe me siguió.

–Es una papelera...– y dejó que los demás cantaran.

–Bien, Rubius... Me dijeron que hay una canción que no pudo sacar de su cabeza...– le digo una vez ya finalizada la canción.

–Ufff, hubieron varias...

–Pero, esta no se la olvida.– y comencé a cantar "Cheerleader " de OMI. –Oh, I think that I found myself in Cheerleader...– comencé el estribillo.

–She's always right there when I needed. Oh, I think that I found myself in Cheerleader...– y seguimos cantando. –Sinceramente estoy flipando, no puedo estar cantando eso. ¡Dios!– y todos, incluyéndome, nos reímos. –Pero antes que todo, tengo una gran noticias para contar...– todos los miramos expectantes ante tanta seriedad –Yo... Estoy embarazado. Nah mentira, es que, bueno... Es difícil. Yo... Dejaré YouTube por un tiempo.– y un silencio espectral se hizo presente en el bar. Eso rimó. –Sí, sí, es difícil para mí también. Es que estoy con unos problemas muy grandes en mi vida, y ustedes son la hostia y me duele dejarlos. Raspberry los va a extrañar. Pero, no es para siempre. NO. Serán sólo unos meses... Esperemos.– y se fue. Sí, se fue del bar sin más nada que decir. –Ah, casi me olvido de darles esto.– y nos deja el micrófono. Y nuevamente se fue, otra vez.

(...)

El lugar es un revuelo de gente, todos de acá para allá. Chicas llorando, carteles rotos, mesas tiradas. El personas no es suficiente para controlar todo.
Sin que nadie se dé cuenta, Rubius dejó una carta en el micrófono con mi nombre.

Oriana. Si bien sabemos, los dos, que esto va a ser duro; te tengo que contar algo que seguramente de dejara flipando. Te pido por favor que con juntemos. Hay algo que tienes que saber.