Prólogo

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-Javier.

-Dave, creo que estoy malo.

-... por favor despierta...

-¿Qué pasa Dave?

-... no quiero desperdiciar una bala.

Voces

-Dave, ¿Qué me pasa?

-... por favor despierta...

-... será mejor que me hagas caso...

-¡Chinga tu puta madre!

-Silencio pequeñajo, ya no hay de qué preocuparse.

-No lo sé y ¡no lo entiendo!

¿Qué son estas voces?

-No, déjalo, así son los hermanos mayores.

-... Puedes ser bueno y ahorrarme una bala...

-... por favor despierta...

-A ver, niño, vamos a poner las cosas claras.

-... dile a papá que ya salga, que he ganado.

-... una vez que pierdes, pierdes.

¡Perder! ¿Pero qué pasa?

-Jimmy, ¡Jimmy!

-Dave

-... por favor despierta

-¡¿Y ahora qué?! ¡Chingada madre!

-... por favor despierta...

-... y otra en ese chiquillo.

¡Ya por favor!

-Le diré... que tú... ganarás... por nosot...

-... por favor despierta...

¡Ya!

Por fin... todo se calló.

Vuelvo a sentir mis manos; acarician una especie de superficie como tela, un tanto rasposa pero cómoda sobre la que estoy recostado, mientras levanto mis brazos para estirarme siento una ligera cobija que me tapa hasta el cuello y abro los ojos para ver un techo blanco bastante familiar. De un momento a otro un golpe suena detrás de una puerta, me siento de golpe en la especie de sillón sobre la que dormía y miro la puerta reforzada con diferentes cosas y algunos fierros soldados. Miro a mi alrededor pero no veo nada especial, veo una casa pequeña un tanto normal, pero no oigo nada más allá de unos cuantos golpes en la puerta que al parecer da a la calle. Me pongo de pie y camino hasta la ventana con la intensión de saber en dónde estoy. Levanto un poco la cortina y en cuanto trato de mirar me asalta de golpe una cara horrenda, una cara que parecía de una persona podrida y deshecha enloquecida y con una mirada fría como de asesino o animal salvaje, retrocedí, pero un dolor punzante en mi cabeza acompañado por unas cuantas imágenes de seres parecidos a éste me desorientaron y caí tirando todo lo que había encima de una mesita plegable, al parecer es comida enlatada y jugo en una botella cerrada.

No sé qué está pasando. ¿En dónde estoy?

Escucho que alguien corre en el techo y me levanto rápidamente, en cuanto veo unas piernas colgar del techo me tiro al piso cubriéndome con el sillón y veo un arma que está debajo del sillón y la cojo.

Veo los pies de esta persona caminando lentamente hacia mí, obviamente sabe que estaba aquí, pero, ¿Por qué me tenía aquí? ¡No entiendo nada!

Está a punto de verme. Me levanto y le apunto a al pecho. En cuanto me ve él apunta a mi cabeza, pero en un momento baja el rifle que llevaba en las manos.

-Wow...- Empieza a reír un poco. –Valla susto que me diste.- Sigo apuntándole y parece que él empieza a preocuparse. –Oye, ¿qué traes?- Habla como si ya me conociera. –Baja eso.- No le hago caso y la sostengo con ambas manos.

Empieza a caminar rodeando el sillón sin preocuparse por recuperar su rifle. Lo tengo frente a mí y no se qué hacer, de lo único que estoy seguro es de que si se acerca demasiado le disparo.

-¡Oye! Dame esa arma ¡ya!- Se empieza a alterar más y se acerca igualmente mientras miro con el rabillo del ojo que la puerta trasera de la casa está abierta. –Deja de jug...- Aunque voy descalzo, salto el sillón y corro hacia el patio. Al parecer éste hombre me sigue extrañamente lento.

En cuanto estoy afuera, miro ese relativamente amplio patio donde al parecer es compartido por dos casas. Corro hasta la puerta al otro extremo y trato de abrirla con poco éxito así que mejor comienzo a trepar por una ventana mientras el otro hombre corre hacia donde estoy. Casi toca mi pie y subo hasta el techo.

Llego hasta el frente de la casa para ver lo que en realidad había ahí fuera. Vi un grupo de éstas cosas golpeando la puerta que antes vi del otro lado. Unos cuantos se dieron cuenta de mi presencia y se desgarran las manos y uñas tratando de subir muy torpemente. ¿Pero qué clase de estupidez es esta? ¿Qué está pasando aquí? ¡¿Qué sucede en este lugar?!

Levanto la mirada y veo a lo que parecen ser más de esas cosas caminando mientras se retuercen por todas las calles que alcanzo a ver.

De nuevo ese estúpido dolor, es insoportable, es como una especie de chirrido dentro de mi cerebro con imágenes rápidas de descuartizamientos y demás cosas que son como golpes para mi cabeza. ¡Que pare ya! -¡Ya!- Trato de abrir mis ojos pero el dolor de mi frente me lo impide con mucha fuerza. -¡Haaa!- Siento líquido en mi nariz que no se si es moco o sangre.

Se detiene, o algo así. Abro mis ojos y veo borroso. -¡Dave!- Mientras aclaro la vista toco mis labios y veo mi mano manchada de sangre. No me siento nada bien, estoy mareado y tengo nauseas, veo al hombre de antes hasta que torna una mancha cada vez más horizontal y oscura.



Zombivlog: Los recuerdos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora