-Esperen.- Escucho a Mario decir.
-¿Qué pedo?- Javier exclama, curiosamente entendí la frase.
-¡Tiempo!- Dice Mario, para luego que todo se ilumine y por fin veo a ambos de pie mientras yo sigo sentado en el piso.
Todos nos quedamos callados un momento hasta que Javier le recrimina a Mario. -¡Güey! ¡¿Por qué no nos abrías?!- Dice bastante exasperado.
-¿Qué querías cabrón?- Responde Mario inmediatamente. –¡Este es el pinche apocalipsis!- Excusándose.
-¡Sí, pendejo! ¡Pero casi nos matan!- Responde Javier más enojado aún.
Mario se queda callado un segundo y expresa con total despreocupación. –Duh.
Los tres nos quedamos callados, nadie me ha volteado a ver desde hace rato y siento que esto va a salir muy mal. Entonces ambos, Javier y Mario, se acercan y se dan un fuerte abrazo bastante rápido y agresivo entre sí.
-¡A huevo güey!- Expresa Javier bastante alegre. –Sabía que los tres íbamos a quedar vivos de ley.
-¡Poss claro!- Dice Mario con un tono bastante chistoso. –Bueno, vámonos que aquí espantan.- Mario nos lleva a través de unos cuantos estantes donde quedan algunos productos, acabo de recordar que esto es solo una tienda de abarrotes, por toda la publicidad que había afuera, y se nota que esto del apocalipsis le ha hecho bastante mal al negocio.
Caminamos a oscuras hasta una puerta de madera, entramos y veo que del otro lado se encuentra una casa común y corriente. Justo antes de llegar a la sala y enfrente de lo que parece ser un baño a mi derecha, veo una puerta cerrada, de la cual sale un extraño resplandor azul y un poco de vapor.
Seguimos caminando y veo a una chava adolescente viendo la televisión en la sala a mi izquierda que poco o nada de caso nos hizo. Giramos a la derecha y nos sentamos en un comedor. Mario se levanta casi en cuanto se sentó y camina a la cocina.
Sigo mirando a todos lados tratando de reconocer este lugar, en el que supongo que he estado alguna vez. Mientras estoy concentrado en mi memoria Mario regresa y pone un plato con un sándwich caliente frente a cada uno de notros, pone un par de vasos desechables en la mesa y abre una botella grande de jugo de naranja. Cada quien nos servimos el vaso de jugo mientras Mario termina de preparar su sándwich, entonces suena un pitido y se sienta con nosotros a comer.
Mario da una gran mordida a su sándwich y en cuanto termina de tragar nos pregunta. –Y ¿cómo llegaron hasta acá?
-Pues a madres.- Dice Javier sin tragar, evidenciando el hambre que tenía.
Durante todo este rato estoy callado, y en cada ocasión que Mario me pregunta algo directamente Javier lo interrumpe, le hace alguna pregunta a él, o simplemente se limita a contestar por mí. Casi todas las preguntas son sobre cosas que nos han pasado, obviamente Javier solo cuenta acerca del poco tiempo que estuvimos juntos y de antes de eso.
-¿Y qué? ¿nomás está tu hermana contigo?- Pregunta Javier a Mario.
-Si...- Contesta Mario entrando en una actitud un tanto seria y pensativa. –el día que empezó todo, yo ya había llegado de la uni, mis papás salieron corriendo a la camioneta para ir por Karely a la secundaria, pero no regresaron. Traté de marcarles varias veces pero nomás me mandaba a buzón.- Se queda pensativo mirando su vaso de jugo. De un momento a otro vuelve a sonreír y nos mira a los dos directamente. –Sinceramente ya los doy por muertos.
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Zombivlog: Los recuerdos.
ActionCuando hablaba de recuperar lo que perdí no imaginaba que llegaría a retroceder en mi misión. Sabía que sería difícil, pero una forma de progreso es no siempre avanzar. A veces para lograr cosas nuevas necesitas hacer borrón y cuenta nueva, a veces...