Cuando caminaba a casa solo había una cosa en mi mente, Luke Hemmings.
Simplemente no podía creer que a él en verdad le gustara Sarah, ella no es fea, nada de eso, pero no es del tipo de Luke; el tipo de Luke son las chicas rubias, ojos azules y grandes senos, Sarah no era nada de eso, yo no lo era tampoco pero después de la noche que estuvo en mi casa me gustaba sentir que tenía esperanzas.
A quien quiero engañar el chico me atraía y mucho, no era nada raro ya que es súper atractivo pero simplemente no, yo no podría salir con el sabiendo lo que Sarah siente, de igual forma ella siempre lo ha querido, la que queda de sobra aquí soy yo.Había estado tanto tiempo pensando que no me di cuenta que ya estaba frente mi casa, camine hasta la puerta y entré.
—Hola, Mamá.
Escuché ruidos en la cocina pero mi mamá no contesto.
iba a gritarle cuando escuché que se reía, estaba hablando con otra persona.
Caminé hasta la cocina y si, estaba con otra persona, con Luke.—Hola hija, Luke te estaba esperando.
Mamá tenía una enorme sonrisa en su boca y Luke estaba junto a la barra comiendo un trozo de pastel.
Luke debió notar mi cara de confusión porque cuando estaba apunto de hablar el se me adelantó.
—Si Nath, para nuestra tarea de Química.
Maldito mentiroso.
—Claro, ven, vamos a mi cuarto. — le sonreí falsamente, él miro a mi mamá y ella le sonreía también.
—Señora su pastel estaba delicioso—. Luke le paro y dejó el plato junto con el tenedor en el lava platos y se puso a lado mío.
—Luke, es del súper—. Me reí.
Mi mamá me vio molesta pero cuando se encontró con la mirada de Luke sonrió de vuelta.
¿Qué mierda es esto?
—Gracias Luke, deberías enseñarle modales a mi hija.
—Créame que lo he intentado—. Pasó un brazo por mis hombros y lo sostuvo ahí.
—Bueno ya, vamos arriba—. Quite su brazo de encima mío y tome su mano.
Casi corriendo subí las escaleras con el siguiéndome.
—Nath tranquila, no voy a huir si eso te preocupa—. Susurro en mi oído.Lo ignoré y no hablé hasta que entramos en mi habitación.
—¿Qué haces aquí Luke?—. Se sentó en una orilla de mi cama y yo me senté en mi escritorio, estaba realmente confundida.
—Vine a verte, Nath, ¿Qué no es obvio?—. Se rió.
—Vaya, qué lindo de tu parte—. Dije con ironía.
—Es enserio.
Dejó de reírse y me miró serio, un silencio incómodo se volvió entre nosotros.
—¿Y Sarah?—. Lo vi de reojo mientras encendía mi laptop, haciéndome tonta, como siempre.
—¿Ella que tiene que ver en esto?—¿No sales con ella? —. Me miró confundido, se levantó de mi cama y se sentó a la orilla de mi ventana.
—Claro que no Nath.Entonces, ¿Sarah me había mentido? En este momento no entendía nada.
Todo era algo difícil de asimilar, Luke nunca me había hablado y de la nada parece que quiere ser mi amigo y mi mejor amiga me miente. No sé qué pasa.—Nathalie, por favor, vamos por un helado, ¿Sí?—. Luke habló, no me había dado cuenta que me estaba mirando con una sonrisa.
—No me gusta el Helado.— Contesté sería.
—¿Qué?—. Nunca había visto sus ojos tan abiertos.
—Es broma, me encanta—. Me reí.
Luke se rió también y se puso de pie justo frente a mi.
—Bueno, chica de las bromas, vamos—. Estiró su mano, la tomé.—Espera, me cambiaré de blusa—.
Me puse de pie junto al closet y él se quedó viéndome.
—¿Qué esperas? Sal de aquí, me voy a cambiar.
Se rió negando con la cabeza y salió gritando en las escaleras que me esperara abajo.