Amor o Amistad (Niall Horan y Tú) |Cancelada temporalmente|

*Capitulo 41*

Narras tú:

Estábamos en clase de deporte. Liam acababa de hacer el recorrido sin ningún fallo, como de costumbre. De repente el profesor, dijo aquel nombre.

-Mmm.. Niall Horan.

En ese momento él se levanto vacilante e intentando fingir indiferencia. Muchas chicas susurraban cosas sobre él: Que si era muy guapo, que si ojalá algún día le sonriera a ella, que si antes le había mirado, que si seguro que era un buen atleta. Yo solo me fijaba en esos ojos azules... Bueno la verdad es que sí que me habría encantado poder verlo sin camiseta. Reí. Él esperó a que Cody le diera la salida y empezó a correr. No se equivocó en ninguna, lo hizo perfecto y el profesor también lo felicitó.

-Bueno, Liam, puede que tengas un contrincante este año.-Rieron.-Chicos, se acabó por hoy.

Empecé a estirar como casi todos los demás y el profesor se acercó para hablar.

-Vi que te gusta la asignatura.

-Sí. Bastante, de hecho salgo a correr a menudo.

-Que bien. Eso me gusta. Eso, y otras cosas.-Dejó la frase y me miró pícaro.

-No te entiendo.

-Mira, si quieres algún día te pasas por mi casa y... Bueno, pasará lo que tenga que pasar. No te asustes, si prefieres tu casa o cualquier otro sitio por mi perfecto. Con tal de que sea contigo y me des placer...-Me guiñó un ojo pervertido.

Me quedé sin palabras. ¿Estaba intentando... conmigo? Miré a Melissa la cual lo había escuchado todo y tenía los ojos muy abiertos, incrédula.

-Creo que hay una norma en el instituto, los profesores y alumnos solo pueden ser eso, profesores y alumnos.-Tartamudeó ella.

-No me parece haberla visto.-Se levantó y se fue pero seguía mirándome igual.

-Gracias.

-Me estoy jugando mi preciada nota.-Me advirtió.-Pero por ti... lo que sea.

-Uf...-Suspiré.-Pensé que me iba a violar aquí mismo. Si no estuvieras tú...-La abracé aun temblando.

-Venga, exagerada, el profe esta muy bien.-Le acusé con una mueca.-Pero no es para ti.

-Me sacará unos..

-Unos seis años, tampoco es mucho mi vida.

-El caso es que me gustan los chicos mayores, pero de uno o dos años, no más.

-Está bien.

-De esto, ni una palabra a nadie.

-Yo no diré nada, pero asegúrate de que él también pretende lo mismo.-Le señaló.

El profesor continuaba observándome y en ese momento se mojó los labios con la lengua, fui a los vestuarios para coger mis cosas, si mi madre no me dejaba estar con uno de mi edad no se que pensaría de este... Demasiados pensamientos, necesitaba desconectar.

-Por fin, _______.-Se detuvo.-Estas blanca.

-No, no pasa nada Paula.

-Venga, te acompaño a tu casa.

-Vale.

Durante todo el camino no dijimos nada. Abrí la puerta de mi casa, me despedí de Paula y entré. Oí risas de mi madre en el salón e inevitablemente sonreí. Hace mucho tiempo que no la escuchaba así. Claro, esto pasó hasta que descubrí quien estaba con ella.

-Hola hija. Te presento, se llama Cody.

-Creo que ya nos conocemos.-Dijo él saludando con la mano.

-¿Qué hace él aquí?.-Pregunté seca y molesta.

¿Me habría seguido? No creo, él había llegado antes y hablaba con mi madre como si nada. No lo entendía, según ella los chicos estaban prohibidos en esta casa. ¿Por qué él es una excepción? Si cuando vino el fontanero tuve que llamar a la empresa para que viniera una mujer por mi madre. ¿Qué hacía Cody aquí?