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Me acerco al salón para dejarla en agua, justo con el resto que ha traído esta semana, en un jarrón de esos que compras porque te parece más o menos bonito y que acaba convenciéndote porque tiene descuento.

Apenas un cuarto de hora después me descubro dibujando de forma inconsciente sus ojos en una servilleta de papel, otra vez de tantas, pero como esas tantas otras me es imposible reflejar la belleza de esos dos pequeños mundos hazel que ahora tengo la oportunidad de contemplar a diario.

Suspiro dejando caer mi cabeza sobre el respaldo del sofá y arrugo el trozo de papel, lanzándolo hacia la esquina de la estancia, que al final rebota en el borde de la papelera y cae al suelo.

*Que corta se me va a hacer esta fanfic :(*

roses [a.i.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora