Capítulo 3

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Un mes después

Seúl no será la ciudad más hermosa del mundo pero su atractivo nocturno con todas esas luces y tiendas era sin duda único, además de no tener que viajar tan lejos pudiendo comprar lo que sea a la vuelva de la esquina (casi literalmente) considerando que la abuela de HyukJae vivía en las calles más cercanas al centro de la ciudad. HyukJae se acoplo rápidamente a la vida con tal movimiento después de menos de una semana, no eran muy diferentes las cosas o su emoción hacia ver todo como algo eminente.

Como sea, ahora tenía lo que cualquier joven de su edad deseaba: Dinero suficiente; un trabajo de medio tiempo tan fácil como saludar y atender a la gente que llegaba a la pastelería; excelentes clases en la Universidad; un espacio para él solo y su privacidad arriba en la casa de su abuela que estaba encima de la pastelería/café; y muchos amigos con los que llevaba la vida de un adolescente divertido y arriesgado sin perder nada. ¿Por qué no? su vida podía considerarse relativamente "perfecta" en este momento de la vida. Pero Hyuk no olvidaba algo que había dejado en Mokpo y pensaba visitar en la corta semana de descanso que la universidad les ofrecía por todavía la temporada helada del año en febrero, tal parecía que el clima no estaba del lado de la educación ese año y para el estaba excelente.

Hyuk llego a la pastelería/café y lanzo su mochila encima de una de las mesas pegada a la vitrina principal y corrió a alcanzar a su abuela en la cocina, ya era una rutuna muy agradable que había tomado.

-Señora Lee Ha-Neul, ¿Qué tal su día?- se escuchó a la espalda de la mujer que segundos antes cortaba vegetales animada mientras tarareaba alguna melodía al azar, cuando sus ojos grandes y brillosos miraron atrás hallando a un alto muchacho recargado en el marco de la puerta.

-Oh pero si es Hyukkie-ya –dijo emocionada limpiando sus manos en el delatar azul cielo que traía puesto y corrió con los brazos abiertos hasta HyukJae. -¿Cómo que señora Lee, ah? Tu abuela será vieja pero no una desconocida, muchacho irrespetuoso- fingió reprender dándole un golpe cerrado en la nuca.

-¡Yah abuela que tiene mano dura!- chillo mimoso sobándose el lugar exageradamente.

-Llegas temprano. Supongo que tienes planes, así que habla mocoso - la mujer regreso a su tarea con la comida. En realidad no aparentaba su edad con ese rostro amable y risueño que permanecía pintado en esas facciones finas asiáticas, de baja estatura, cuerpo delgado, y cabellos de un castaño claro con pocos rastros blanquizcos. "Una belleza antigua" la llamaba Hyuk.

-Tengo libre...

-¿Y...?

Suspiro audiblemente –Quiero ver a mis padres, les extraño montones y seguro mi madre debe estar esperándome. Pienso ir a Mokpo con ellos, para estar con ELLOS- resalto todavía en la entrada de la cocina.

-Aja, entonces "ELLOS" es el joven Donghae-shii ¿no?- rio Ha-Neul imaginándose la expresión que ponía su nieto.

-¡Abuela!- bufo el rubio acercándose más.

-No soy estúpida, no eres tan nene a esta edad para estarme queriendo contar que extrañas a tus padre ¡Bien has vivido sin ellos este mes!

HyukJae se sonrojo, su abuela tenía razón pero aun así no quería pensar de sí mismo como alguien tan patético. Pero tenía sus razones, Donghae se representaba como un hermano menor ingenuo, distraído e infantil, además de haber pasado con él todo la infancia; quería saber cómo le estaba yendo en Mokpo...

_*_

Mokpo 3:30 pm, Parque público.

El frio no se había ido desde diciembre, al parecer pensaba alojarse ahí hasta mayo al inicio de la buena primavera. Las hojas verdes y secas de los arboles danzaban con el viento y crujían como si las aplastara con sus pies, además de volar todo aquello ligero de donde quiera y de quien fuera hasta perderlo en alguna parte como el viento travieso e inoportuno que era. Ya había perdido tres bufandas y un gorro en la semana, lo peor era que su madre le culpaba por ello dándole miles de razones, ¿Por qué no comprendía que él no era ninguna clase de Dios romano que controla la naturaleza y el clima a placer? De ser así ya estarían en verano por su causa y gusto.

Las vacaciones fueron tan pesadas como cargar costales de piedras en la espalda y además hacer sentadillas con ellas, sus piedras eran más de 200 páginas de libros distintos y su ejercicio fatigoso y tedioso era leerlas una por una y memorizarlas casi igual. Donghae no podía decir que la vida era una completa mierda hasta que entro a las clase en la Universidad, porque si, había conseguido que lo aceptaran totalmente después de sus esfuerzos en la semana de prueba y claro la ayuda de una profesora de mediana edad que no dejaba de decirle: "Tienes talento y amor al arte, es lo que necesito en mi clase" y claro porque impartía las horas del taller de música nada relevantes, en cambio su profesor de psicología no podía decir lo mismo.

Aun no estaba estudiando una carrera definida, más bien estaba en el episodio de la indecisión y en el que la universidad les daba de todas materias y nada a la vez para "ayudarles" a elegir el próximo marzo. Luego presentar un segundo examen para conseguir un lugar en otro edificio y estudiar la carrera de tantas existentes los siguientes años.

Donghae ¿sabía lo que quería? Quizás, pero aún era un tabú aquello. Últimamente, a esas horas salía de casa y hacia lo que ahora: sentado en una banca metálica en el parque a un lado de una fuente plana, con un cuaderno sobre las piernas y un lápiz en la mano. Iba ahí para concentrarse y escribir fragmentos de letras para canciones que solía componer como un pasatiempo simple, es decir ¿cualquiera intento hacerlo, no? Su padre admiraba su creatividad y le gustaba acompañarlo en las tardes dándole alguna que otra sugerencia o nota.

Durante ese mes que había pasado, tuvo mucho tiempo para pensar y no iba a mentir, había cambiado no sabía si para bien o mal pero lo había hecho. Sus vecinos y sus padres tenían presente a HyukJae en casi todo momento, a veces lo mencionaban en la cena. Y la familia de los Lee también avivaba el fuego contando orgullosamente sobre las cosas buenas que le sucedían al susodicho en Seúl y que les platicaba por teléfono.

Hae no se sintió incomodo las primeras semanas, incluso también llego a seguirle el juego a la gente en la plática sobre su amigo, pero todo con exceso harta. Pensar que tanta gente extrañaba y le deseaba lo mejor a Eunhyuk, era terrible, le quitaba importancia a sus propios deseos sinceros para el chico, le hacía sentir como el cero a más de tres ceros a la izquierda y se ponía a pensar: "Solo soy UNO MAS que le estima y extraña" todo empeoro cuando Kyuhyun le hizo abrir los ojos al decirle:

"Pienso que todo tiene un balance Donghae-hyung, y Eunhyuk-shii tiene a muchas personas siguiéndole el paso con flores. Debería haber también a quien ni le importe ni le moleste su vida, como a mí, pero en tu caso... es tu amigo, ambos eran iguales y no había ventajas en nadie, pero Hyuk se convirtió en alguien admirado por los adultos por ser tan cabeza y definido como la mayoría de los chicos no somos. Lo que digo es que él no te tratara como alguien inferior, pero al mismo tiempo hace notar quien es ¡mejor! Ahí está tu familia, si él no estuviera no tendrían tantas expectativas GRANDES para ti que sobrepasan las que puedas lograr y quieras hacer, en cambio al ver que HyukJae es capaz de tanto quieren ver a su propio hijo en el mismo lugar.

Siempre sucede, los padres hacen comparaciones sin querer para "según" alentar a su hijo con: ¿Por qué no eres como Hyuk? ¿Por qué no puedes aprender algo de HyukJae? Pero es tan molesto y no ayuda en nada. No deberías ser uno más que alienta a Eunhyuk para superarte, de todos maneras no le afectara teniendo a medio mundo de su parte."

Donghae lo medito tanto tiempo, hasta ahora seguía sopesándolo y una parte contradecía y otra demasiado persistente intentaba decirle que era correcto. Tal vez solo le hacía falta un detonante que lo confirmara. 



¡Soy Mejor! = Termino equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora