Capítulo 33

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(Advierto que este es "el camino del recuerdo EunHae" y es algo cursi. Tómenle atención y posiblemente hagan algunos descubrimientos)

Años atrás en Mokpo...

Sus cortas piernas no daban para atravesar la calle en menos de un minuto, y era tanto su entusiasmo por mostrar el nuevo juguete que le había sido obsequiado que le desesperaba no poder tener resortes en los zapatos y brincar hasta la puerta de los Lee para mostrárselo.

Como niño bueno esperaría a que el tráfico de autos cesara para poder atravesar, sin embargo esa idea se olvidó apenas ver asomarse la cabellera brillante por la ventana del segundo piso, así que se lanzó a la carretera sin cuidar nada.

-¡DIOS DONGHAE CORRE!- le llamo una voz exaltada desde un ventanal. Entonces el aludido se detuvo a ver arriba hallando la preocupada mirada de su mejor amigo.

-¡Hola Hyuk-ah!

-¡IDIOTA MUEVETE DE AHÍ!

Donghae escucho el claxon de un auto a corta distancia y corrió asustado hasta la acera, alcanzando el timbre de la casa de sus vecinos antes de ser acusado por el conductor. La madre de HyukJae le recibió cálidamente sin preguntar, sabiendo perfectamente a quien iría a ver a esa hora.

-Está arriba y acaba de ducharse Hae-yah, en unos minutos les subo algo para picar ¿vale?

Donghae hizo una reverencia y se sacó las sucias deportivas dejándolas bien acomodadas en la repisa de la entrada, luego tomo carrera a las escaleras rumbo a la habitación de HyukJae. Al abrir la puerta sin tocar se enfrentó con un rubio usando una simpática bata amarillo "pato" y sandalias blancas, luciéndole tan gracioso y tierno a la vez.

-¡Mira, mira, mira, mira ESTO!- gritoneo zarandeándole cerca del rostro un pulpo de felpa color blanco y azul sin molestarse en saludar antes. HyukJae alzó una fina ceja y tomo el juguete entre sus manos, inspeccionándolo.

–Me lo dio mi papá por el dibujo que hicimos en la escuela, dijo que me salió muy bien y lo merecía.

-Hum...- fue la respuesta del mayor antes de que su madre irrumpiera con una charola llena de golosinas.

-Les traje lo que encontré en la alacena y Sora no se ha comido- dijo la amable mujer dejando los tazoncitos sobre el escritorio Hyuk. Antes de poder irse fue detenida por su hijo.

-Mamá ¿Por qué tú no me has dado un obsequio?

-¿Porque tendría que darte uno?- inquirió sorprendida. Entonces HyukJae le mostro el juguete de Donghae y le dijo: -Yo hice mejor mi trabajo de la escuela, mi dibujo fue más lindo que el de Hae así que... ¿Por qué ustedes no me han dado nada?

La señora Lee comenzó a reír y dejo sin respuesta a los niños, cerrando la puerta a su espalda todavía escuchándose en el pasillo su melodiosa risa.

-Creo que eso significa que no te darán nada- comento el castaño sentándose a flor de loto en el suelo.

HyukJae volvió a ver el pulpo en sus manos y una sonrisa maliciosa se instaló en sus rosados labios. –Donghae ¿te parece si jugamos con tu nuevo juguete?

-¡Claro! ¿Pero no piensas cambiarte?

-Así estoy bien. Sacare al mío para jugar- el rubio se acercó a una caja decorada con estampado de superhéroes e ídolos de la música, buscando entre sus cosas a su propio pulpo morado un poco más grande que el de su amigo. Regreso alado de Donghae con él y le dijo: -Propongo a que tú estabas en peligro, y yo ¡Super PulpoHyuk! Te rescataba.

¡Soy Mejor! = Termino equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora