Capítulo 38

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La música que estaba reproduciéndose en el momento se apagó, y con ella la clase estaba terminada...

-Nos vemos la siguiente semana ¡Cuídense y practiquen!

-¡Sí!- respondieron sus alumnos comenzando a recoger sus cosas y yéndose en grupos del salón. Eunhyuk le encantaba ver como cada uno se divertía en la hora que trabajan juntos, era como si de verdad estuviera a cargo, aunque de un modo u otro lo estaba puesto que el profesor Shin pocas veces iba a apararse por allí.

-¿Donghae? ¿Puedes quedarte un momento?- el castaño asintió distraídamente, había estado asi desde un principio pero no quiso saber porque, además de no atreverse a preguntarlo directamente.

-¿Qué pasa?

-Necesito que trabajemos en la coreografía, ¿recuerdas que te lo mencione? Pues ahora solo somos tú y yo.

-Eso quiere decir que no almorzare hoy ¿verdad?- bufo –Ya, ya lo hare... da igual.

Eunhyuk mordió su labio inferior y se aproximó a una mochila en la esquina del espacio, de ahí saco un emparedado y una botella de agua refrescante. –Esto...- dijo extendiéndole la comida -¿Qui-quieres un poco?

Donghae volteo a verlo después de haber estado sentado en el suelo y mirando perdidamente la punta de sus zapatos, encontrándose con ese sonrojado rostro lechoso y ese tentador almuerzo que el mayor se había tomado la molestia de comprar antes. Una punzada dolorosa ataco su pecho.

-¿No vas a comerlo tú?

-Bueno... puedo conseguir otro- le respondió mientras colocaba una mano en su nuca.

-Yah, pero es tuyo.

-Y yo estoy ofreciéndotelo. O es que... ¿no lo quieres?

El castaño no podía negarse al hambre, ciertamente no desayuno y su estómago estaba encogiéndose con las ganas de devorar algo; pero ver como la persona a quien tanto había hecho sufrir seguía preocupándose por él era en si....¡Terrible! ¿No podía aceptar eso o sí?

-Lo siento. Gracias Eunhyuk pero... es tuyo- insistió esta vez con la voz tan baja que si no fuera por el constante silencio alrededor, el pelinegro posiblemente no le habría entendido.

-¡Nah! Tengo una idea- se sentó a su lado –Compartamos, asi ambos podemos comer un poco y luego ir a la cafetería, ¿te parece?

Donghae sonrió y asintió sin palabras, aceptando al mismo tiempo la mitad que ahora le ofrecían. Mientras desenvolvía con desesperación el emparedado, el recuerdo de HyukJae siendo cargado por Siwon regreso de golpe a su cabeza volviendo el ambiente incómodo para el menor.

-Oye, Eunhyuk-ah...- comenzó con algo de recelo –Tu y Choi son buenos, ami-migos ¿no?

El aludido abrió un poco más los ojos y de nuevo el molesto calor en su rostro le invadió. Casi había olvidado ese suceso. –Eh... sí, sí. Siwon y yo... supongo que somos buenos amigos.

-Uhum, se nota.

Un tenso silencio cayó sobre ellos, tan frustrante e interminable que bien podía hasta ser tangible si continuaba aumentando. Pero no lo descubrirían porque justamente dos personas llegaron a cortar el aire asfixiante.

-Oh, pensé que ya se habrían ido todos- dijo con amargura la voz gruesa y varonil de Choi Siwon, mirando de reojo al castaño deseándole que desapareciera. -¿Por qué estas comiendo tan poco HyukJae? Has hecho bastante ejercicio hoy, necesitas más energías.

-Estoy bien- Eunhyuk se encogió de hombros paseando sus oscuros ojos por cualquier lado menos a los dos chicos que tenía cerca, y en su campo visual apareció una pequeña joven escondida detrás de la puerta buscando claramente a alguien.

¡Soy Mejor! = Termino equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora