Your Life in my Hands

19 1 2
                                    

(Alexander)
La noche empieza a llegar, cada ves con mas intensidad, la luna se asoma poco a poco iluminando la oscura habitación.
Sam se ha enojado con migo al descubrir que Isabelle y yo nos hemos visto en secreto.
Ella me llena de vida. Tan calida como un sol en verano, pero en cuanto ella se va, mi alrededor se vuelve tan frío como el invierno.
Creí que la solución a esto era olvidarla, pero eso lo he intentado tantas veces que ya no es posible conseguirlo.
-No puedo creerlo Alexander. Simplemente no puedo, te precente a mi amiga pensando en que jamás se habían visto. Pero no pensé que ya se conocían, y menos aún, que habían tenido algo que ver.-ella tomó su maleta decidida a salir de casa.-Será mejor que nos demos un tiempo. Tengo que asimilar que todavía la quieres, que siempre la quisiste y ...-estaba a punto de llorar, quería abrazarla, decirle que yo no la amé como se merece, y que me duele profundamente no corresponder a su cariño.- que no me amaste, que solo sentias cariño por mí.
-Samantha, podemos hablar de esto, no te vallas, quedate ...
-¿Y como pretendes que me quede, si ... me engañaste desde el principio? No puedo, Alexander, no puedo hacerlo.
Cerró la puerta con fuerza. Arrancó la camioneta, y se marchó a toda velocidad.
~Tienes toda la razón al decir que nunca te amé, solo escondía mi miedo a no verla más en tus besos ... perdóname Sam, por no haberte dicho la verdad desde el principio.~
Ahora todo me parece frío. Visto a blanco y negro.
Tengo la sensación de esperar la luz verde de un semáforo descompuesto, esperando una señal para avanzar, para continuar con mi vida.

(Isabelle)
Me encontraba en el vestidor, cepillando mi larga cabellera, enredandola en un chongo, lista para salir a cenar. Sola, como empezaba a acostumbrar.
Escuché el tenue pisotear en la escalera, unas manos deslizarse por el barandal de madera pulida. Y una respiración acompasada.
Ha pasado tiempo suficiente como para olvidar su presencia, su voz, su tacto.
Tomé el abrigo del perchero, sin preocuparme por un intruso en casa, descolgue una bufanda y me miré una última ves en el espejo, salí de la habitación, llegue a las escaleras y me quedé petrificada.
Unos ojos fríos, me miraban.
-¿Irás a algún lado?-preguntó despreocupado.
-Garret ... que ... que sorpresa. No te esperaba.-tartamudee, sorprendida.
-Cambiaste el número de tu móvil, no te he podido localizar desde hace dos meses ... ni tus padres, ni John, mucho menos Samantha saben donde estás, que haces ... no saben nada.
Dime porque.
-No tengo porque contestar.
-¿Que te ha pasado? Antes me hubieras recibido con los brazos abiertos, un beso calido.
-Todo el mundo cambia.
-Te veo más pálida y delgada, el brillo de tus ojos es diferente ...
¿Fuiste al doctor?
-Sí.
Tengo una cita con la soledad, permiso.
-Tú no te vas ... ¿Que le pasó a Simba y a Jacob?- subió mas los escalones, apretó mi mano con fuerza cuando intenté bajar corriendo.
-Están con Eleanor, ahora no soy capaz de cuidar de ellos.-no lo miré en ningún momento.-Garret, dejame, me estás lastimando.
-¿Estás saliendo con alguien más? Nunca te habias arreglado tanto para salir. Nisiquiera conmigo.
-Deja de hacer preguntas.-mi voz sonaba tan distante ... glaciar.
-Lo aría si contestaras. Isabelle, te extrañe mucho, tu voz me hizo falta todo este tiempo. Tenía la intención de volver desde hace dos semanas ...
-Pero no lo hiciste. Te necesité lo suficiente como para suplicar por tu vida. Pero no lo hice, me demostre a mi misma que soy fuerte, quedo puedo ...
-¿Vivir sin mí? ¿Eso es lo que quieres decir?-levantó mi suéter lo suficiente para ver una marca donde antes me habían inyectado suero.-Estuviste en el hospital. ¿Porque no me llamaste?-su tono era de desesperación.
-Estuve a punto de morir en dos ocasiones. Dos semanas en el hospital, ninguna visita ... es culpa mía que éste así, pero también es tuya, sabes mi estado de salud, lo suficiente como para largarte a Francia y dejarme sola. En todo este tiempo me di cuenta de que nunca debí hacerte caso de volver, jamás hubiera pasado esto. Nunca hubiera recordado tanto de lo que quería olvidar con tanta desesperación ...-las mejillas me ardía de coraje, comencé a gritar cada ves más fuerte.
-Isabelle ... yo ... no sabía ...-su voz apenas si era un susurro.
-¡Claro que lo sabías! Y aún así lo hiciste.
No acepte el proyecto de remodelación, porque no tengo ninguna intención de quedarme aquí. Nunca la tuve, me iré contigo o sin ti. Eso ya no importa.
-¿A que te refieres con eso?
-Mis días están contados.
Pocos o muchos, los pasaré lejos.
Mi enfermedad avanzó mucho, es controlable, pero no curable. Habrá un día en el que mi cuerpo no responda al tratamiento, entonces dejaré de existir.
-No digas eso ... Isabelle, por favor ...-estaba desesperado por mi respuesta.
-No eres tú ... soy yo que no puede seguir mintiendo ...- puse una mano en mi corazón, ocultando mis manos bajo el suéter .-No puedo estar contigo Garret.
-Isabelle ... Porque dices eso ...
-Yo no te amó. Y no puedo estar con alguien así. Yo ... nunca lo hice. Intenté olvidar, 10 años ... intentando enamorarme de ti ...
-¿Y porque aceptaste cuando te pedí en matrimonio?-su tacto es frío, su mano temblaba al igual que su voz.
-Creí que con el tiempo lograría amarte como te lo mereces ... hacerte feliz cada momento ... cada día.
-Como se llama la persona que ocupa tu corazón, aquella que no pudiste olvidar ...
-Alexander West.-dije bajando con rapidez.
Pasaron dos cosas a la ves: corrí escaleras abajo, abrí la puerta de garaje y entré en el auto para salir a toda velocidad. Y Garret persiguiendome gritando con todas sus fuerzas que no me fuera. Que hablara con el del tema.

(Alexander)
Ella apareció en la entrada de mi casa, yo estaba en el balcón, tomando una copa de vino mientras miraba al cielo nocturno.
No podía creer lo que veía. A simple vista parecía mareada y desorientada.
Corrí a la entrada, para encontrarla en la puerta.
-Isabelle, ¿Pasa algo?-dije, tomandola de la mano.
En cuanto me vio, se abalanzó entre mis brazos y me besó.
-Sí quieres huir, podemos hacerlo ahora mismo.-pronunció tomando mi rostro entre sus pálidas manos.
-¿Pasó algo en tu casa?-pronuncie un poco preocupado.
-Quiero irme Alexander, ya noquiero estar aquí.-me dijo entre sollozos.
-Bien, entonces empacare mis cosas y tomaremos el primer vuelo a Alem...
-No, por favor, a Alemania no. Vamos a cualquier lugar, menos a Alemania.
-¿Canadá?
-Lo que sea.-empecé a sentir su latir cada ves mas lento, pausado. Sentía que su vida se me escapaba de las manos ...
Ella se desmayó, la subí al auto con urgencia, me dirigí a toda velocidad al hospital. Esperando que ella se recuperara ... que estuviera bien, aunque no fuera a mi lado. Aunque me doliera separarme de ella, y no volver a ver ese lindo rostro, ni acariciar ese espeso cabello castaño. Y mucho menos escuchar esa tierna voz.
El separarme de Samantha tenía un precio, no me había dado cuenta de cuan caro podría ser, pero no quería saber más si se trataba de la vida de la mujer a la que siempre amé con tanta desesperación y anhelo. Y que ahora temia por perderla para siempre ...
》》》》》》》《《《《《《《《《
¡Buenas noches lectores!
Capítulo nuevo.
Espero y lo disfruten.
Como sabrán, tenía pensado terminar con esta novela el 31 de Diciembre, pero eso no será posible, todavía me faltan algunos capítulos bastante interesantes para culminar éste lindo proyecto.
Para los que se preguntan que si escribiré otra novela de Alexander e Isabelle ...
Sobre estos dos chicos ya no.
Pero si otras con diferente temática.
Gracias una ves más por leerme.
A mis lectores con los que tengo contacto, gracias por apoyarme.
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Espero que el año que viene sea aún mejor que el que ya terminó.
Mis buenos deseos para todos.
Con cariño:
~Estefany Hernández.

I Will F♡llow You Into the DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora