Capítulo 8:Decisiones(Parte II)

8.7K 437 36
                                    

Antes de irme a dormir había cambiado el despertador para que sonara de manera normal, no quería escuchar las canciones que Kai había puesto en él y tampoco escuchar las él ya tenía, para elegir una o me derrumbaría junto con mi decisión de vengarme.

Me puse los mismos vaqueros que el día anterior, una camiseta rosa sin escote y me salí de mi habitación rápidamente para ir a la sala de descanso, que por fin había encontrado, y así, poder tomarme el café que tanto echaba de menos por la mañana.

Eran las nueve de la mañana cuando ya estaba con la máquina, parece que todas se despertaban poco antes de que llegaran sus clientes, porque no había nadie. Un alivio enorme para mí, pues no quería encontrarme con la idiota de Miriam.

─Si que madrugamos por la mañana, ¿está rico el café?─ dijo Kai apoyado en la puerta de entrada del área de descanso con el pelo recién mojado e increíblemente sexy. Me tuve que recordar que había pensado vengarme mil veces o me tiraría a su cuello como una tigresa en celo.

─Se podría mejorar, fuera de estas paredes seguro que está increíble. Pero si no hay otra cosa, me tendrá que servir─ respira Bel, se sarcástica e ignórale y todo irá bien.

─ ¿Estas mejor hoy?─como si a ti te importara pensé─ no he podido dormir en toda la noche, Bel. De verdad que no quería hacerte daño y no me dejaste explicarte y yo…

─Kai ya te dije que me daba igual, tranquilo─ dije mientras forzaba una sonrisa que para nada sentía─ yo haré mi trabajo y punto.

─Pero Bel, escucha─ dijo mientras se acercaba a mí y yo me apartaba rápidamente. Sabía que si esos brazos me envolvían perdería lo que pretendía conseguir.

─Kai, ya te dije que todo está bien─ dije forzando otra sonrisa de nuevo─ y ahora, si me disculpas, tengo trabajo que hacer─ y salí de allí antes de que él pudiera rebatirme nada más.

Caminé por el pasillo, pero no llegué muy lejos. Mi cabeza empezó a dar vueltas, mientras comenzaba a ver todo negro. Lo último que recuerdo es a Kai cogiéndome en brazos para no caerme y así darme un golpe contra el suelo, mientras me chillaba que no cerrara los ojos.

Me desperté en una enorme cama, incluso más grande que la que yo tenía aquí, en mi cuarto. La luz del sol entraba por una gran ventana de madera como la que había visto aquella vez al final del pasillo.

Me incorporé de la cama con una mano en mi frente, ya que, me dolía la cabeza y vi que Kai estaba en un sillón medio dormido. La luz del sol iluminaba su hermoso rostro haciéndolo brillar y provocando que mi corazón diera un vuelco, sabiendo que esa sensación nunca la volvería a tener con alguien que no fuera él.

La puerta se abrió y Kai se despertó. Sus ojos se centraron en los míos, quedando los dos mirándonos fijamente e ignorando por un momento que la puerta se había abierto. Kai me sonrió, mientras se levantaba del sillón y se acercaba a la puerta para recoger una bandeja de comida que habían traído. A continuación despidió al hombre y se acercó al borde de mi cama, mientras me miraba como analizando que todo en mi estaba bien.

─ ¿Qué ha pasado?, lo último que recuerdo es que iba caminado por el pasillo y comencé a ver todo negro.

─Te desmayaste, Bel. Él médico dice que tienes un principio de anemia, que no estás comiendo lo suficiente─ dijo con un tono de preocupación, ¿en serio que habían llamado a un médico?─ ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo?─ sí, claramente estaba preocupado.

─Emm…pues antes de ayer creo…no he tenido mucha hambre últimamente─ dije restándole importancia.

─ ¿¡Hace dos días que no comes, Bel?!─ si bueno, tampoco era para enfadarse tanto, tampoco es que yo fuera de mucho comer. Tenía tendencia a engordar desde pequeña y me había acostumbrado a comer solo por necesidad, no es que comer me entusiasmara.

♥Secuestrada por Amor♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora