Capítulo 6: El Poder de la Fe

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A varios kilómetros de ahí caminando sin rumbo y sin haber dormir durante la noche, Caty iba sumida en sus pensamientos, sus pasos eran torpes, se balanceaba de lado a lado, su cabello esta revuelto, su manos se agitaban sin control. Finalmente Caty tropezó y cayó al suelo rompiendo a llorar pero no porque se haya lastimado, sino por el trauma de ver morir a su único hermano y no haber podido hacer nada para salvarlo. Los recuerdos de todos los momentos que pasaron juntos invadieron su vista; las cosas que hacían, cuando Max curaba sus heridas, cuando jugaban juntos y otros momentos felices, era imposible olvidarlos

Ahora, todos esos recuerdos regresaban como el viento.

-Max, perdóname. -dijo Caty llorándole al alma de su hermano- Por favor, perdóname hermano. No pude ayudarte a salir de ahí y te deje morir. Que Dios te tenga en su gloria.

No era ningún secreto que los Taylors eran muy católicos y siempre rezaban al Dios de los cielos y la tierra. Cuando Caty abrió los ojos y levantó la cabeza, vio que se encontraba en las ruinas de una iglesia; muchas cosas, algunas destruidas y otras no tanto, estaban esparcidas por todos lados, el techo también estaba destruido. De todas las cosas rotas o destruidas, el Cristo era lo único que estaba intacto. La iglesia donde Caty estaba pertenecía a una comunidad rural aledaña a Irapuato que estaba en el camino a Abasolo, solo que estaba más cerca de la primera que de la segunda.

Caty se le quedó viendo al Cristo durante varios segundos y luego bajó la cabeza.

-Oh Dios, ilumina mi mente para comprender el sacrificio de mi hermano. -dijo con los ojos cerrados- Te pido que sanes esta herida en mi corazón que me está matando.

Todavía estaba hablando cuando recordó 2 cosas que había dicho su hermano esa noche.

-"He cumplido aquella promesa que hice. -esto fue en la valla fronteriza y en la casa- Antes de perder a nuestros padres, les prometí que te mantendría a salvo... y es una promesa que pienso cumplir hasta el fin de mis días"

Entonces Caty lo entendió, había comprendido porque lo que Max había hecho, tal como lo prometió, proteger a su hermana hasta su final.

-"Ay hermano, debí comprenderte y ahora me quedé sola para siempre" -pensó Caty.

-Un momento, ¿qué estoy pensando? -recapacitó la chica girando la cabeza y dirigiéndose al Cristo -si te tengo a ti, mi buen amigo Jesús.

Entonces Caty se acordó de una canción que se cantaba en misa a la hora de la comunión y decidió cantársela al Cristo pero antes de empezar, se dejó oír una bella música que vino de la nada pero eso no le importó a la chica pues en el momento justo empezó a entonar la letra de la canción "Jesús Amigo" que decía así:

"Hoy te quiero contar Jesús que contigo estoy felizsi tengo tu amistad lo tengo todo, pues estas dentro de mí.Despumes de comulgar me haces como Tú, me llenas con tu paz,en cada pedacito de este pan, completo estas y así te das.Estas ahí por mi porque conoces, que sin ti pequeña soy,de ahora en adelante, nada nos separará, ya lo veras.(coro)Te escondes en el pan, y aunque no te puedo verte puedo acompañar, es mi lugar preferido.Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo."(espacio instrumental)

Aún quedaba otra parte por cantar pero antes de que Caty la entonara una voz masculina se le adelantó y era una voz conocida, Caty se giró y vio ¿a su hermano acercarse a ella? Posiblemente era solo una visión de su mente, fuera lo que fuera, Max comenzó a catar la siguiente parte.

Al terminar de cantar esto, Max se desvaneció en el aire, parecía que después de todo, si fue una visión de su hermano. Caty decidió terminar de cantar

Dos mil años atrás a tus amigos invitaste a cenary ahí les prometiste que con ellos, por siempre ibas a estar.Y ahora cada vez que el sacerdote eleva el pan en el altarme pongo de rodillas porque sé que en esa hostia Tú estás."Te escondes en el pan, y aunque no te puedo verte puedo acompañar, es mi lugar preferido.Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo.Me vuelves a salvar, como lo hiciste en la cruzen cada misa tu repites tu sacrificio.Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazónasí de par en par, eres mi mejor amigo."

​Toda contenta, Caty corrió hacía el Cristo y abrazó la base de la cruz mientras terminaba de catar la última palabra

"Jesúuuuus"

Finalmente la canción terminó, Caty estuvo abrazando los pies de la cruz durante un buen rato hasta que recapacitó que no había dormido durante la noche y el sol ya había salido por lo que apiló algunas cosas de las ruinas de tal forma de que generaran sombra, sacó un abrigo de su mochila, lo hizo almohada y se acostó a dormir en la sombra, y vaya que le hacía falta pues se quedó dormida al instante. Eran casi las 8 de la mañana cuando se acostó y cuando despertó ya eran casi las 2 y la causa fue que el hambre acosaba a la chica pero al despertar, se llevó una gran sorpresa.

En vez de ruinas, el Cristo estaba sobre una colina de unos 3 metros de altura y tras la colina había algo más alto todavía de color café. Al inspeccionarlo, Caty se percató de que ¡había una cabaña para una persona! La sorpresa de la chica fue mayúscula, al principio Caty creyó que era un sueño, se pellizcó y sintió dolor, esa cabaña era muy real; aún con la sorpresa, entró en la pequeña casa. El interior era demasiado simple: un sillón largo, una cama, un mini refrigerador, una pequeña estufa portátil, lavadero, vajilla e incluso un baño con lava manos y ducha. En el exterior, a un lado, había un tinaco mediano y un generador que funcionaba con la energía del sol y baterías recargables para en caso de usar electricidad durante la noche, sobra decir que todos los muebles estaban hechos de madera.

La sorpresa seguía presente, Caty advirtió que en el sillón había una nota, decidió leerla, esta decía lo siguiente: "Tu fe te ha salvado, ahora te cuidaré yo". La cabaña era un regalo de Dios, un regalo que Caty no rechazó, tomó las mochilas y se metió a su nuevo hogar y con mayor sorpresa la cama y el sillón eran increíblemente cómodos, hasta el lado de la cama había contactos de luz, de su mochila Caty sacó un pequeño crucifijo de pared y lo puso sobre la cama. Una nueva vida le esperaba o al menos eso esperaba.

Entre las cosas que Max le había dejado a su hermana, además de comida y cuadros de sus mejores momentos, había 2 cosas que le quiso regalar desde hace mucho tiempo, su celular y su tablet, obviamente le quería comprar sus propios aparatos a ella y así podrían jugar o comunicarse desde cualquier lugar. El celular era un Smartphone Airis TM420M, con pantalla tactil, 2 cámaras y muchas otras funciones, este celular era de 2 chips a la vez. La tablet era de marca Lenovo, la pantalla era de 7 pulgadas, 2 bocinas, Internet portátil y como cereza sobre el pastel, utilizaba energía solar; tal vez era una tablet pequeña pero tenía demasiadas funciones y su velocidad para responder la hacía muy costosa y de seguro, solo los ricos podrían adquirirla; sin embargo, Max tenía una.

Al encenderla, Caty recordó que Max había instalado una aplicación de piano y quiso tocar una canción también tuvo la suerte de que su hermano grabó las teclas que debían tocarse para que se escuchara la canción, simplemente se debía cantar. La canción se llamaba "Ángel", Caty la compuso cuando su hermano se fue a un campamento y lo extrañaba, esto decía la letra:

"Así es la ley, hay un ángel hecho para mi.Te conocí el tiempo se me fue, tal como llegóY te fallé, te hice daño tantos años yo pasé por todo sin pensar.Te amé sin casi amar y al final quien me salvóel ángel que quiero yoDe nuevo tú, te cuelas en mis huesosdejándome tu beso junto al corazón.Y otra vez tú, abriéndome tus alasme sacas de las malas, rachas de dolorporque tu eres el ángel que quiero yo.Cuando estoy fatal ya no se que hacerni a donde ir, me fijo en tiy te siento cerca pensando en mi.El cuerpo se me va hacia donde tu estasmi vida cambió, el ángel que quiero yoDe nuevo tú, te cuelas en mis huesosdejándome tu beso junto al corazón.Y otra vez tú, abriéndome tus alasme sacas de las malas, rachas de dolorporque tu eres el ángel que quiero yo.

Así concluyo la canción, Caty se sintió mas relajada y mucho más tranquila.


De la Noche a la MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora