Michael era un chico normal como todos, en realidad no tenía nada en absoluto que lo haga especial.
O sí.
Quizá él no sabía que todos los "chicos normales" no son callados, que no a todos les molestan las personas y sobre todo que no todos los chicos comunes le tienen miedo a enamorarse.
Tal vez el después de todo no es un chico corriente pero no lo sabe. Piensa que es la clase de persona que nadie en el mundo elegiría, si tuvieras que seleccionarlo en vez de ser la segunda opción Mi cree que sería la décima. Si fuera el último chico en el mundo sabe que la humanidad se extinguiría tan rápido como se escapa el aire de un globo al pincharlo. Quizá él no se ama tanto como los demás, esa cosa lo hace diferente.
Michael es alto y delgado, pálido como la nieve y delicado como el cristal. Camina siempre mirando hacia sus viejos tenis. Cuando la gente se detiene a mirarlo él se siente como el monstruo gigante que se esconde bajo la cama. Pero piensa que las personas lo observan por su forma lenta y torpe de caminar, no entiende que pueden ver en el que les llame la atención, si solo es un torpe joven más del montón.
siempre escondido tras su largo y oscuro cabello que cubren casi por completo sus ojos verdes,que podrían derretir a cualquiera si entrase en contacto con ellos.
Michael podría conquistar a cualquiera sin si quiera intentarlo pero claro que el cree todo lo contrario.Se siente tan asqueroso y diminuto delante del mundo, pero gracias a dios agradece que las personas también piensen así y pasen de el.
A Michael le encanta escuchar historias que su abuela le cuenta, aunque suena infantil él lo es.
Ella siempre le dice que es único e inigualable, dice estar orgullosa de cuando ha crecido y el no piensa haber crecido nada, cada vez se siente más y más insignificante y pequeño.
Siempre anota en un cuaderno las historias más maravillosas y raras que escucha de su abuela y al terminar el día no puede esperar a que sea el día siguiente para saber con qué locura saldrá su nana.
En realidad es lo único que le gusta y lo motiva a sonreír todos los días, el no sería nada sin esas historias y no deja de pensar si son falsas o en realidad le habrían sucedido a alguien. Su abuela siempre le contaba también sobre su madre y lo hermosa que era, el parecido que tienen, hasta casi la misma personalidad que siempre pasaba desapercibida.
Hace tiempo que ya no le cuenta nada sobre su madre porque cada vez que ella dejaba escapar el nombre por sus labios, sus ojos se llenaban de lágrimas y el sentía un enorme vacío en su interior, su corazón se destrozaba al ver a su abuela llorar y tenía demasiadas ganas de hacer algo por devolverle a su hija. Deseaba haber sido él el que muriera y no su madre que no pudo conocer.
Su abuela la persona más importante en su aburrida vida, siempre tan radiante y feliz.Se pregunta como hace para estar así todos los días y también si en realidad está orgullosa de el, alguien tan despreciable e insignificante. Ella se merece mucho mas y él se siente terrible por no poder darle lo que en realidad se merece.
Pero Michael no sabe lo agradecida que esta su abuela de que él sea como lo es, diferente, alguien puro e inusual en el mundo de hoy.
"personas como tú ya casi no existen querido, debes saberlo."
Y Michael sonríe, pero no por el intento de subirle el ánimo que tiene su abuela, si no por pensar que quizá tenga razón y que gracias a quien sabe no existen más chicos como él y eso le hace un favor a la humanidad.
Si solo sirve para ocupar espacio.
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extra-ordinario.
Teen FictionMichael era un chico normal como todos, en realidad no tenía nada en absoluto que lo haga especial. O sí. Quizá él no sabía que todos los "chicos normales" no son callados, que no a todos les molestan las personas y sobre todo que no todos los chi...