14.- Te amo papá.

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Narra Anyika.

Abrí mis ojos pesadamente con un dolor de cabeza insoportable y unos mareos, que era como si me iba a explotar. Al calmarme por un buen rato, siento de que ando acojinada. Miré a mis alrededores.

Estoy en mi habitación... Osea, ¿cómo llegué aquí si yo...? —Me decía esto a mi misma, ya que no recuerdo nada lo que pasó hoy...

Hoy.

Desesperadamente, un rayo cruzó en mis pensamientos, recordado todo lo que había pasado.

Ese sentimiento, esa pelea...

Kiroto, la tal Akira, Hana, Sora...

Todos ellos...

Grité horrorizada.

—¡Any! —la voz de mi padre me sacó de esos penetrantes pensamientos, entrando en mi habitación—. ¡Hija, ¿qué pasa?! —se sentó rápidamente en mi cama, tomando mis dos mejillas con sus manos y haciendo que ambos nos miremos fijos.

—¡Es horrible papá! —lloré—. Era horrible...

—Tranquila amor, tranquila —me abraza, acariciando mi cabello—. Estoy contigo, solo es una pesadilla...

—No papá, era real...

—¿Qué? —dejó el abrazo y volvió a mirarme—. ¿Cómo así que era real?

—En la e-escuela... —continué temblando—, e-eran f-fe...

—Respira hondo cariño —hice tal como me dijo—. Solo respira hondo, cálmate y dime qué pasó.

—Mis amigos... Eran fenómenos...

—¿Cómo así? —arqueó una ceja extrañado.

—¡Sí papá! Eran fenómenos. Decían que bajara el aura y todo eso...

Mi padre no me había dicho nada, solo se quedó ahí, mirándome como si estuviera loca.

Pero luego, sonrió con calidez.

—Pequeña, solo es estrés, nada más.

—¿Estrés? —aventé un poco mi cabeza hacia atrás extrañada.

—Claro —continuó—. Tuviste un largo día, y tal vez la pesadilla te hizo que vieras eso como si fuera real. Es normal.

—¿Cómo puede usted, estar tan seguro? —haciendo una mueca de tristeza.

—¿Qué edad tengo?

—35

—¿Entonces? —alzo sus cejas.

Di un suspiro. —Tienes más experiencia que yo, ¿feliz?

—Sí —sonrió—. Bueno, como ya es de noche, me imagino que tienes tareas que hacer, ¿no?

Mierda, las tareas...

—Emm... Papá hay algo que quiero decirte... —susurré.

Se quedó callado por un rato, sin dejar de sentir que me estaba mirándome con atención.

Habló:

—¿Qué pasa? —su voz se volvió ronco. ¿Por qué será?

¿Será qué me tiene algo oculto? ¿Por mi bienestar? ¿Por ellos...?

Ni idea...

—Tengo un pequeño problema en la escuela... —no respondió—. D-Digamos que la maestra de literatura me advirtió que si no tomara el examen por en...

Balance of Yin-Yang© »Pausado...«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora