20.- ¡Devuélveme lo que es mío!

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Narrador.

Solo con ver estas escenas, te demuestra que ves un caos lleno de locura y de desesperación.

Mirar antes tus propios ojos esas escenas tan horripilantes, sucias, traumantes; en fin, todo lo que le pase en su maldita cabeza, un psicópata recién salido de su manicomio, eso te condena a una frustración y un shok que llevará un determinado tiempo de pasar eso en tu cabeza...

Apenas para ellos dos dice que eso es completamente ''normal'' para su querido hermano, pero ver eso: que mate a todos con lleno de canibalismo, arrancar sus cabezas lleno de carnuda cruda, suave y comestible; el olor sangre metalero invadiendo el lugar y penetrando en cada narices de ambos, haciendo que ella se empiece a balbucear y babear deleitadamente, mientras que el otro sigue sus pasos, pero se contiene su costura; sin órganos, huesos...

Ya saben, todas la cosas que demuestra un caníbal que oye, te traumas.

Ellos sólo se quedaron observando esa acción. Maquinaban desesperadamente de qué deberían hacer para que no llegara a un extremo de destruir todo, como pasó hace 12 décadas...

Sí, hace doce décadas pasó algo que ellos jamás se olvidarán.

—Hana... —musitó el moreno en nervios.

—¡Cállate joder! —exclama—. Trato de maquinar...

Al estar maquinando, sintieron que observaba un ser caníbal que trataba de acercase de la forma más sigilosa que ellos ni cuentas se den. Ambos se miran mutuos, un largo silencio los incomodaba. Volvieron a mirar de frente.

Se congelan. Sabrán por qué:

1. Está de frente a ambos, con una sonrisa macabrante, mostrando esos dientes medio amarillos pero afilado de tiburón blanco.

Ambos se quedan estáticos, congelados...

Están de una forma que ni saben que hacer... Sólo observando la frialdad, cínica y penetrante ojos amarillos, eso les causa un no sé que en ambos.

Ella se convulsiona horrorosamente y este ta' que ni se diga...

Empiezan a sudar frío. Sus latidos están a una fuerza bruta que pasa a los 7 por segundo, osea, están que se va a detenerse o a explotar. Hana empieza a respirar irregularmente y el moreno pasa saliva.

No saben que decir o qué hacer. Hasta que el de los ojos amarillos rompe el silencio con lleno de diversión.

—Cuánto tiempo sin verlos, chico.

La morena ríe en nervios.

—Jejejeje... Holi.

—¿Qué tal Minotauro? —sonrió pálidamente el moreno, respirando y riendo de una forma que ni sabe—. Cuánto tiempo...

Minotauro ladeaba su cabeza de un lado a otro observando con atención a cada uno de los morenos. Entrecerró sus ojos y dio una jalada suave. Arqueó una ceja

—¿Cómo es que ustedes aun siguen vivos? Lo vi muertos hace un rato...

—Emm, qué te digo —miró por todos lados, hasta ver desde lo alto la morena pálida volando y sujetando a la peliazul turquesa—. ¿Ves las que están allá arriba? —señaló, haciendo que el mismo observara con desdén—. Digamos que ellas nos ayudó a los dos que nos sintiéramos... ¿vivos? Quién sabe.

—Oh, interesante —sonrió serenamente—. Bueno, creo que ya no hay nada que hacer. Todo está bajo control, así que, ¿por qué no se van a otro lugar y me encargo de todo como hace unos momentos? Así los dejo vivir, claro está.

Balance of Yin-Yang© »Pausado...«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora