16 - 2❤ .- Conque una familia, ¿eh?

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Narra Tadashi

Primera vez que contaré mi historia, o bueno la parte mía de mis líos. Llamadlo como quieran...

Desperté con un dolor insoportable, que era como si un remolque de más de 500 toneladas estuviera encima mío. Aguantar ese dolor que me hicieron esas lolis era lo peor. Apenas fue ayer, pero era como si hoy lo hicieran...

Parpadee un par de veces y me cubrí del sol con la ayuda de mi brazo. Traté de estirar mi cuerpo ya que estaba cuajado, pero maldije la hora cuando un crujido sonó entre mis costillas e hice un gemido de dolor, haciendo que mi hermana apareciera corriendo en mi habitación.

—¡Nii-chan, ¿te encuentras bien?! —sus ojos estaban cristalizados y andaba con el botiquín de primeros auxilios.

—Si, no te preocupes —traté de levantarme, pero la maldita columna no me dejó—. ¡Ah, maldita sea!

—¡No te muevas, no estas curado aún! —me ordenó, cosas que detesto—. Por tu bien...

—Te dije que estoy bien, en serio... —di un pretexto, después de que mi cuello entrara un viento—, ¡maldición, ahora que falta ¿qué se rompa la pierna?!

—Nii-chan...

Al mirar a mi hermana, vi que estaba en lagrimas con sus ojos entrecerrados. Me sorprendí repentinamente y me importa que el diablo me lleve con todo y cuerpo, la abracé. Ella dejó de sollozar y la miré ante sus hermosos ojos:

—Lo siento, no debí ser duro contigo, ¿me perdonas? —asintió—. Quitas esas lagrimas, las detesto verlas y más si trata de ti.

—Hermanito~...

Volvió a abrazarme y le correspondí, haciendo que ella me dijera que hacer o no.

Odio que me manden a hacer cosas que detesto, pero lo que más odio es que vea las personas más importantes estén en lagrimas, principalmente Yukii, mi hermana menor.

[....]

Después de que mi hermana me hiciera unos chequeo y que me relajara en un determinado tiempo (dos horas fueron...) traté de levantarme de la cama, pero con un dolor pude lograrlo. Me sentí contento por lo que me hizo Yukii, a veces dura hasta un milenio revisándome por todo el cuerpo (sí, todo el maldito cuerpo, hasta donde no debe hacerlo...), pero vale la pena la espera y la larga curación. Amo sus queridas manos, son tan idénticas como las de mi vieja.

Mi vieja...

—Ay doña, cuánto deseo que estés aquí en estos precisos momento... —dije con un largo y nostálgico suspiro.

Me senté en la orilla de la cama, posando mis manos en ambas mejillas y mis hombros, en el de los muslos, pensando que hacer hoy. Me quedé meditando y puse mis manos en mi rostro como si estuviera orando.

¿Qué haré, qué haré? Bien Tadashi, estas meditando como un idiota sin saber que hacer...

No tenía más opción que suspirar. Me levanté de la cama y fui al baño para limpiar mis dientes. Después, me puse una franela negra ya que estaba en boxer y tocando mi collar, bajé de mi cuarto hasta la cocina.

Tengo horas sin comer y me muero del hambre.

Al llegar, olisqué por un momento guisos de pescado, con arroz frito y ensalada verde. Miré por el otro lado de la cocina y la vi a ella cocinando.

—¡Ay, que bueno que despertaste, Tadashi-kun! —se me acerca y me acaricia mi cabello con una linda sonrisa—. ¿Cómo te sientes?

—Estoy bien, Carlyn... —mirando al otro lado con mis mejillas ruborizadas.

Balance of Yin-Yang© »Pausado...«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora