Cuando se trata de ti nunca me voy.

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  Vuelvo al sitio en el que te escribí la carta de despedida, ¿la recuerdas? Vuelvo aquí como si no me doliera estar en él. No sé exactamente lo que te quiero decir ni por donde empezar, solo sé que de tantas veces que he leído esa carta ya me la sé de memoria, sé que en ella te digo adiós, te pido que te quedes pero sobre todo que seas feliz si encuentras a alguien a quién querer. Sé que en ella te dije adiós pero sé de sobras que ese ni de coña era mi adiós definitivo porque cada vez que te escribo es como volver a ti, como volver a saludarte y volver a quedarme un rato contigo. Y sé sin duda alguna que nunca en la vida podré decirte adiós del todo, sé que si alguien me habla de ti aun sin ser tú del quien hablan, me acordaré de ti, sé que habrá miles de cosas en este mundo que me recordarán que te conocí, que me enamoré como una estúpida, que te quise como nunca más voy a querer a nadie, que me quedé con las ganas de poder abrazarte y besarte, que me quedé con las ganas de saber lo que era tener a mi persona favorita entre mis brazos pero sobre todo nunca voy a saber lo que significa poder escuchar un te quiero tan sincero como el tuyo a apenas dos milímetros de mis labios, me quedé con las ganas de despedirme con un beso y tal vez con un 'hasta pronto', no me gusta decir adiós porque decirlo implica tener que olvidar y aún habiéndotelo dicho mil veces ni siquiera ha habido una de ellas en la que intento ni siquiera un poco olvidarte. No sé por donde se empieza a hacerlo pero sí sé como acaba, acaba siguiendo mi vida sin ti y aún no me siento preparada para ello. Siento que una parte de mi aún se empeña en esperarte porque cree que a la mínima me vas a echar tanto de menos que vas a volver a buscarme como otras veces hiciste pero pasan los días, las semanas y ya han llegado a pasar meses y no hay rastro de ti. Miro a mi alrededor y no has vuelto, no escucho tu voz ni tampoco tu risa en ninguna parte y si la oigo es solo mi imaginación que sigue haciendo eco de tu risa desde la última vez que la oí y, joder, hace tanto de eso que siento que me hundo. Que no paro de ir hacia bajo cuando me gustaría estar arriba, no paro de hundirme y seguir hundiéndome porque no te encuentro en ninguna parte y sé que aunque fuera a buscarte ya no te acordarías ni siquiera de quién soy ni de lo que un día te hice sentir porque si realmente me hubieses necesitado como prometías, nunca, jamás te habrías ido y lo sabes, no me digas que no porque sabes que es así. Eras de las pocas personas que siempre estaba ahí, que me hacían feliz y a las que le dí el poder de escucharme reír porque eras de las pocas personas que se quedaban a oírme llorar. Te quedabas para calmar mis miedos, para decirme cuatro tonterías que me hacían reír, me decías que me querías y se me iban todos los males, ¿acaso no recuerdas nada de eso? ¿no recuerdas las veces que estábamos en el teléfono y éramos felices? ¿no recuerdas aquella vez que te dije que te quería después de un largo suspiro y dijiste sin duda alguna que ese era el te quiero más sincero que habías recibido en toda tu puta vida? ¿no lo recuerdas? ¿no recuerdas el miedo que tenía yo de perderte y decías que no tenía ni cabeza ni pies tenerlo? ¿cómo que no? Mírame, lo tenía porque sabía que te irías y que llegaría el día en el que te tendría que decir adiós y llegó, te dije adiós por decir algo porque sabía desde el primer día en el que te perdí que nunca en la vida podría deshacerme de ti ni de tu recuerdo. Sabía que no habría ni un solo día en el que no pensase lo mucho que llegaba y llego a necesitarte. Es que, no sé, sigo aquí hecha una mierda porque no sé si después de éste adiós va a haber ningún 'hola' más y eso me mata por dentro, el no saber de ti, el no saber si seguirás recordándome como yo te recuerdo, si me seguirás escribiendo como te escribo y me mata el no saber si después de decirme adiós has hecho lo que todos hacen, olvidarme, dime, ¿acaso has olvidado a la mejor persona que decías haber conocido? Porque para mi parece que no ha pasado el tiempo, me dejaste un domingo y parece que solo es lunes por la mañana y que todo ha sido una pesadilla y que en un rato me llamarás pero miro al móvil y parece que no tengo cobertura o que tu has olvidado mi número para llamarme porque ya no sale tu nombre en la pantalla y en vez de ser septiembre que es cuando todo verdaderamente se acabó, ya ha llegado Febrero y de aquí poco daremos la bienvenida a marzo y, siento que el tiempo pasa menos yo, que tú ya no pasas por mi vida como la hacías antes pero que si alguien me pregunta que coño es lo que me pasa, siempre pensaré que me pasas tú. Que no puedo olvidarte, no hago más que recordarte, llorarte, pensarte, amarte; hago todo el arte que te pueda pasar por la cabeza menos olvidarte, parece que cuando se trata de ti eso no me va, así que no te creas ninguno de mis adiós porque cuando se trata de ti nunca me voy.  


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