Jodámonos la vida de otras formas, pasemos de enamorarnos.

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  He decidido escribirte una carta en un papel cualquiera porque ya no puedo siquiera escribirte en la espalda lo mucho que necesito decirte. Siempre me he quejado de tus idas y venidas pero es mucho más duro el que te hayas ido de mi vida y ni te plantees el volver aunque sea solo un ratito, cinco minutos más, y si lo haces pararé el reloj para que no corra el tiempo y así esos minutos se harán eternos y ya no podrás irte. No sé qué decirte porque hay tantas cosas guardadas dentro de mi que siento que a la minima estallarán y me dejarán más rota de lo que ya estoy... y cariño, ahora mismo no sé ni qué pensar, ni qué creer, ni qué sentir ni qué esperar de mi, de ti o de alguien. Solo siento que a la mínima voy a echarte tanto de menos, que querré volver a tu vida aún sabiendo que eso no es lo mejor para mi. Siento que eres mi debilidad, el punto débil del que tanto hablo y del que no puedo deshacerme. Noto que cada día es otra mierda porque todo me recuerda a ti y llegar a casa y ver que no estás como antes estabas, me hunde. Sé que siempre escribo sobre la misma mierda pero los que escribimos lo hacemos o porque estamos enamorados o porque nos acaban de romper el corazón y me parece a mi que yo me encuentro en lo segundo porque si estuviese enamorada de ti y saliese de puta madre no escribiría tanto y disfrutaría de ti, joder si lo haría. Te haría el amor infinitas veces y aún así nunca tendrías suficiente de mi, de ti, de nosotros, de todo. Pero no es el caso, son la una de la mañana y solo hago que fumar un cigarillo detrás de otro, tengo ganas de pillar la turca del siglo a ver si te olvido pero con la mala suerte que tengo estoy segura que me pondría a llorar y le hablaría a todo el mundo de ti y paso, no todos tienen derecho a saber mi historia. Solo tú, yo y nadie más. Lo que me fastidia es que lo más probable es que si estuvieses aquí ya habríamos tenido una pelea de las nuestras, nos habríamos gritado de todo pero después después te habría besado como ninguna otra tía te ha besado ni te besará en todo tu puta vida y lo sabes. Te habría echado en cara lo capullo que eres y tú me habrías enviado a la mierda un par de veces después de decirme lo niñata que llego a ser, ¿y? No me importaría, odiaba discutir contigo pero si en estos instantes lo estuviese haciendo significaría que te tengo pero no tengo esa suerte. Te habría besado infinitas veces y te habría susurrado mil 'te necesito' que ahogaríamos entre suspiros y caricias entre las sábanas o donde tu quieras. Donde sea mientras sea, tú y yo y que no se nos olvide todo lo que sentimos. Si estuvieses aquí podría entrelazar tu mano con la mía y me besarías los dedos como siempre hacías, me harías cosquillas, te acariciaría el pelo, te contaría cómo me ha ido el día y tú fingirías escucharme igual que yo lo hacía cuando me hablabas de coches o de fútbol y, joder, aún así éramos felices y no puedes negármelo. No puedes. Del mismo modo que yo no puedo negarte que en vez de tenerte estoy pasando otra noche más jodida, echándote de menos mientras digo que no lo hago, prometiendo a gente que estaré bien sabiendo que eso no va a pasar, intentando ser feliz y sin saber por donde empezar pero tranquilo, no soy la única. Estoy segura que la mitad de personas del mundo o ocho de cada diez personas que leen esto estarán en estos instantes llorando por un gilipollas o por una niñata como yo que ya se ha ido de sus vidas así como te lloro yo. Seguro que estarán hundidos, no podrán más, querrán rendirse para siempre y necesitarán buscarte allá donde estés pero no pueden. No pueden y no puedo. Y hay que joderse y seguir porque en esta vida no hay nada seguro ni nada claro y lo que sí tengo seguro es que no quiero llegar al fin de mis días echando de menos a un capullo como tú que no supo cuidar a esa "niñata" y lo digo entre comillas porque sabes, muy en el fondo, que no lo era, solo era la única persona capaz de hacerte feliz en milésimas de segundo y que la llamas así porque te jode que no haya otra como ella y que no haya salido bien. Y por eso te llamo capullo, porque para mi lo eres por no luchar por mi como yo estaba luchando. Y, tío, con un capullo como tú en mi vida ya he tenido suficiente para el resto de ella. Así que planeo quedarme toda la noche en vela a ver si acabo esta caja de cigarrillos de una vez y, sí, estarás pensando que es probable que cada uno de ellos me quite un día de vida o años, no lo sé, pero prefiero joderme la vida con ellos que joderme la vida contigo porque al menos ellos no me hacen llorar.  


Escribiendote...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora