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Harry

Fue demasiado difícil hacer que Samantha y Ana dejaran de pelear, después de unos cuantos insultos, de parte de Ana, una enfermera salió del hospital y dijo que estábamos haciendo demasiado escándalo y que si no queríamos que llamara a la policía nos deberíamos ir o que las señoritas dejaran de pelear.

Ahora estábamos todos sentados en los sofás de la sala de esperar, el doctor Jackson era un señor de edad avanzada pero, según Nick, hacia muy bien su trabajo. Además de que estaba especializado solamente en embarazos masculinos.

—Harry Styles, pase

La enfermera nos avisó y todos nos páramos de un salto, Ana caminó a un lado mío mientras nos dirigíamos hacia el consultorio.

—Oye, ¿por qué eres amigo de una perra como ella?

—Te escuché—dijo Samantha detrás de nosotros.

—De eso se trataba, estúpida.

Negué con una sonrisa y miré a Ana, ella también sonrío. Llegamos al consultorio y entramos.

—Buenas tardes, ¿Quién es el señor Styles?—el doctor usaba unos grandes anteojos, lo que hacia que sus ojos azulados se vieran realmente grandes, su cabello era blanco...se parecía al anciano de la película de la casa con globos.

—¡Es él—Samantha gritó mientras me daba un empujón hacia adelante.

—No es necesario que me grite, señora. Estaré viejo pero no significa que esté sordo. Muy bien, señor Styles, recuestece en esa cama y suba su camisa.

Yo hago lo indicado aguantando una risa pues la cara de Samantha es de total sorpresa, no se esperó que el doctor fuera a decirle algo así, la que no pudo contener una pequeña carcajada fue Ana y Louis, bueno el solo bajó la cabeza y ví un movimiento brusco en sus hombros, supongo que él también rió. Cuando me acomodé en la camilla Ana se paró a un lado mío y tomó mi mano.

El doctor se acomodó en el banquillo y me puso un gel transparente, era frío, muy frío. Me estremecí por eso y el doctor soltó un risilla. Tomó un pequeño...bueno era como un control...o una depiladora, en realidad era muy extraño. Aplanó unos botones del tablero que arriba tenía una pantalla y puso la cosa blanca sobre mi estómago, empezó a moverla demasiado lento, estaba nervioso, claro que lo estaba. Tal vez este bebé no es mío pero yo soy el encargado de él y además saber que alguien está creciendo dentro mío es demasiado extraño, es un sentimiento lindo pero a la vez totalmente abrumador.

—Muy bien, veamos—el doctor movía el objeto y con su otra mano se acomodó sus gafas para después sonreír—ahí esta el pequeño.

Mis ojos volaron a la pantalla y no logré distinguir nada pero aún así empecé a llorar, aunque no lo veía yo sabía que él estaba ahí. Ana apretó mi mano y yo la mire, ella también estaba llorando. Volteé mi mirada hacia Louis y Samantha y ellos estaban abrazado, Samantha lloraba en los brazos de Louis y éste veía la pequeña pantalla como si fuese la mejor cosa del mundo. Su mirada se dirigió a mi y movió sus labios en un pequeño "gracias" acompañado de una sonrisa, después regresó su mirada a la pantalla.

—Y diganme, ¿qué quieren tener?—el doctor me miró primero a mi y después a las tres personas que estaban de pie.

Samantha gritó un "Niña", Louis un "lo amaré aun si fuera un extraterrestre" y Ana solo se mantuvo callada.

Siento que alguien toma mi mano izquierda y volteo hacia ahí, me encuentro con los azules ojos de Louis.

—Es nuestro hijo, Harry.

¿Me prestas tu vientre?|Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora