¿Me prestas tu vientre?|Larry|

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Louis

La palabra "nuestro" había salido sin querer de mis labios. Yo me había acercado a Harry para decirle gracias, sólo eso pero...al estar ahí y ver su mano temblando me dieron tantas ganas de abrazarlo...lo único que pude hace fue susurrarle que esa manchita en la pantalla era nuestro hijo. Estuvo demasiado mal, ese niño es hijo mío y de Samantha.

Mi esposa se había puesto histérica al saber que las ecografías no podían tener su nombre. Ella se lo había exigido al doctor, hasta le gritó y éste solo le grito más. Fue como una película de comedia pues el doctor le dijo algo como "usted es una muchacha malcriada, prepotente y además cae mal" nunca me hubiera imaginado que alguien de su edad y tan "maduro" le fuera a decir algo así.

Harry

Hoy cumplía dos meses de embarazo, aún no se notaba nada, mi estómago seguía plano. Cuando Louis me dijo eso solo se separó de mi y se fue a abrazar a Samantha...quise llorar pero no pude pues sé de sobra que el lugar de Louis es con Samantha y yo solo soy la incubadora.

Ana iba a venir hoy pues íbamos a hacer, cito sus palabras una "tarde de una chica, un embarazado y una mancha negra", refiriéndose al bebé.

Samantha me pidió de favor que Ana no fuera a salir de mi cuarto pues ella iba a traer a una tal Sara y no quería que su amiga pasara "un mal momento".

Mi "mejor amiga" me había gritado, cuando estábamos solos, que por qué no dije que en las ecografías pusieran su nombre. Tal vez ella aún no se da cuenta que no puede manejar todo.

Louis sigue estando distante, siempre que llega de su trabajo y nos encuentra cenando, a mi y a Samantha, él dice que no tiene hambre, lo cual es totalmente falso pues siempre come después. Me duele que él sea así, yo...ni siquiera le he echo algo para que se comporte de esa manera.

Recibo un mensaje de Ana diciendo que vendrá con una amiga llamada Mich. Que es muy alegre y que nos llevaremos muy bien.

—Harry—Samantha entra a mi habitación sin tocar—hoy te presentaré a Sara, te caerá de maravilla—yo asiento y se escucha el timbre, Samantha aplaude y vuelve a hablar—¡debe ser Sara!—y se va de la habitación.

Escucho como abren la puerta y sé inmediatamente quién es pues es la única que se atrevería a decirle "perra" a Samantha.

Se escuchan los apresurados pasos por las escaleras y Ana entra al cuarto con cajas de pizza, una chica muy hermosa pero medio...hippie viene detrás de ella, trae bolsas con frituras y dulces puedo ver. Antes de que Samantha entre, la chica que supongo es Mich, le cierra la puerta en la cara.

—Perdón, Harry. Es que su simple aura hizo que la odiara—se disculpa la chica y yo asiento confundido ¿aura?

—Hola, cariño—Ana se tumba en mi cama y me manda un beso—¿cómo va la pequeña mancha? ¿te ha dado muchos malestares?—Ana dice el apodo del bebé y yo me carcajeo negando con la cabeza.

—No, Ana, la mancha no me ha dado molestias.

—¡Quiero ver a la mancha!—gritó eufórica Mich.

—Oh, que estúpida—Ana se insulta a sí misma y rueda sus ojos—Harry ella es Mich, Mich este es Harry—Mich se acerca y me da un sonoro beso en el cachete.

—Tienes un aura muy inocente, Harry. No dejes que nadie te quite tu bondad.

Mi ceño se frunce y asiento confundido. Ana empieza a relatar una historia de la tarde de ayer cuando fue al centro comercial.

—¿No me enseñaran a la mancha?—pregunta Mich comiendo... no sé que carajos está comiendo en realidad.

Asiento y me paro de la cama caminando a el pequeño escritorio, abro el pequeño cajón y de ahí saco la ecografía. Se la entrego a Mich y ella la ve detenidamente, después me mira a mi y baja la vista hasta mi vientre, estira su mano y sube mi camisa, la miro confundido pero ella no se da cuenta, empieza a tocar mi estómago y a susurrar cosas.

—Tu bebé puede sentir que lo vas a regalar, ¿sabías?

—¿Disculpa?

—Se cree bruja—dice Ana con la boca llena, después se ríe y al final tose un poco—pero si fuera tú le haría caso, el otro día chocó el hombro con un señor y le dijo "tenga cuidado, fijese al cruzar la calle" y dos minutos después el tipo estaba embarrado en el pavimento.

—Dios, eso es horrible. ¿Qué le pasó al hombre?

—Supongo que ya salió del hospital, no lo sabemos en realidad.

Mi vista va de nuevo a Mich y ella sigue tocando mi estómago.

—Tu bebé piensa que no lo quieres.

—¿Q-qué?...y-yo, apenas es un feto y además no es mi bebé, es hijo de Louis y Samantha.

—Tu bebé odia a Samantha...—yo le interrumpo.

—No es mi bebé, y te agradecería que no lo volvieras a mencionar.

El ambiente se pone algo tenso hasta que Ana empieza de nuevo su relato.

Éste bebé no es mío y no debo de ilusionarme con él.