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Jamás se imaginó en esa testitura.

Un trío amoroso, bastante cliché.

Trató de justificarse..."Si te enamoras de dos personas, quédate con la segunda porque si de verdad amaras a la primera no te hubieras enamorado de la segunda" "El problemas es que Dios le dio al hombre un cerebro y un pene, pero sólo suficiente sangre para que funcione uno a la vez" "Un orgasmo al día, la llave de la alegría"...bien, Louis no sabe cómo fue que llegó de <<Frases de desamor>> a <<Frases de sexo>>.

Recuerda la confusión cuando recibió su primer cheque con varios ceros. Completaba perfectamente el enganche de un auto (él ya tenía ahorrado en el banco unos cuantos dolares, hombre precavido vale por dos) pero había un problema, él tenía un bochito parecido al de Anastia, había sido herencia de su tío. Recuerda que sus compañeros se burlaban siempre de su auto, él se burlaba más cuando los carros "nuevos" que adquirieron los dejaron varados en media carretera. Él, muy gentilmente, había pasado por ahí con sus lentes de sol burlándose y llendose de ahí, después de haber llamado a la grúa obvio.

Quedarse con el longevo pero excelente auto, o comprarse uno bebé.

Prefirió la segunda, vendió el anciano y compró un auto clásico.

Vaya idiota, comparando a las personas con autos.

Soba sus sien mientras suspira, el trabajo estaba bastante mierda. Por culpa de unos malos presupuestos (gracias al cielo no tan malos, De ser así él hubiera ido a la cárcel) una mercancía estaba varada en el mar.

No sabe si fue suerte o algo, de haber sido comida estaría en bancarrota.

Taylor llegó diciendo algo como "estoy embarazada, así que no hagas tanta mierda porque sino Ed vendrá a partirte...o romperte...bueno, solo no me estreses". ¿Y qué pasó dos días después? El señor Paul le llamó gritándole hasta de lo que se iba a morir. No lo culpa, pudo ser una pérdida millonaria.

Está Samantha, no ha querido contestarle las llamadas. Él necesita arreglar las cosas con la pelirroja para poder divorciarse sin problemas.

El mes cuatro del embarazo va a la mitad, en dos días es el ultrasonido para saber el sexo de su bebé.

Harry...bueno, realmente lo ha visto muy poco, su amigo le dijo que, a no ser que quiera que su esposa le saque la mierda en la separación, debe evitar tanto contacto con el rizado.

Eso era bastante estúpido, ¡llevaba a su bebé dentro, mierda!. Necesitaba estar al pendiente del chico, además le quería joder, le adoraba.

Los mensajes habían estado siendo frecuentes, demasiado. Parecían dos adolescentes, con las llamada y el típico "cuelga tú". Los mensajes con emojis tiernos...las fotos.

La verdad es que no se imaginó a Harry así, nunca. Aún si lo hubiera visto, él hubiera pensado que era un sueño.

No sabía si Harry le estaba diciendo "ven y cogeme" o sólo quería provocarlo. Y es que...joder, esa ropa le quedaba de maravilla. Abrazaban su piel bastante bien.

El teléfono suena y él lo mira, aplana un botón y la voz de Camila llena el silencio.

—Tiene visitas, señor Tomlinson.

—No estoy para nadie, Camila.

—¿Ni para mi?

Su respiración se atora cuando escucha la voz de Harry, su corazón empieza a bombear rápido y su boca se mueve tratando de articular algo. Carraspea y murmura un "pasa".

¿Me prestas tu vientre?|Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora