¿Me prestas tu vientre?|Larry|

8

El auto se quedó en silencio, después de que Louis salió de su estado de estupidez empezó a decirle a Harry un sin fin de disculpas, y Harry como el ingenuo que era; las aceptó.

Louis

Una semana había pasado desde que nos enteramos del bebé, Harry había empezado a dormir en nuestra casa, Samantha no lo quería dejar para nada solo. Lo único que le falta es acompañarlo al baño. Me recargo en la silla y toco mis ojos, el trabajo es demasiado estresante.

Mi celular vibra y yo lo tomo, un mensaje acaba de llegarme, es de Samantha. Al abrirlo rio pues se a cortado el cabello. "Día de salón" leo, ella está mandando un beso a la cámara y se me hace demasiado tierna...y un tanto excitante, pues sé de sobra que bajo esa blusa no hay nada de ropa.

Dejo el celular en mi escritorio antes de que una erección crezca, terminó de hacer los papeles para el informe semanal y suspiro al hacerlo. Recojo mis cosas y tomó los papeles para guardarlos en mi maletín.

Harry

Samantha no para de parlotear sobre todo lo que harían ella y la bebé, aunque Sam no estuviera segura si va a ser niña ella ya la llama "Daisy" ese es nombre de perro.

—¡Harry! ¡Mira éste!—chilló emocionada al ver un pequeño vestido rosa y unas zapatillas.

—Sam, aún no sabes si es una niña—digo con una sonrisa.

—¿Y?, una madre sabe, Harry.

Mi ceño se frunce y meneo la cabeza se un lado al otro para intentar entender esas palabras, ella no está embaraza... y es....alejo esos pensamientos y la sigo, ella ya lleva en la mano dos trajes rosas y tres pares de zapatitos, rosas y morados. Mi vista se pasea por el lugar y mi vista se enfoca en un lindo traje de futbolista, es pequeño y tiene el número #28, sonrío pues ese es el número que tenía Louis en la preparatoria, me acerco a él sin que Samantha lo note y lo tomó en mis manos, tiene también unos pequeños tachones, es realmente adorable.

Decido llevarlo, gracias al cielo Sam no se dio cuenta pues tal vez no dejaría que yo lo comprara.

Al terminar nuestras compras nos vamos a la casa, ella se encierra en su cuarto, una hora después me encuentro en mi cama, Samantha no me dejó irme, fue extraño porque simplemente un día llegó con mis cosas y le pregunté cómo las había conseguido, ella respondió que había sacado las llaves de mi departamento de mi pequeña mochila y fue por ellas, me molesté mucho pero no le dije nada.

El sonido del auto de Louis me sacó de mis pensamientos, me levanto y me estiró, al salir al pasillo veo una escena que hizo que las lágrimas salieran de mis ojos, Louis tenía a Samantha empotrada en la pared mientras le besaba el cuello.
Y ahí me di cuenta que haga lo que haga, Louis siempre la preferirá a ella.