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1 Mes Después

Louis

El frío que hace en esta jodida ciudad es insoportable, aun cuando nací aquí no me puedo acostumbrar, lo único que quiero es llegar a casa y acostarme en el sofá con Samantha entre mis brazos mientras vemos una película romántica y tomamos chocolate caliente...que cursi me volvió esa mujer.

Suspiro mientras estaciono el auto, lo apago y bajo de el, camino a la entrada y uso las llaves que están en mi mano, al abrir la puerta me sorprendo pues Samantha no está sola.

—¡Hola, amor!—dice entusiasmada mientras corre hacia mi y me abraza por el cuello, yo la abrazo por la cintura y le doy un pequeño beso en los labios—mira, ¡Harry está aquí!—mi vista viaja hacia el chico ruloso y me sonríe, yo hago lo mismo—está aquí para ya sabes que—Samantha susurra en mi oreja.

Yo suelto su cintura y me acerco a Harry para depositar un beso en su mejilla, huele a vainilla y yo amo la vainilla, muchas veces le dije a Samantha que se comprara algún perfume con ese olor pero ella lo odia.

—Hola, Louis—dice despacio, el chico es tímido.

—Hola, Harry—le doy una sonrisa y tomo asiento en el sofá frente a donde se encuentra él.

—Bien—dice Samantha sentándose en mis piernas, le doy una mirada a Harry y él voltea la suya, de seguro le incomoda, trato de quitar a Samantha pero es una cabezona y no me hace cede—amor, ¿empiezas tú?

—¿Qué? ¿Yo por qué?—digo rápidamente, la de la idea fue ella no yo.

Ella rueda los ojos y se levanta de mi regazo, camina hasta Harry y se sienta con él—Harry, cariño, tú sabes de los problemas que hemos tenido para tener hijos ¿verdad?—el ojiverde me mira a mi y después a Samantha mientras asiente, ella sonríe y sigue hablando—sabes que eres mi mejor amigo y que yo te apoye en todo, cuando le confesaste a tus padres que eras gay, cuando querías una cita con el chico de álgebra, e incluso cuando tuviste tu primera vez te conseguí crema para el dolor—Harry abre lo más que puede sus ojos y se sonroja, baja la mirada y después la vuelve a levantar con su típico color pálido.

—Samantha, no seas imprudente—reprendo a mi esposa pues su comentario estuvo de mas.

—¡Ay, Troy!—tenso mi mandíbula ante el nombre que me dijo, ella sabe que lo odio—digo...William.

—Sí, lo sé Samy—Harry evita esa próxima pelea y Samantha se olvida de la estupidez que hizo.

—Bien—le dice sonriendo—Louis y yo te queríamos pedir un favor...¡en realidad es más Louis que yo—abro mis ojos lo más que puedo y la miro—pero yo lo apoyo, recuerda que soy tu mejor amiga y que a pesar de la decisión que tomes te seguiré queriendo, Harry—el ruloso asiente y Samantha continua—bien...¿me prestas tu vientre?

¿Me prestas tu vientre?|Larry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora