No me entienden,
¿y de qué me voy a quejar,
si ni yo me entiendo?
Todo es parecido
a un huracán descontrolado
y no puedo identificar
qué es viento
y qué es tormenta,
qué es una simple hoja
danzando con el viento
y qué es un trozo
de hierro arrancado.Si preguntases
[aunque sé que no lo harás],
no podría explicarte
qué es lo que ocasionó
esta ventosa tormenta
que avanza a más
de 250 km por hora
en el abismo de mi cabeza;
no sabría decir con palabras
qué es lo que todavía
alimenta la tormenta
y lo que mueve el viento,
o cuántos hogares
se ha llevado por delante
en todo este tiempo.