¡Dejadme pensar,
no me escondáis
detrás de vuestros muros
de opacos estándares!El mundo está lleno
de maniquís sin corazón
vestidos de ladrillos
que pesan en sus almas
[si es que las tienen].Y por favor,
no me hagáis como a ellos,
no quiero un cuerpo de plástico
no quiero un cerebro de caramelo
no quiero un corazón muerto
y no quiero que me quiten mis pedazos.