Juguemos a un juego, ¿vale?
yo te doy una margarita
y me la conviertes en rosa,
te escribo un verso
y tú tocas los acordes.
Juguemos a cantar bajo la lluvia
y bailar con las estrellas.Si yo juego a dibujarte narcisos,
tú juega a regálame
un ramo de nomeolvides
que pueda llevar en el pelo.Juguemos a maravillarnos con la puesta de sol,
a que si se nos hace de noche
me enseñas las constelaciones,
a perdernos por calles desconocidas
y a encontrarnos en las palabras.Juguemos a ser poesía.
A compartir pensamientos de madrugada,
a cogernos de la mano cuando hay tormenta...
a mandarnos a dormir porque,
dios, son las dos de la mañana
y hay que madrugar.Juguemos a que nada importa ya,
a ser completos desconocidos,
a olvidar todo lo escrito.Juguemos
a que las rosas no tienen espinas,
a que los lírios no son tu flor preferida
y a que odio cuando el cielo está despejado.