-Y ahora es cuando aparece Slenderman.- dice Oscar.
Jul y yo lo miramos mal. Idiota.
Estamos en lo que parece ser un baño, digo parece porque sólo hay un grifo. Esta puta casa está en ruinas pero mola. Las paredes blancas están llenas de musgo, las puertas medio rotas y el suelo da puto asco.
-Aquí no hay nada.- digo apuntando con la lintera.
Salimos de la casa con intención de marcharnos, pero se empiezan a oir sirenas de policía. Miro a estos y me devuelven la mirada, sin decir ni una palabra buscamos un sitio para escapar ya que en la entrada hay dos viejos, seguro que esos llamaron. Hijos de puta. No follan fijo.
Nos dividimos, yo subo corriendo una pared, hay un saliente que pasa a la casa vecina, en la que vive gente. Me la suda. Cojo carrerilla y salto, miro para atrás y veo a tres pitufos persiguiendome. Joder. Escalo una valla y pillo impulso para llegar a un balcón, después me fijo en que hay unos matorrales a unos tres metros de distancia. Ay Jesús. Y salto. Ruedo por el suelo y noto el sabor a sangre en mi boca, me toco la cara y sep, me raspé. Me da igual. Tengo que salir de este patio como sea. Sigo corriendo y veo un árbol que da a la calle, lo escalo fácilmente, me cuelgo de una rama y me dejo caer. Salvada.
Me escondo detrás de un coche y llamo a Julia.
-Tía, ¿dónde coño estás?- pregunta rapidamente, seguro que está corriendo.
-Cerca de la casa monster, ¿y tú?-
-Allí, ven, ya.-
-Voy, llama a Oscar.- y cuelgo.
Me asomo y no veo a nadie, bien. Salgo corriendo cuesta arriba hacía la casa monster. Allí hacemos botellón y eso, es una vieja iglesia, creo, de la que sólo queda una pared en pié.
Cuando llego busco a Jul y la veo fumandose un cigarro, ¿en serio?
-Oscar está con Xavi.-
-¿Con Xavi?- pregunto.
-Si, están viniendo para aquí.-
Valep, me siento al lado de mi mejor amiga y pongo música. System of a down.
Y fumo.
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No soy la típica fresita.
Teen Fiction-¡Largate de aquí, tú ya no eres mi hija!- hijo de puta. -¡Qué te den!- dije colgando la mochila al hombro y saliendo de casa.