Capítulo 7.

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Que puto dolor de cabeza. Quien cojones me mandaría beber tanto. Ay.

Vale, ¿por qué coño estoy en la mesa de la cocina? y ¿por qué Jul y Marcos están durmiendo en la basura?

Miro la hora y bien, aún me quedan dos hora para entrar al curro. Voy al cajón de la resaca, llamado así porque hay todo tipo de pastillas para la resaca. Después de tomarla voy hasta el salón y me encuentro a un Ivi abrazando a Oscar en el suelo, a Nathan con la cabeza colgando del sofá, Lorena y Néstor acurrucados en un rincón y a Saúl con Sori. Un momento, ¿y Nere y Xavi?

Los mato.

Como un rayo me dirijo a mi habitación, vale aquí no están. Mejor.

Vuelvo a la cocina para preparar algo para todos y me encuentro a Julia despertando.

.¿Pero qué...?- le doy un vaso de agua junto a una pastilla, se la toma y me mira sonriendo.

Se levanta y coge un boli de la nevera, mmm... seh.

Cojo otro y nos acercamos a Marcos y le pintamos un bigote y los mofletes a lo pikachu. Aw. Qué adorable es cuando no mete fichas.

Nos reímos al acabar nuestra obra de arte y vamos a donde los demás.

Sori viene a saludarnos y se va a comer. Ella si que sabe.

A Ivi le dibujamos el entrecejo y le pintamos los labios, de Saúl me encargo yo mientras Julia va a por Nathan.

Le pinto cosas raras. Esto es arte abstracto chavales.

-Pinta tu a la parejita.- le digo a Jul señalando a Néstor y a Lorena con la cabeza. -Yo voy por Oscar.- ella asiente.

A Oscar le dibujo orejas de gato y unos bigotes. Que cuqui.

Cuando acabamos decidimos despertarlos, y ¿qué mejor forma de despertar a alguién si no es con rock?

Pongo Loco de Sôber a todo volúmen y me escondo rapidamente para evitar una muerte inminente.

-¡Qué alguien quite esa jodida música!- exclama Nathan.

-¡Joder!- dice Saúl.

Je, je, je.

Cuando todos están despiertos salgo del escondite.

-Buenos días.- digo riendo al ver esas obras maestras. Preciosas.

Esquivo un cojín volador y voy con mi perra.

-Deberíais coger un espejo.- comenta Julia sonriendo.

Van todos al baño.

-¡Joder, que asco!- exclama alguien.

Encontraron a Nere y a Xavi al parecer.


*********

Hoy no hay mucha gente en el bar y se agradece, después de que todos se miraran al espejo, Julia y yo tuvimos que huir. No exagero. Llevaban escobas y cucharas, era cuestión de vida o muerte, pero conseguimos calmar a las fieras.

La mañana pasó bastante rápido, pero no me apetecía ir a comer a casa y llamé a Jul para ir a comer a algún lado, accedió y se nos unieron Xavi y Marcos.

Fuimos al Mcdonald's y yo me pedí un happy meal. Rico.

Comimos entre risas, Xavi recibió una llamada de Saúl avisando de que se mudaría en unas horas. ¡No! me debe una vuelta en la moto, jo.

Quedamos todos los de ayer para despedirle. Que pena. Bueno, hay más peces en el mar, o río, lo que sea.

-Vendré en verano.- nos dijo. Estamos en invierno pero vale.

Se despidió de todos y llegó a mi.

-Bueno, te quedarás sin la vuelta en moto.- lo mire mal. -¡Qué te den!- exclamo en broma. -Ojalá.-dice riendo y se va. Adiós.

Andamos un rato más por ahí y cada uno se fue a su casa. Mierda, hoy me toca sacar a Sori. Hace frío.

Jul y yo cenamos macarrones y me preparé para sacar a la perra.

Me encendí un cigarro y la lleve hasta el parque más cercano, no hay ni dios.

-¡Vamos hija!- exclamé a Sori.

Después de media hora acabó de hacer sus cositas y volvimos a casa. Estabamos por cruzar el paso de peatones cuando pasa un coche y me salpica. Uy.

-¡Pedazo de imbécil, gilipollas!- grité.

Hostia puta que para. Joder que me viola o algo.

-Corre Sori, corre.-



No soy la típica fresita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora