Narra Julia.
Son las cinco de la mañana y no puedo dormir. Desde que hace unas horas Marta me corto la explicación que me llevaba preparando todo el camino de vuelta a casa no he podido dejar de pensar en ello.
Me levanto de la cama y voy a la habitación de mi mejor amiga, la veo babeando la almohada en la esquina de la cama.
Me acerco lentamente, espero que no tenga mal despertar...
-Marta.- susurro.
Nada.
-Marta.- digo un poco más alto.
Nada de nada.
-¡Marta, joder!- grito. Abre los ojos de par en par, que miedo.
-Me cago en tu putísima vida.- dice con mirada asesina.
Me alejo un poco.
-No me gustó como me cortaste antes, asíque te vengo a explicar de que conozco a Rubén.- digo seriamente.
Marta se sienta en la cama.
-A ver si lo he entendido.- dice.-Me estas diciendo que, me has despertado a las cinco de la mañana, cuando me tengo que levantar a las nueve, ¿para decirme de que conoces a ese puto gilipollas?, ¿tu eres idiota?- pregunta tapandose con las mantas con cara de fastidio total.
Suspiro. Joder.
-Marta.- digo mirandola a lo cachorrito.
Resopla.
-Iluminame.- dice intentando sonreir.
-Es mi ex-mejor amigo.-abre los ojos.-Y el que me gustaba en el instituto.
Se ríe y la miro mal.
-Ah, ¿qué no era coña?- deja de reírse cuando niego con la cabeza.
-Bueno, todo iba genial, siempre quedabamos por las tardes hasta que, cuando pasamos de curso no nos tocó en la misma clase, ahí empezó a pasar de mí, al principio era solo eso, que pasaba pero luego empezo a reírse de mí con sus amigos, solo porque sacaba dieces. Y ahora no se que hace aquí.
Cuando Marta empezó a procesarlo todo cogió el movil. Fruncí el ceño.
-¿A quién llamas?- pregunte al ver que se llevaba el cacharro a la oreja.
Mi mejor amiga sonrió.
-Marcos.-
Abro los ojos, no...
-Perdón por despertarte, pero necesito tus dotes de hacker para que me consigas la dirección de un chaval.- asiente un par de veces y me mira.
Yo la mato.
-Apellidos.- exíge.
-Rubén Castro Lopéz.- a ver que pasa.
-Aja...Valep.- y cuelga.
La miro interrogante.
-Bien querida hermanita.- dice con mirada de asesina.-Tenemos tres horas para ir a casa del chulo putas, joderle el coche y volver a casa.-
¿Qué?
-Marta...- intento decir pero me corta.
Que manía.
-Vamos Jul, la venganza es dulce.-mierda.
Pero bueno, se va a joder.
Nos vestimos rápidamente.
-¿Preparada?- preguunta Marta encendiendose el cigarro.
Sonrío.
-Vamos.- digo prendiendome el piti y saliendo de casa con las llaves del coche en la mano.
ESTÁS LEYENDO
No soy la típica fresita.
Teen Fiction-¡Largate de aquí, tú ya no eres mi hija!- hijo de puta. -¡Qué te den!- dije colgando la mochila al hombro y saliendo de casa.