Memorias de una Alpargata

Capitulo 6: El paso del Alacrán

Capitulo 6

El paso del Alacrán

Hace poco vi un sketch de comedia en el que decían que si alguna persona no tenía los dientes del costado posiblemente estuvieras tratando con un pervertido de closet o psicópata. Y en cambio si la persona no tenia los dientes delanteros lo podías definir como alguien honesto y confiable.

Me imagino que ya saben a quién me refiero que perdió los dientes... ¡Aja!

Volviendo a la época en que mis padres estaban juntos. En uno de los viajes a las bellezas del país durante su noviazgo mi papá tenía ese espíritu aventurero del que gozaban la mayoría de los jóvenes en Venezuela en esa época.

En una de esas fiestas se le ocurrió la brillante idea de no llevarse a su bastón ambulante, ósea mi mamá, he irse de parranda con mis tíos y mi hermano mayor. Según mis fuentes era un experto en el llamado paso del alacrán, el cual consistía en algo así como mientras bailas pegas un brinco al aire y caes en una pierna...

Aja. Yo puse la misma cara, jajajaja.

En fin, esa fatídica noche imagino a mi papaíto luciéndose frente a sus amigos y mis tíos, repitiendo su acrobacia varias veces y en una de cambio cayó mal y término fracturándose la pierna en dos.

En la mañana siguiente el tío Luisianito termino llamado a mami con aquella vergüenza...

—Alo ¿Cobi? —Dijo con voz temblorosa, temiendo de un tremendo regaño por parte de mi mamá—Aquí tengo a Pelón.... Que se fracturo la pierna...

—No me digas —respondió aguantando la risa— ¿Que le paso? ¿Estaba haciendo el paso del alacrán?

—Estaba haciendo el paso del alacrán —declaro

El ataque de risa fue fulminante, ella me cuenta que lloraba de la risa al otro lado de la línea porque internamente sabía que se iba a desmadrar en ese viaje. El llamado instinto femenino

— ¿Se puso brava? —pregunto mi papa al no creer la cara del tío Luisito

—No— Se volvió a mi papá incrédulo— Se está riendo...

A partir de ese momento mi papá la declaro conductora experta, porque a todas estas para esa época ella no sabía conducir y se vio en la tarea de llevar a mi destartalado padre al médico en La Guaira a que le revisaran y atendieran la herida cada fin de semana

Pero a lo que iba sus dientes... de verdad pienso que lo que dice ese comediante en el Sketch es verídico, no hay persona más honesta que los que no tienen el frente delantero. Lo sé de antemano, créanme, pero el cómo perdió los dientes es lo que importa aquí ¿no?

No recuerdo muy bien la historia pero en algún momento lector algún familiar debió advertirte con el siguiente refrán: ¿Si tus amigos se lanzan de un puente vas a hacer lo mismo? Mi papá en este caso es el amigo.

Recuerdo muy poco de esa historia pero creo que mi Tío Luis cuquita estaba involucrado, una apuesta y media botella de ron...

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Hablando de dientes.

Si hay algo que es un hecho irremediable es que mi mamá y yo somos adictas a la limpieza, bueno ella más que yo, pero de todas formas es algo que nos corre por la sangre. Ver un tenedor fuera de sitio o platos sucios es algo que activa una especie de chip maniático que hace que tu cuerpo sienta la necesidad de que esté en orden.

Bueno la cosa va así, él trabajaba en una compañía aseguradora, y después de lo que paso en ese rio tuvo que ponerse las pilas y mandarse a hacer una prótesis, en uno de esos días de semana creo que fue papa entra al baño y envuelve su tuneada dentadura en una servilleta y la deja reposando, no sé por qué razón; el caso es que mi mamá en su manía estaba recogiendo cuando paso por enfrente de la servilleta.

—Bueno ¿y esto?—Dijo con la envoltura en las manos lanzándolo a la bolsa de basura, cayendo con un golpe seco los dientes de mi papá pidieron ayuda en el fondo de la bolsa, ayuda que fue ignorada hasta ya muy tarde.

Esa tarde ella boto la basura y puso la casa al día. El camión del aseo recogía los martes, jueves y sábados; Y mi pobre papá llevaba buscando su puente como loco desde el lunes en la noche.

—No, no los he visto —decía dulcemente mi mamá mientras papaíto buscaba por toda la casa.

Cuando entonces la luciérnaga de la memoria paso cerca de mi mama y "plin" << seguro que los bote >> <<Ay Dios mío eso fue lo que sonó en la bolsa>> Precipitándose a la ventana vio como el camión se alejaba bajando la colina y en él mami imagino los dientes mofándose de su desgracia.

Dos días después las ojeras de mi papá llegaban a su nariz y desesperado pregunto:

—Negra —<<así le decía de cariño>>— por lo que más quieras, me duele la cabeza de tanto buscar ¿tú me agarraste los dientes?

—Siiiiii —susurro mami arrepentida— ¡Los bote sin querer!

— ¡Ay gracias a Dios! —El suspiro que echo ese hombre fue de alivio — Tenia la cabeza hecha un garabato

Garabato, que linda palabra cuando la usamos en un sentido no ofensivo, otra de las cosas que nos describe. En fin mi familia es un desastre bien bonito.