Me he dado cuenta que el amor no consiste en la seguridad de una pareja estable y en la perfección de una relación.
Que el verdadero amor es el que te hace vibrar de nervios al ver a esa persona, el que te hace temblar a pesar de los años, el que te hace discutir pero las peleas terminan entre las sábanas.
El que sabes que lo arriesgarías todo aunque llevaras todas las de perder.
Eso es amar.