#10

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No quería llorar, pero lo había echo, y ni siquiera sabia por qué. Lo besé ¿y qué? Estoy borracha, ¿no? Bueno ya no. En cuanto entré al baño, me mareé y vomité todo lo que tenia en el estomago, que no era mucho. Durante un buen rato me estuve mirando en el espejo. ¿Que había echo? ¿Por qué me lamento tanto? Fue un beso, nada mas. ¡Ni que me hubiera acostado con él! De verdad que era súper paranoica.

Me lavé la cara, con la intención de quitarme el poco maquillaje que me quedaba. Casi todo había desaparecido por culpa de las lágrimas. El sonido de mi móvil me trajo a la realidad. Era un mensaje de mi hermano. ¿Qué quería ahora? ¿Christopher se lo habría contado? ¡Qué vergüenza! Abrí el mensaje, desesperada por saber que decía.

"Estoy en la zona Vip con los chicos, ven ahora, tenemos que hablar"

Quería morirme. El tenemos que hablar de mi hermano no solía ser muy agradable. Me seque las manos y salí, pero el destino es jodidamente desafiante contra mi. Choque con alguien, el cual tenía una bebida y esta acabo en mi vestido. ¿Enserio? ¿Qué sera lo siguiente? Un pelea, ¿o qué?

Levanté la vista y quise morirme en ese mismo instante. De verdad que lo quise.

-Lo siento -dijo. Su voz realmente era sexy, en persona, y cuando no cantaba aún más.

-No... Ha sido... Mi culpa -tartamudee. ¿Alguien quiere pegarme una hostia? Por favor...

-Tu vestido... -señaló.

El vestido de mamá. Oh, dios mio. Tenia una gran mancha justo en el centro. ¿Y ahora que hago? Enserio la noche no podía ir mejor, ¿verdad? Nótese el sarcasmo.

-Austin no te preocupes, supongo tendrá arreglo -lo último lo susurré para mi. Espero que tenga arreglo. Solo rezo por ello -¿Sabes qué? Mejor te invito a una copa, que te la he tirado -dije.

-Si una chica guapa cómo tu me invita, no me niego...

Caminemos juntos hasta las barra. Me había cogido de la mano, para no perderme, eso me cogió desprevenida y un poco sorprendida. Cuando llegamos, él pidió un vaso de ron y yo solo un vaso de agua. No podía beber mas. El camarero me miró con el ceño fruncido, justo antes de marcharse a buscar nuestros pedidos.

-¿Por qué llorabas? Y no me digas que no llorabas, por que se nota a distancia, sino mira tus ojos -dijo y sabía a que se refería.

-He cometido un pequeño error y ni siquiera sé por que razón lo hice... -confesé. Diciéndolo en voz alta, sonaba aun mas estúpido que en mi cabeza.

-¿Cosas del corazón? -asentí dudosa. Cosas del corazón... Repetí... Mas bien, son cosas de mamá. Gracias.

-Encima mi hermano, me dice que cuide de cinco críos, que lo son, durante dos meses. ¡Son mayorcitos! Pero no, que la hermana pequeña cuide de ellos -refunfuñe. Ahora la niña chica parecía yo.

-Bueno, yo puedo ayudarte con eso...

Lo mire con los ojos abiertos y con el ceño fruncido. Lo decía enserio y lo peor era, que me iba a arrepentir de eso.

Behind his gaze •1•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora