Capitulo 9 Verguenzas

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La pena y la tristeza invadían el corazón de Tai, solo un abanico de Kodashi todo destruido y un anillo de Keiko era todo lo que el tenía de sus hermanas...

-Señor, el helicóptero ja llegado- decía Wataru con un tono algo sereno, miraba al chico con tristeza.

Tai no se podía mover con facilidad, su cuerpo ardia, tenia espasmos, sus heridas eran mas grandes, salia sangre de su nariz y de uno de sus ojos...
Kabuto lo observaba mientras Sayuri lo abrazaba para consolarlo.

-Jamas, pero jamas en tu vida vuelves a hacer algo tan imprudente!!! Pudiste haber muerto!!!...
Me muero si algo te sucediera... Tai yo...
Yo te amo mucho hijo...
-con lágrimas en sus ojos-
No sabes cuanto...
Me arrepiento de haberte enseñado ese jutsu.

-O-ok-oka-saaaannn-

Tai cayo rendido en un profundo sueño.

-Que le sucede!!!- pregunto Kabuto muy alarmado

-Nada, solo se desmayo.

-Sayuri, el helicóptero llegó, vamos a mi mansión, así cuidarás de Tai, vamos.

Ella solo asintió con su cabeza.

-Puedo llevarlo yo?-

Kabuto parecía angustiado por ver como estaba su amado, Sayuri se hizo a un lado sin decir nada, se aferro a Renzo y Kabuto se arrodillo, acaricio el rostro de Tai, deposito un dulce beso en su frente y lo cargo.

Una vez en la mansion, Kabuto dejo a Tai en su habitación, dejo vendas y desinfectante para curar las heridas del pequeño, salió dejando a Tai solo, para buscar algún kimono en la casa.

Con suaves movimientos Tai empezó a despertar, sintiendo su cuerpo muy pesado y mal herido, vio con asombro en donde estaba, no era un lugar conocido para el, pero se sentía en calma, vio las vendas y empezó a curarse...
Los recuerdos de sus hermanas vinieron a su mente.

-Juro que las vengare...
Haré lo que sea, para destruir a PSYTECH, pero su muerte no sera en vano.

La puerta se abrió dejando ver al rubio, que en sus manos traía un kimono rosa con blanco de seda.
Tai al ver directo a sus ojos recordó el momento cuando el le hablo en la batalla, su mirada bajo rápidamente...
¿Que pensara Kabuto ahora de el?...
seguramente que es un loco demonio que es peligroso...

-Por fin despiertas... ¿Tai?
¿Que sucede?.- mientras se acercaba a paso veloz.- porque... ¿Eres tu? O ¿No?-
Lo último lo dijo con miedo, el corazón de Tai se quebraba, ¿tan malo era el?.
Los sollozos de Tai aumentaron hasta hacer de sus ojos dos cataratas de lágrimas.

-No!... No te acerques, no me hables, no quiero escuchar que me rechaces, no lo soportaría, si me vas a dejar... Por... Por lo que paso en el bosque... Solo quiero que sepas que te quería proteger... Nada más... Lo juro... Pero no me digas así...
Si soy yo o no, no soy un monstruo no lo soy...

-Tu no eres un monstruo, Tai, eres un niño bello y fuerte, perdón por que te dije, no fue mi intención herirte,- se sento junto a el en la cama, tomando sus manos suavemente.- perdóname mi amor y que te quede bien claro una cosa, jamas, JAMAS TE DEJARE, pase lo que pase estaré a tu lado, por... Por que te amo, te amo mas que a mi propia vida eres todo para mi, con que tu solo respires me conformo porque con eso me das todo lo que necesito... Y lo que necesito... Eres tu amor.

Los pensamientos de Tai fuero aplastados por aquellas palabras de amor, verdadero amor, su llanto se intensifico y se colgó de su cuello.

-Yo también te amo Kabuto, te amo tanto, desde que era un niño, nunca te olvide, jamas deje de pensar en ti...
Y me dio miedo... Miedo de perderte, no se que haría si no te tuviera aqui conmigo.

Aferrado a su pecho el menor seguía llorando. La tristeza del chico calaba fondo en el corazón de Kabuto.

-Una vez conocí a un chico, que me dijo que cuando estaba triste- dijo mientras que de su espada sacaba un durazno, uno igual al que Tai le dio cuando se conocieron, y con su voz algo quebrada- comía esto- entregándoselo y una sonrisa triste se dibujo en su rostro, los ojos del chico miraban al mayor con pena, pero s la vez con alegría ya que el aun recordaba lo que le había entregado hace muchos años atrás - me dijo que su dulzor haría que toda tu pena pasara, anda comelo, te sentirás mejor.

El sabor de la fruta hizo que se concentrara en ella, el mayor tomo el mentón del chico dando un suave beso, eso combinado con el jugo de la fruta hacia que Tai se olvidará de su pena, se sentía querido sentía llenar ese vacío que le había dejado la muerte de sus hermanas.

Lo dejo suavemente en la cama, su beso seguía subiendo de nivel poco a poco las caricias y besos.

Al separarse un hilo de saliva los unía, sus miradas se conectaron, ambos sabían lo que querían, sus respiraciones agitadas eran el único sonido que se escuchaba en aquella habitación, sus miradas cómplices, le avisaban al otro que podía seguir, ambos siguieron con su danza de besos y caricias suaves, Kabuto se despojo de su camisa, Tai con un leve rubor en sus mejillas lo observo, Kabuto se fue a chupar y lamer el cuello del menor este emitía gemidos de placer, era la primera vez que le sucedida este sentimiento, cosquillas en su estomago y como si su cuerpo fuera liviano. Kabuto devoraba con ansias al menor, quería que todo ese cuerpo fuera de el, dejando algunas marcas en el para que todos supieran que era de el...

Al seguir con sus besos se percato de las vendas...

- Tai, tus heridas... No, no te obligare a hacer esto... Si... Si tu no quieres.

Tai lo miro y rasgo sus vendas...

-Ya estoy sano...- mostrando su torso blanco y sin heridas ni cicatrices - es Kuyi Kiri... Un arte...

Kabuto lo miro con asombro y continuo con su labor.

Ambos perdidos en el placer se dejaban llevar por las nuevas sensaciones, Tai recordó lo que Kodashi le había enseñado acerca de los hombres y como erotizar a uno o varios a la vez.

Tai se subió arriba de Kabuto, y comenzó a besar su cuello y torso dando pequeñas lamidas, el rubio tomo el kimono que Tai traía en la cintura y lo quito, Tai con suaves besos empezó a bajar por el pecho y luego llego a su abdomen...

- Tai... Ah!!!

Se disponía a bajar el pantalón de Kabuto en eso...

- Tai!!! Sayuri te...
Era Renzo que entraba a la habitación donde estaban ambos...

- KABUTO DEJA A TAI!!!
Que crees que haces con ese chico!!!...

- AAAAHHH!!!! PAPA, SAL DE MI CUARTO!!!...

-NO!!! PARA QUE HAGAS LO QUE QUIERAS CON EL... NO!!!
SILBANDO Y APLAUDIENDO RAPIDO!!!!
SE VISTEN Y BAJAN AHORA!!!.

Dando un portazo Renzo se retiro mal diciendo todo a su paso...

- Y lo mas gracioso...
Que tu estabas arriba de mi,
Yo no.

Tai lo miro ruborizado al máximo.

- Bien vamos a vestirnos, y como dijo tu padre.
"Silbando y aplaudiendo"

Tai y Kabuto solo rieron

- Pero recuerda que me debes algo.


Nota del autor.
Perdón por actualizar muy tarde...
Es que eh estado algo mal de salud pero me estoy recuperando...
Es que festeje mucho y casi me ahogo por querer nadar ebrio jajajajja.

Bueno besos abrazos

Sayonara
De este fundashi Loki

Ps: La foto es Tai actualmente.

No sabia que foto colocar jajajajaja

El Ultimo Kunoichi (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora