Capítulo 12

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Eric arrastró a ______ hasta la pista de baile. Bailar no era algo que le agradara pero aún así siguió a su hermano, se abrieron paso entre las personas que ocupaban la pista, y no pudo evitar notar que Denis y la rubia oxigenada se colocaron al lado de ellos.

—He ganado —le susurró su hermano en el oído.

—No es justo —replicó ella—, además no me consta que sean celos, tal vez sólo se preocupa de mí.

—Yo me preocupo por ti, y no por eso hago todo lo que él está haciendo.

—Te odio.

—Yo te quiero, Boo. ¿Qué te parece si lo hacemos enojar más?

—¿Más? —ella rió—. Pero si está a punto de matarte con la mirada.

—¡Oh, no seas aburrida!

—Está bien, ¿qué propones?

Su hermano sonrió y antes de que ella se diera cuenta le había hecho dar media vuelta y la tomó de la cintura para empezar a bailar. Mientras se movían al compás de la música ______ movía las caderas lo mejor que podía y de reojo miraba a Denis, quien no les quitaba la mirada de encima.

—Creo que ha sido suficiente.

—Está verde de la rabia.

—Ya lo he notado.

—¿Vamos por un trago?

______ asintió y abandonaron la pista de baile para dirigirse a la barra. ______ no sabía que pensar, obviamente su amigo estaba celoso de Eric, ¡su jodido hermano!

—No sé qué diablos hacer.

—¿A qué te refieres? —preguntó mientras tomaban asiento y pedían dos tequilas.

—Le gusto a Denis.

—¿Y? ¿Qué tiene de malo?

—Yo... yo no suelo gustarle a los hombres, Eric. Siempre soy la mejor amiga, la chica a la que le piden consejos y esas cosas, pero sólo eso, no más.

—Tiendes a ser demasiado dura contigo misma, Boo. Si, no eres de esas chicas que se maquillan, que usan tacones o faldas cortas. Te gusta el rock, sólo usas jeans y blusas de bandas, pero eso no te hace menos atractiva que las demás mujeres.

—Eres mi hermano, es tu deber decirlo.

—Eres mi hermana, pero también eres una chica muy linda, con un extraño y divertido sentido del humor y con un carácter de mil demonios, pero eso te hace tú, y está bien.

—Es lo más lindo que me has dicho.

—Era momento de que lo supieras... nunca te lo había dicho porque no quería que se te acercaran adolescentes con las hormonas alborotadas —ella rió—. ¿Te gusta Denis?

—Es atractivo...

—¿Pero...?

—Pero no lo sé, jamás me he detenido a pensar si me gusta.

—Es mejor que el imbécil de Nicholas.

—¿Por qué lo odias tanto?

—Porque es un imbécil que no te merece.

—Aunque quisiera estar con Denis no podría, le dije que lo esperaría.

—¿Esperarlo? —bufó—. De seguro él ya olvidó esa absurda promesa. Si en realidad te quisiera te dejara libre.

—Sólo cierra la boca.


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She Has No Idea [Denis Stoff Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora