She Has No Idea [Denis Stoff Y Tu]

Capítulo 35

Denis salió de la casa y miró desde una distancia prudente a ______.

Estaba fuera de sí, tenía un bate de béisbol entre sus manos y golpeaba con todas sus fuerzas el tronco de un árbol astillándolo y mallugando el bate.

No sabía si debía ir o no.

Ella se detuvo, tomó un profundo suspiro y tiró el bate a un lado mientras se recargaba en el árbol. Esa chica tenía problemas con el control de la ira, no era un secreto, pero la verdad es que nunca la había visto tan enojada como lo estaba.

—Lo siento —dijo ella mientras le daba la cara.

—¿Por qué? —cuestionó él mientras se acercaba hacia ella a paso lento y con las manos en sus bolsillos para protegerse del frío.

—Por el idiota de Eric, gracias a él mi padre piensa que somos novios.

—No es algo que me moleste —se atrevió a confesar—, tú lo sabes muy bien.

Ella bajó la mirada y se mordió el labio inferior nerviosamente. Las cosas estaban saliendo peor de lo que ella creía que podrían salir.

—Tú sabes que no es posible...

—¿Por qué no?

—Porque tengo novio.

—Eso no impide que sienta cosas por ti.

Ella negó con la cabeza y lo miró a los ojos. Aquella conversación le parecía tan irreal y ajena a ella, a él, a ambos.

—¿Por qué te gusto de todos modos? Joder, tan sólo mírame —dijo extendiendo ambos brazos—. No soy lo que los hombres buscan, y en específico no soy lo que tú buscas.

—Tal vez eres una excepción.

—¿Una excepción? ¿Una maldita y jodida excepción, Denis? ¿Por qué lo sería?

—Porque eres diferente —contestó con obviedad.

—Seamos realistas. Te atraen las rubias, las de curvas voluptuosas, las chicas de sonrisa perfecta, las señoritas, las mujeres femeninas. Y yo no lo soy.

—Eso está más que claro. Sé cómo eres, te conozco ______. Y eso no impide que esté profundamente enamorado de ti.

—¿Podrías dejar de decir que estás enamorado de mí?

—¿Por qué? Esa es la cruda verdad, ______.

—No me gusta.

—¿Y crees que a mí me gusta? ¿Crees que a mí me agrada estar estúpidamente enamorado de la única que chica que jamás me daría una mísera oportunidad? ¿Crees que me gusta decirte todo lo que siento por ti y que me rechaces tan tajantemente? ¿Piensas que me gusta escucharte hablar de Nicholas como si fuera un maldito dios? ¿Crees que me siento bien al saber que amas a un idiota que no te valora y que yo, aún estando aquí y jurándote que haría lo que fuera para que seas feliz, me rechaces? Me duele.

Miró al cielo y trató de tragarse aquel nudo en la garganta mientras luchaba porque las lágrimas no salieran.

—Tú me dueles, ______.

—¿Entonces por qué insistes?

—Yo no decidí enamorarme de ti, y mírame. No es algo que pueda dejar de sentir cuando me plazca. Créeme que si pudiera olvidarme de ti lo haría, no vales tanto sufrimiento.

Dicho aquello caminó hacia el interior de la casa. Se iría de ahí en ese preciso momento. Estaba decidido a no quedarse ahí ni un solo segundo más.