She Has No Idea [Denis Stoff Y Tu]

Capítulo 8

—¡No debiste haber hecho eso! —gritó Denis.

—¡Te estaba ayudando!

—No quiero tu jodida ayuda. No te pedí tu maldita y puta ayuda, Ben.

—Disculpa si intentaba ser un buen amigo.

—Fuiste demasiado lejos al pedirme que la besara.

—Pensé que me lo agradecerías en vez de estarme gritando.

—¿Desde cuándo sabes que me gusta? —preguntó mientras se sobaba el puente de la nariz.

—Empezaba a sospecharlo, pero lo confirmé cuando nos tomamos un descanso y ella se fue enojada fuiste detrás de ella.

—¿Los demás lo saben?

—Aún no, pero no tardarán en comenzar a sospechar, son un poco lentos.

—Esto es una mierda.

—¿Aún estás con Jane?

—Sí.

—¿Y qué mierda esperas para terminar con ella? Te gusta ______.

—No es tan sencillo. Ni siquiera sé si yo le gusto a ella.

—Si no le preguntas nunca lo sabrás.

—No puedo simplemente preguntarle.

—Si puedes.

—No puedo llegar y decirle: "Me gustas desde hace meses, ¿yo te gusto?".

—Si puedes.

—¿Y si ella dice que no?

—Pues al menos no vivirás con la duda.

—¡Eres pésimo dando consejos!

—Ya lo sé.

—¡Idiota!

—¿De todos modos por qué te gusta? ¡Es ______ Maddox! Hay miles de chicas que se mueren por estar contigo y tú te enamoras de una que ni en mil años te tomará en cuenta.

—Gracias por todo tu apoyo —contestó con sarcasmo—. No sé por qué diablos me gusta, ¿de acuerdo?

Se llevó las manos a su rostro con total frustración. Odiaba que le gustara ______, ella ni siquiera era el tipo de chica en las que se fijaba. Siempre había preferido a rubias voluptuosas, chicas de faldas cortas y escotes profundos y luego llegaba ______.

No sabía por qué le gustaba, ella era una castaña alta y delgada, con unos profundos ojos color chocolate. Lo había enamorado usando jeans rotos y un par de converse. Lo había cautivado con su personalidad nada débil, esa chica era obstinada, terca y bastante orgullosa. Podía fácilmente ser un hombre por su actitud despreocupada, por su lenguaje y su gusto por las bromas pesadas.

______ era todo menos una dama. Y se maldecía a él mismo porque le gustaba que no lo fuera.