¿Solamente amigos? [[Syo y tú]]

Capítulo 36: "La carta"

27 de diciembre:
Corrí al hospital muy temprano, para cumplir lo que le prometí a Syo acerca de verle cada día, además que debe estar aburrido ya que no le permitieron usar su celular (e.e). Realmente estaba ansiosa, pero al entrar y sentarme en la sala de espera me sorprendí mucho al ver que Armin corrió hacia mí algo nervioso.

-Disculpa -me dijo- pero las visitas para Kurusu serán canceladas por hoy.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Por la noche le dió un ataque de tos muy extremo y sus latidos aumentaron considerablemente -me contó.

-¡¿Eh?! -exclamé- ¿Y ahora? ¿Está mejor que anoche?

-Algo -me contestó- pero no está en condiciones de recibir visitas.

-Ah... entiendo -dije mirando hacia abajo, algo triste.

-De todas formas, si quieres que le diga algo de tu parte, puedes hacerlo.

-Son tantas cosas... -suspiré- ¿y si mejor le entregas una carta de mi parte? te lo agradecería mucho.

-Claro -me contestó- no veo el problema, pero recuerda.

-¿Hm?

-Tu shhh -me dijo con el dedo índice sobre los labios- esto lo hago porque los quiero a ambos. Me agradan.

-Lo sé -le sonreí un poco- muchas gracias.

-Avisame cuando tengas lista la carta -me dijo Armin, adentrandose a otro pasillo- estaré en mi oficina viendo algunos papeles.

Apenas Armin se fue, saqué una hoja de mi cuaderno especial y comencé a escribir. Mi mano comenzó a redactar la carta por si misma, dejaba salir todo lo que quería expresar y lo que sentía para mi misma. Esto es increíble sin duda.

"He terminado al fin" pensé, leyendo mi carta por última vez. La verdad es que solamente anoté lo justo y necesario, pero de forma precisa. Aunque eran tantas cosas que quería decir, que terminé olvidando bastantes.

Supongo que algo corto, pero bien tierno sirve ¿no?

Suspiré algo agotada y caminé hacia el pasillo donde estaba la oficina de Armin y toqué la puerta.

-Listo, Armin kun -le conté.

-¿En serio? adelante -escuché que me dijo desde el otro lado de la puerta.

-Permiso -dije ingresando dentro de la oficina, encontrandomelo sentado en su escritorio, leyendo unos papeles fijamente con sus lentes muy bien colocados- la carta está lista.

-De acuerdo, fuiste más rápida de lo que pensé -me dijo, acercandome su mano- damela.

-Aquí tienes -dije entregandosela.

-Volveré enseguida -luego de decir eso, Armin se dió la vuelta para salir, pero yo le detuve.

-¡A-Armin! -dije en voz alta, provocando que se detuviera.

-Dime -me dijo Armin volteandose a verme nuevamente.

-De verdad te lo agradezco -le dije haciendo una reverencia pequeña.

-No tienes que darme las gracias -me dijo con una sonrisa, dandome una palmadita en la cabeza.

-Claro que si -le contesté- ¿Hay alguna razón en especial?

-¿Razón en especial?

-De porque me ayudas tanto -le dije- a mi, a Syo y Natsuki.

-Ah eso -me dijo acomodandose los lentes- lo hago porque de alguna forma, quiero quitar todo el daño que dejó mi primo. Ustedes son buenas personas y de eso estoy seguro. Además...