Mi Primer Amor - By Remus Lupin

Capitulo 08 - "Baile y Huida"

Estaba sentada, sola, apoyada en una de las mesas, mirando distraídamente a todo el mundo.

Estaba totalmente hermosa. Tenía el cabello recogido con un listón celeste que hacia juego con su vestido color agua, que dejaba notar sus hombros y sus... bueno, sus hombros.

Sabía lo que debía hacer, y sabía que no podía esperar más. Dejando atrás todos mis miedos y mi cobardía me acerque y me senté a su lado.

- ¿Porque una muchacha tan bonita ha venido sin pareja?

- Sencillo - sonrió sin mirarme - el muchacho que yo quería que me invite, no lo hizo

- Y si yo te invito a que bailes conmigo, ¿aceptarías?

Cassandra sonrió y afirmó con un movimiento de cabeza. Poniéndome de pie, me pare frente a ella, y le tendí mi mano. Cassandra la tomo tímidamente y mirándome a los ojos, se puso de pie.

Luego de una canción bastante movida, un tema lento empezó a sonar. Ambos nos pusimos bastante nerviosos, pero no dude en abrazarla y traerla contra mi cuerpo. Cassandra se aferro a mi al igual que yo a ella y no puedo explicar lo feliz que me sentí.

- Dime Remus. Tu... ¿porque has venido solo? - me pregunto mirándome a los ojos.

- Digamos que fui demasiado cobarde para preguntarle a la muchacha de mis sueños si quería venir conmigo.

Cassandra me miro tristemente y luego bajo la mirada. Continuamos bailando en silencio, hasta que me abrazo con todas sus fuerzas.

- ¿Que sucede, Cass?-le pregunte

- Ahí viene mi primo junto a Lizz.

- ¿Te da vergüenza que te vean conmigo? - palidecí

- Claro que no. Pero Sirius es un idiota, y de seguro vendrá a molestarnos - me dijo -ven, tengo una idea - me tomo de la mano y comenzamos a correr entre la gente. Cuando salimos, notamos que Sirius nos seguía a paso ligero.

- ¡Vuelvan aquí! ¡Te vi Cassandra! - grito mientras nosotros seguimos corriendo hasta perdernos por uno de los pasillos, llegando al patio del reloj.

Cuando al fin nos detuvimos, no podíamos parar de reírnos. Luego de unos minutos, recobramos la cordura y nos sentamos juntos, en uno de los bancos.

- ¿Tu sabes que va a matarnos mañana, verdad? - le dije todavía riendo

- Si. Pero prefiero eso. No quería que nos arruinase la noche - sonrió

Sus palabras lograron ponerme muy nervioso. No sabia a que se refería, pero a su lado, la estaba pasando realmente bien.

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