Mi nombre es Remus Lupin, y hoy voy a escribir la historia de cómo la biblioteca cambio mi vida.
Estando en la escuela, nunca fui de prestarles atención a las chicas. Siempre me caractericé por ser un muchacho que se dedico a estudiar, a estar con sus amigos, divertirnos de una manera prudente (algo que jamás logre con mis queridos Merodeadores) hasta que un día, un vuelco del destino hizo que mi vida diese un giro de 180°.
Como ya he dicho, jamás me caractericé por buscar muchachas, ni mucho menos. Es mas, siempre fui muy tonto para ese tipo de cosas. Cuando alguna chica se me acercaba a decirme algo, o peor, a insinuarme algo, me ponía rojo como un tomate.
Siempre estuve seguro que esas "insinuaciones", eran producto de alguna broma de Canuto y Cornamenta que enviaban a las amigas de sus "novias de turno" para tratar de conquistarme. De más está decir que jamás lo lograban, así que siempre tenia que soportar sus típicos sermones de que seré un soltero toda la vida, o que iba a volverme gay si seguía con esa postura. Lo que ellos no entendían, es que para mi una relación debe formarse por la confianza, el amor, y el entendimiento entre las dos partes, cosa que ellos jamás lograrían cambiando de novia cada semana.
Otra de las cosas que les costo entender (que no me entra en la cabeza como, después de todo este tiempo juntos) es que no quería arriesgarme a lastimar a ninguna muchacha debido a mi condición, o salir lastimado yo mismo luego de que una mujer que yo amase con locura me diese vuelta la cara al enterarse de lo que soy.
Siempre le tuve pánico al rechazo, toda mi vida. Hasta que la conocí a ella.
Ya cursaba mi 6to año. Slughorn nos había dejado demasiada tarea y como de costumbre, yo estaba en la biblioteca sin mis queridos amigos. Estaba muy inmerso en mi libro de "Como revertir pociones de magia negra", cuando oí a un grupo de alborotadas pequeñas de primer año que hablaban con Madamme Pince quien le estaba diciendo que si seguían molestando, no podrían quedarse. Antes de volver la vista a mis apuntes, cruce sin querer la vista con una muchacha de grandes ojos color café que me observaba fijamente. Al notar que yo la estaba mirando, se sonrojo al extremo y volvió a lo suyo. En ese momento, recordé como me sentía yo cuando pasaba por alguna situación similar, así que disimuladamente, volví mis ojos a ella. Ahora estaba escribiendo muy rápidamente con su pluma sobre un pergamino que, a simple vista, parecía estar completamente lleno. No supe si lo hacia porque estaba apurada o porque realmente le apasionaba esa asignatura, pero definitivamente estaba muy concentrada en lo que hacia. Su cabello castaño le caía hacia los costados y lo arreglaba cada dos segundos con su mano detrás de la oreja. Su vestimenta me hizo recordar demasiado a Canuto. La camisa totalmente desprendida, una musculosa que no dejaba mucho a la imaginación por debajo, las mangas totalmente arremangadas y la corbata azul y plata (colores distintivos de Ravenclaw) mal anudada.
Al mirar mi reloj, me di cuenta que había pasado mas de media hora observando a aquella muchacha y que por eso no había avanzado en mi redacción, así que me puse a terminar todo lo mas velozmente que pude. Cuando al fin lo hice, comencé a guardar todo, y girando mi cabeza, note con un dejo de decepción, que la muchacha se había marchado.
El camino al gran comedor lo hice pensando. "¿Podía ser que pasé tanto tiempo sin notara aquella muchacha? Aunque, no tengo porque conocer a todo el mundo, para esoya están Canuto y Cornamenta" pensé. Inconscientemente comencé a reír. "Deja ya de pensar estupideces" me dijea mi mismo mientras entraba al comedor
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Mi Primer Amor - By Remus Lupin
FanficEncontrar el amor no es facil, mucho menos para una persona con mi condicion. Pero pude sortear esa barrera y aquí, les cuento mi historia.