"Visita (II)"

242 24 1
                                    


Aterricé de golpe y no pude evitar soltar un gemido de dolor. Para mi sorpresa, pude ver a Elsa justo bajo mi cuerpo con el rostro pálido de terror, su pecho subía y bajaba rápidamente y pude oír su corazón latiendo desenfrenado, aún en esas condiciones, Elsa podía ser realmente atractiva, pero saqué ese pensamiento de mi mente agitado y me aparté de ella nervioso, estábamos realmente  cerca el uno del otro y alcancé a ver como ella hacía lo mismo. Pestañeó un par de veces mientras intentaba acostumbrar su vista a la luz y luego entrecerró sus ojos como esforzándose por identificar quién era, entonces su rostro se relajó, imagino que fue por la alegría de verme nuevamente, por lo que le dediqué una sonrisa y poniéndome de pié estiré una de mis manos para ayudarla a pararse, a lo que ella aceptó nerviosa.

-¿Jack..?-

-El mismo! ¿Cómo estas princesa? -

-Rayos, Jack, me asustaste...! pensé que eras un ladrón...-

-Pues, no sería la primera vez que me confunden con uno- 

En ese momento sus ojos se dirigieron hacia nuestras manos, que para mi sorpresa aún se hallaban entrelazadas. Por simple curiosidad, la observé, quería ver que tan consciente era de mí y al parecer hice bien ya que pude ver como su rostro se cubría de un rojo intenso para luego soltar mis manos de golpe. Sólo sonreí ante su reacción y decidí cambiar de tema.

-Y...¿Qué hacías? ¿Hablabas con alguien?-

-¿¡Eh!? N-no, no...¿por qué..-

-¡Perfecto!- dije sentandome de un salto en la cama. Ella me miró confundida.- Hay algo de lo que quiero hablarte-

-Claro...dime?-

-Pues...- comencé a decir mientras ella se acomodaba cuidadosamente a mi lado. - Dime, ¿Qué harías si una persona importante para ti comenzara a ignorarte?- Vi como su cara se llenó de confusión mientras hacía aquella típica mueca de siempre: una ceja mas arriba que la otra, los ojos muy abiertos y la boca tensa, típico de Elsa. Seguramente comprendió a lo que me refería ya que de inmediato comenzó a mover las manos nerviosa y a tartamudear como un niño en problemas, era  tan fácil de leer como un libro abierto. 

-Amm, bueno, quizás...esa persona necesita tiempo o...espacio...-

-Pero ¿cómo sabré yo cuando esa persona tenga "suficiente tiempo o espacio"?-

-Pues, Tal vez solo debas dejarla ser y esperar...-

-Pero entonces... la distancia  entre nosotros solo aumentaría ¿verdad? ¿Qué pasa si después de tanto tiempo yo... ya no puedo recuperarla?- Ella me miró a los ojos, algo dentro me decía que había tocado un punto sensible para ella por lo que traté de pensar en una forma de alivianar el ambiente, sin embargo, su voz fue la que rompió el silencio.

-No es tu culpa Jack...- Yo la observé, su mirada estaba perdida en el piso, pero luego sus ojos se encontraron con los míos haciendo que mi corazón latiera agitado. - Esa persona... probablemente necesite tiempo para reunir el coraje suficiente para enfrentarte. No tengas miedo, estoy segura de que lo arreglarán- dijo ella con una sonrisa.

-Bien, respecto a eso...bueno, pues, hay alguien... hay alguien que me gusta en verdad demasiado y no sé como hacer para que ella también se fije en mí. He hecho de todo, aún cuando me es realmente difícil actuar cuando estoy frente a ella, pero quiero que me note, que... sepa que existo...No solo por lo que aparento ser, sino que por como realmente soy...¿Qué me recomiendas?- Ella soltó un largo suspiro, luego una triste sonrisa se formó en sus labios.

-Bueno...si la persona a quien amas ya tiene a alguien en su corazón..no hay nada que pueda hacer, salvo esperar, quizás, y velar porque, algún día, tú puedas darle esa felicidad que tanto esta buscando..-

-Realmente espero que sí...- dije pensativo, ella me observó, luego yo a ella. Por un momento sentí que ambos teníamos mucho más que decir mediante nuestras miradas que por nuestras palabras. El destino había sido duro con nosotros, pero al menos nos había puesto juntos en el camino, y no podía estar más agradecido por eso. 

- Aquel chico, el... que me pediste que protegiera aquel día en el parque... ¿él es el que te gusta?-  Miré temeroso a Elsa. No quería tocar ese tema, pero al escuchar como se sentía tuve la necesidad de hacerlo. 

Si no era como Jackson, al menos siendo Jack quería apoyarla;  por mas doloroso que fuera verla sufrir por mi culpa, ella merecía todo el apoyo posible. Al mirarme se encogió de hombros y luego con una sonrisa melancólica comenzó a recorrer la habitación con la mirada.

 -Es difícil...el amor, ¿verdad...?-

-Más de lo que imaginas...- dije sin apartar mi vista de ella. Sin darme cuenta, me había ido acercando poco a poco a su lado, una de mis manos se dirigía sigilosamente hacia su cabello y mi corazón no dejaba de latir.

¿Qué era lo que estaba a punto de hacer...? Rápidamente me alejé de ella y mientras carraspeaba la garganta me puse de pié.

-Ya es muy tarde y debo irme, pero...Am...¿puedo... dejarte un consejo yo también?-

-S-sí... claro...-

-Mírame- ella levantó su mirada hacia mí y acercándome la tomé de la barbilla. -Nunca te obligues a estar lejos de quien amas...- Ella suspiró un poco nerviosa como conteniendo las ganas de romperse  a llorar y volvió a bajar la mirada.

-P-pero...-

-Solo...no lo hagas- dije mirándola con una sonrisa. Ella nuevamente se sonrojó y no pude evitar pegarle un pequeño golpecito en su diminuta nariz, me causaba ternura lo delicada que era. Mientras se sobaba y fruncía el ceño, un recuerdo cruzó por mi mente y sentí como una sonrisa burlona se formaba en mis labios.

-Así que...¿asiáticos eh?- 

-¡¿Q-Qué?!-

-Vamos Elsa, no seas tímida, era cosa de ver como ese chico te abrazaba para saber que le gustas- Ella abrió los ojos como platos y sin poder evitar ponerse roja como tomate, se puso de pié y comenzó a pegar pequeños pero poderosos golpecitos en mi pecho una y otra vez. Yo no podía parar de reír ante su reacción y ella parecía cada vez más enfurecida

-N-Nada de eso! él solo es amable y educado y...-

-¿Y...?-

-C-como sea, no es eso...-

-Claro... ¿Cómo es que era su nombre...? Creo que los escuché decir...Kamashi...? No! ¡Tegashi! o Quizas Kakashi ?- Entonces ella soltó una carcajada y comenzamos a reír ambos mientras corríamos por toda la habitación.

-Ya te dije que no es así!-

-¡Claro que sí! ¿Por qué otra razón te abrazaría?-

-¡Estábamos siendo atacados por monstruos! ¿Qué esperabas que hiciera?-

-Pues entonces es una pena que haya llegado tan tarde-

- De que hablas...?-

-Porque así hubiera sido yo quien te abrazara- 

En ese momento, la voz de la madre de Elsa se escuchó por el pasillo. Los pasos se oyeron tan cerca de la puerta que ninguno de los dos pensó en lo que hacía y de un segundo a otro todo fue oscuridad.






Miraculous LadyIce (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora