"Dos sentimientos, un corazón"

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Esa misma noche, el par de héroes debían salir a hacer la patrulla nocturna de cada día a la ciudad, por lo que una vez más calmados, se reunieron en la Torre Eiffel y comenzaron su guardia.

Al ir de edificio en edificio, la chica platinada miraba de reojo a su compañero, se preguntaba a si misma si realmente estaba flaqueando por él, ¿por qué constantemente sentía ganas de verlo, de tocarlo y de hacerlo reír? Quería saber más y más de él, pero como LadyIce no podía hacerlo, no mientras no arreglara las cosas con él.

-¿Jack...?- dijo deteniéndose la muchacha.

-¿Si, mi lady?- reaccionó el chico haciendo lo mismo que su compañera.

-Am..Quería hablarte sobre...bueno, en realidad um...-balbuceó la chica nerviosa. "Que raro...esto jamás me había pasado" pensó ella para si- Mmm mas bien, y-yo quería.. pedirte disculpas, por como he actuado contigo en estos días...-

Jack la miró sereno, por alguna razón, a pesar de sentirse feliz por aquello, estaba tranquilo con la presencia de la chica, no como en otros días.

-He sido muy grosera y egoísta. Aun que esté enamorada de alguien más...no tendría por qué haberte apartado de mi lado cuando solo estabas tratando de ser sincero conmigo y ayudar...Quiero que podamos ser como antes también, que nos divertamos como solíamos hacerlo y...Lamento haberte involucrado en mis problemas...-

-No te preocupes mi lady, todo esta bien ahora- dijo él regalándole una amable sonrisa. Incluso él mismo estaba sorprendido de su calmada actitud. Había estado esperando una oportunidad así para mejorar las cosas con su amada pero ahora que estaba ocurriendo, no sentía que fuera lo correcto.

-Gracias, Jack...- 

Sin nada más que decir, los jóvenes continuaron con su recorrido poniendo atención a cada detalle de la iluminada ciudad, para luego despedirse y regresar cada uno a sus casas. Mientras se recostaba en su cama, el chico castaño observaba fijamente a la luna recordando los momentos vividos aquel día. Tenía la seguridad de que algo estaba cambiando dentro de si. 

Sin percatarse, alguien con sumo sigilo se había escabullido por los edificios y había logrado llegar hasta el balcón de la oscura habitación. Al sentir un sonido de pasos, el joven Overland ordenó a su pequeña compañerita azul que se ocultara entre las sábanas para no ser vista y se dirigió hasta el gran ventanal por donde entraba la luz de la majestuosa luna, entonces, unos bellos ojos celestes se encontraron con los de él, haciendo retroceder de un salto por la sorpresa. Una vez reconoció aquellos ojos, no podía creer lo que estaba pasando. Lady Ice se encontraba al otro lado del cristal con las mejillas ruborizadas mientras posaba una de sus manos sobre el vidrio. Él la observó hipnotizado ante tan hermosa escena y no pudo evitar acercarse. En cuanto lo hizo, pudo ver como millones de pequeños copos de nieve se iban formando sobre este, y supuso que era debido a la inestabilidad emocional de la chica. "Debe estar muy nerviosa...", pensó.

Entonces, el chico se acercó para luego perderse en sus ojos y luego en sus labios, que cada vez estaban más cerca de los suyos a pesar del cristal que los separaba. Antes de siquiera poder emitir palabra, una alucinante sensación cruzó por su cuerpo. Los labios de él y los de la chica  ahora estaban sobre el cristal, no sabía que hacer y no comprendía como era que su personalidad podía cambiar tanto siendo Jack Frost, en esos momentos en verdad deseaba poder ser él, pero Lady Ice estaba allí, besándolo a él como Jackson Overland a travez del cristal, y no comprendía la razón. 

El beso era inocente y cálido a pesar de la división que los separaba, pero tan rápido como había comenzado también acabó, y dejándolo más confundido que nunca, la chica se separó de él y ocultó su rostro para luego esfumarse por los edificios de Paris sin más, se desvaneciéndose entre la oscuridad dejando miles de copos de nieve cayendo frente a sus ojos.

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Al día siguiente en la escuela, Elsa lo sacó de sus pensamientos mientras agitaba energéticamente su mano frente a él. Aquella misma mañana se habían encontrado de camino y ella le había expresado su arrepentimiento por haberle hecho la ley de hielo esa última semana. Admitió que se sentía inquieta al estar junto a él y que probablemente fuera porque aún no lograba superar lo del rechazo, pero que ahora estaba bien y que esperaba de todo corazón que pudieran continuar siendo amigos y conociéndose aún mas. Esto fue un gran alivio para el chico pero no fue capaz de demostrarlo por completo debido a que no lograba sacarse de la mente lo ocurrido aquella noche con su lady. Se sorprendió al analizar que tal vez por un momento había llegado a pensar que al fin estaba comenzando a superar su amor unilateral por ella gracias a Elsa, pero con lo ocurrido aquella noche, no solo se había logrado mantener aquel amor sino que también se había incrementado y seguía haciéndolo con cada minuto que pasaba, sin embargo, la duda no lo dejaba vivir tranquilo y la ansiedad por revelarle su verdadera identidad había ido creciendo más y más hasta ese momento.

¿Lo seguiría amando si descubriera quien es? ¿Podía acaso aquello ser considerado amor? ¿Y qué sentía él realmente? Eran muchas las preguntas que llenaban su mente, pero solo de algo estaba seguro, y era que quería ver a Elsa, no como Jackson, sino como Jack Frost ¿Por qué? Esa era otra de sus preguntas...






Miraculous LadyIce (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora