Parte 6

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-Narra Jamie-
Cuando llegue a la casa, puse toda mis cosas en él viejo armario, acomode mis cosas personales en él baño, acomode mis ropa y arregle las cosas de mi estudio.
Cuando por fin estuvo hecho todo, le recoste en él sillón color chocolate, mientras encendía otro cigarrillo. Era raro pero veía como él cigarrillo se quemaba y salían pequeñas cenizas de ahí. Rojas. Negras. Quemadas.
Mientras me concentraba en eso, me di cuenta que él relog de piso estaba marcando más de las 6 de la tarde. Así que me levante para apagar lo poco de cigarrillo en él cenicero de vidrio.
Me quite el abrigo negro y camine despacio mientras gritaba, pero al mismo tiempo susurraba.
-Damon...¿Ya llegaste?...-
-...-
Ninguna respuesta. Ni una sola maleta. Ni su olor a vainilla. Nada.
Temí lo peor y eso era que estuviera en la casa de Justine, que todavía estuviera envenenando su ser. Por alguna razón me sabia la dirección su ex nido de amor.
Salí del departamento un poco apurado pero tampoco corría. Una parte de mi seguía odiando a Damon y hacia que no corriera. Esa parte de mi quería que talvez se seguirá envenenando de Justine. Era un maldito caso.
Cuando llegue a su casa, Justine estaba sentada en las escaleras de la entrada, era visible que estuvo llorando y tenia un cigarrillo en sus debilitados labios. Me acerque a ella para abrir la puerta.
-¿Damon?-
-Esta...adentro...llevártelo lo más rápido que puedas...por favor -
Mire a esta Justine, decaída, llorona y con él cabello largo.
Nada que ver con la egodentrica y parecida copia a un chico.
Puse mi mano en su hombro y ella saco una leve sonrisa, subí los escalones para abrir la puerta y caminar levemente.
Lo que encontre fue destrosante, digno de alguna película de un maniaco que ahora, después de arrepentirse de todo y quererse suicidar para no lograrlo.
Encontré a un Damon con una jeringa en las manos y posiblemente con una buena dosis de heroína en la sangre. Sus ojos miraban a la nada, sollozaba, balbuceaba y tenia los ojos hinchados e inundados de lágrimas.
Me acerque lo más rápido que pude al cuerpo de Damon, a un cuerpo que parecía al de un vegetal.
Lo sostuve en mis brazos para abrazarlo. Caí en la trampa. Llore como nunca lo hice, lo estrechaba en mis brazos y veía como él sonreía de una manera cansada, que había tenido tantos problemas.
Cuando se durmió -que fue en pocos segundos- lo cargue en mis brazos. Me despide de Justine que lloraba desconsoladamente. Maldita.
Lo acosté en la cama matrimonial, y le prepare un te para su bajón. Cuando regrese a la alcoba, Damon estaba despierto, cuando se dio cuenta de mi presencia. Sonrió.
-Hey, gracias
-No pasa nada, sólo me debes una-
Río, tan dulcemente. Tan tierno.
Me hizo una señal para que me sentara con él, me acerque para dejarle él té en la mesita de noche y él rodeo mi cintura con sus brazos.
-Jamie...-
Me dio un ligero escalofrío por la columna. Pero obviamente eran los efectos de la heroína. Así que no lo teme enserio.
Pero me jalo hacia atrás por lo tanto me puso en una incomoda posición, donde él claramente me tenia acorralado en sus brazos. Joder. Joder.
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Hola. Les escribe una Nora aburrida en la escuela.
Pues estaba vez fue ligeramente más largo...
No tengo ni un ligero talento para hacerlo más largo. La joda pueh

Todo estará bien (Jamie x Damon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora