Recuerdo perfectamente el día en que empecé a odiar a los chicos de esta escuela.
Digamos que tenía un pequeño crush con Brais Martinez, guapo, presidente de la clase, calificaciones normales, tierno, básicamente perfecto.
Y ese día me había vestido especialmente para comentarle acerca de mis sentimientos. Había escogido un lindo vestido crema y unos tacones y cartera Chanel amarillos,- como se darán cuenta amo describir mis atuendos, si no les gusta, pueden lamerme el trasero- bueno, según yo, me veía guapa. Está bien, me veía perfecta.
Tenía todo planeado. En el almuerzo, lo llamaría y le diría todo.
Para la tercera clase, dejé el bolso en mi casillero,- lo que ahora veo, fue una mala idea porque, ¡MALDICIÓN! ¡ERA UN CHANEL Y YO LO DEJO EN UN PUTO CASILLERO!- y para cuando lo fui a buscar, antes del almuerzo, Brais y todo su estúpido grupo de amigotes estaban haciéndole unos 'retoques', como ellos le llamaron, a mi bolso.
Mi hermoso bolso ya no era amarillo, era entre rojo y azul y morado y marrón. Y tenía en letras negras un doloroso 'Apestas'.
Apreté mis dientes y mis puños, recordandome a mi misma lo que mi madre siempre decía: 'Es mejor vengarse con el tiempo que gritar palabras sin sentido en el momento'.
-¿Te gusta como quedo tu bolso, Lottie?- dijo Brais.
Solo había una persona en el mundo que me llamaba Lottie, fue quien me regaló ese bolso, fue a la única persona que he amado con todo mi corazón. Mi padre.
Respiré un poco y me relajé. No iba a empezar a gritar como una loca, aunque ellos pensaban que lo era. Me acerqué al chico que tenía mi bolso y se lo quité. Busqué la nota que siempre llevaba dentro, pero no estaba.
-¿Dónde esta el papel que había ahí?- dije con la voz entrecortada. No Charlotte, no puedes llorar, no ahora.
-¿Hablas de este?- me preguntó Kay, el mejor amigo y perro faldero de Brais. Sostenía esa nota como si solo fuera un pedazo insignificante de papel. Bueno, quizá para él lo era- Lottie- leyó con una imitación de voz 'chillona'- espero que te guste este regalo, se cuanto amas Chanel, y este bolso me pareció el indicado, ya que es hermoso, como tú- todos los chicos que estaban ahí soltaron un burlesco 'aww'- con amor, tu padre.
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Manual para ser una fresa.
أدب المراهقينEn el momento en que Charlotte Evans puso un pie dentro de la secundaria Grigori, fue etiquetada como la 'chica fresa', y eso en realidad nunca le importó, hasta que vio como era tratada una chica de primer año. Le recordó a su propio infierno. Y es...