El primer paso para ser una fresa es muy simple, tan simple que hasta Karen Smith* lo entendería.
¿Anarnjado y rosa en el mismo atuendo? Jamás. Hay una razón por la que el rojo los separa en la gama de colores y es que juntos son la peor combinación que ha existido, peor incluso que las faldas con zapatillas deportivas.
Asi que nunca, ¡nunca! Uses anaranjado y rosa al mismo tiempo.
¡Nunca!
***
Para elegir atuendos era bastante perfeccionista. Todo tenía que tener equilibrio. Si había estampado, zapatos sobrios, y accesorios pequeños. Si era algo mas neutro, usaba bolsos con diseño. El equilibrio.
Y eso llevaba tiempo. Por esa razón me despertaba a las seis y quince de la mañana, aunque este día, al parecer, mi cama no quería soltarme en absoluto. Así que volví a cerrar los ojos y caer en un sueño profundo.
Sentí las risas y gritos que venían de afuera de mi dormitorio, ¿Qué demonios?
Me levanté muy a mi pesar, fijándome en la hora. Diez con cincuenta y tres. ¿Qué día es? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué mi pierna izquierda está depilada y la derecha no?
Tomé el pomo de la puerta con la intensión de abrir, pero antes de que eso sucediera, el traicionero pedazo de madera chocó contra mi cara.
—Auch— gemí frotando mi nariz. Ese fue un gran golpe. Abrí los ojos dispuesta a gruñirle a mamá, pero unos mechones de cabello rubio taparon mi visión.
—Charlie— chilló una mujer en mi oído, mientras me abrazaba. ¿Por qué me están abrazando?
Le devolví el abrazo confundida, esperando que se incorporara para ver quien era.
Podía sentir los rayos de sol traspasar mi ventana así que veamos, ¿Quién interrumpiría en mi habitación temprano en la mañana?
—¿Tía Amy?— pregunté.
—Claro que si, tontita, ¿Esperabas a alguien más?— me soltó y por fin pude sentarme.
—Es que, bueno, había despertado recién y me tomaste por sorpresa— giré mi cabeza para ver que hora mostraba en reloj. Nueve treinta de la mañana.
Abrí mis ojos como platos buscando mi celular, el reloj debió haberse equivocado, no puedo llegar tan tarde.
Gemí interiormente mientras corría hacia el baño.
Diez minutos después lo único que necesitaba era un poco de maquillaje y encontrar el otro par de mis tacones. Le había mandado un texto a Chloe pidiendo que avisara a los maestros que llegaría tarde por motivos personales, solo una pequeña excusa.
—Maldición, ¿Dónde está ese maldito tacón?— me puse de rodilla buscando debajo de la cama.
—Tres años y aún no eres buena ordenando tus cosas, Charlie.
Damian Stuart estaba parado frente a mi, luciendo impecable de pies a cabeza, llevaba su cabello bañado en gel y una linda corbata de moño que combinaba con su suéter. Apostaba todos mis vestidos a que sus zapatos eran Vuitton.
—Y que lo digas, Dammit*— me burlé de él haciendo referencia al apodo que tenía cuando fue más adolescente y revoltoso.
—¿No es ese zapato el que buscas?— señaló debajo de mi escritorio, en una esquina, el maldito zapato color crema.
Lo tomé y salí de mi habitación. Saludé a June con una sonrisa y en respuesta movió la mano y volvió su atención al celular. Nadie la culpa, tiene catorce años, es una de las pocas cosas que la hacen escapar de su realidad.
—Llegaré cerca de las tres— le dije a mi tía— Pero hoy trabajo en la cafetería así que tendré que volver a salir. De ahí llegaré a las ocho treinta. Pueden ir a recorrer la ciudad, estas son llaves de emergencia, úsenlas— deje las llaves sobre la mesa— mamá está en casa cerca de las cinco, si tienen algún problema, llamen.
Salí y empecé a correr a la parada de buses, espero estar ahí antes de las diez quince.
***
Corrí todo lo que pude para llegar, pero no lo logré. Así que ahora estoy vagando por la escuela, porque el maldito maestro no quiso que entrara a su clase. ¿A quién le importa biología de todas maneras?
En realidad no vagaba, estaba caminando hacia mi lugar favorito en la escuela.
Era un gran y viejo árbol, con un tronco grueso, e irónicamente cómodo. Era algo así como el árbol de la vida aquí en Worringtom School.
Llegué ahí y me senté. El silencio era algo hermoso, sobre todo en un lugar tan pacífico como este. Saqué de mi bolso mi libreta de diseños y un lápiz y empecé a dibujar.
Primero dibujé solo el maniquí, y luego fui dándole forma al vestido. Sería hasta la rodilla, de un color burdeo, con mangas largas y un escote transparente. Hermoso.
Saqué los lapices para pintar cuando un cuerpo tapó el sol.
-Estás en mi sitio- sentí una voz ronca, así que levanté la cabeza para ver quien me hablaba.
Desde aquí se veía alto, llevaba el cabello amarrado con una bandana y su ropa era lo más básico que un adolescente podría ponerse. Jeans y una polera de bandas clásicas y fundamentales.
-¿Qué?- fruncí el ceño. Ya lo había visto antes, pero ¿Dónde?
-Que estás en mi sitio, quiero que salgas.
-Yo llegué primero, busca otro lugar- que chico más grosero, estaba a nada de enterrarle mi zapato en el ojo.
-¿Quieres que te saque? Este es mi sitio, o te sales por las buenas, o te saco por las malas- se cruzó de brazos con una pose intimidante, ¿Quiere jugar a intimidar? Pues, entro en su estúpido juego.
Me paré, arregle mi falda y crucé mis brazos igual que él. Ningún chico me intimidaría.
-Trata de sacarme porque patearé tan fuerte tu trasero que no querrás volver a caminar- recordé todas las veces que Chloe me dijo como amenazar a un idiota. Gracias, Chloe.
-Amarías patear mi trasero- una sonrisa se dibujó en su rostro, y de no haber estado tan molesta, la hubiera analizado para dibujarla después. Era una hermosa sonrisa.
Me corrí a un lado para tener una vista de su trasero.
-La verdad es que no, está muy... chato- le sonreí con autosuficiencia y le dejé camino libre hacia el árbol.
Me fui caminando, consciente de que mi comentario lo había molestado. Tenía una sonrisa en mi rostro que nada ni nadie podría quitar. Así se siente ganar.
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*Karen Smith: Es la amiga 'tonta' en el grupo de chicas en la película 'Mean Girls'
*Dammit: Significa 'Joder' en inglés y era la palabra que todos decían cuando Damian hacía algún desastre.
Sé que dije que publicaría el sábado pero no me pude aguantar :( Subiré también el sábado pero me sentí tan inspirada en este capítulo que necesitaba publicar. See you in saturday :3
-HQ.
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Manual para ser una fresa.
Teen FictionEn el momento en que Charlotte Evans puso un pie dentro de la secundaria Grigori, fue etiquetada como la 'chica fresa', y eso en realidad nunca le importó, hasta que vio como era tratada una chica de primer año. Le recordó a su propio infierno. Y es...