—Levanta tu trasero, iremos de compras— vi a Damian parado frente a mi. Mi cabeza estaba entre dos almohadas y me sentía miserable sin ninguna razón. Bueno había una razón, aunque no la admitiría.
—Te decepcionó que Liam fuera como los demás— rodé los ojos ante el tonto y ridículo comentario de Bella. Ught.
—No me molestó. ¿Por qué un comentario de él afectaría mi estado de ánimo?
—Porque es lindo, y a fin de cuentas su actitud no era tan mala.
Negué. Eso no es cierto. Es un tonto, como todos los chicos de secundaria. Es un tonto, como todos los chicos de la secundaria. Es un tonto...
-¿Charlotte? ¿Estás bien?- asentí rápidamente mientras me paraba de la cama y me recuperaba por completo de mi deprimente estado vegetal, desechando la idea de que me afecta Liam en absoluto.
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-Y entonces el dijo que no le interesaba vivir en un mundo de superficialidad. ¿Es que todas las personas que conoceré pensarán que soy una maldita plástica?- me senté con pesadez en el sofá frente al televisor y cubrí mis ojos para no llorar. Dios, ¿Por qué me afecta tanto cuándo las personas hablan mal de mí?
-Tranquila- Damian pasó su brazo por mi espalda y me abrazó de una manera reconfortante- Él se lo pierde. Eres una maravillosa persona y si él no puede ver eso, no te merece.
Sorbí mi nariz y limpié mis ojos.
-Tienes razón- me levanté nuevamente a acomodar la vieja antena del viejo televisor. Añadí a mi lista metal comprar una nueva antena.
-Todavía no entiendo porqué no compras un televisor de este siglo- Damm negó mientras recorría con la vista las pinturas que había alrededor del cuarto.
-Porque las antenas son baratas, y solo veo las noticias en la televisión ¿Para qué comprar uno mejor que esta linda chatarra?- sonreí.
-Si tu lo dices- se levantó y se fue. Así era nuestra relación, nos llevamos bien y confiamos uno en el otro, pero no nos debemos explicaciones a menos que el otro decida por su cuenta decirlo. Y esa era nuestra típica pelea, yo ponía las manos al fuego por su homosexualidad pero él no lo negaba ni lo confirmaba, haciéndome perder la cabeza.
Mezclé el rojo que tenía listo con marrón para conseguir un burdeo pero aun así no podía conseguir ese color. Corrí un mechón de mi cabello tiñendo de rojo.
-¿Sabes cuánto cuesta que el acrílico salga del cabello?- lo amarré en una coleta pero luego recordé que mis manos estaban teñidas de pintura- Mierda, mierda- Me observé en el espejo mientras de reojo veía como Damián se reía de mi.
El timbre sonó.
-Si es mi madre con una de sus miles de citas, este será oficialmente un mal día- Caminé hasta la puerta limpiandome las manos con un trapo viejo.
-Hola, Charlie- Jules estaba frente a mi junto a Liam y Holly- Me los pillé en el ascensor, dijeron que te conocían, así que les dije que me siguieran ¿No te molesta verdad?- Su flequillo y su horrible ropa robaban mi atención. ¿Por qué pensaba en darle consejos de moda a mi prima en vez de concentrarme en el infarto que me dará al ver a Liam parado frente a mí?
-Porque no quieres pensar en él. Es un idiota ¿Lo recuerdas?- Diablos Bella, no te necesito justo ahora.
-Hola, Charlie- el fuerte abrazo de Holly me sacó de mi pequeña y común discusión con Bella, pero al parecer no cortó mi incómodo contacto visual con Liam.
-Hola, pequeña- pestañeé un par de veces y los invité a pasar cordialmente.
-Tu madre dijo que te avisara que un tal West llamó avisando que vendría a verte- le avisé a Jules.
Asintió y se fue con el mismo silencio con que llegó.
-Cuando la vi, me sorprendió que fuera familiar tuyo- ¿En serio? ¿Crees que un comentario aleatorio cambiará lo incomodo de la situación?- Pero viéndote así, ya no me sorprende tanto.
¡Mi cabello y mi ropa!
Abrí mis ojos con vergüenza pero me obligué a mi misma a no sonrojarme.
-Si, bueno, no esperaba visitas- le sonreí con incomodidad, como diciéndole "Vete". Vi como le daba un pequeño empujoncito a Holly.
-Lamentamos molestarte, pero le pedí toda la mañana a Liam que viniéramos- ¿Podía existir una niña más tierna?
-¿Para qué, cariño?- me agaché y arreglé su camisa mal puesta.
-Es que, ayer mis amigas me dijeron que me veía muy linda, y yo ya no quiero tener la ropa fea que me compra Liam, entonces quería que me llevaras a comprar ropa linda, por favor- hizo un lindo puchero que me recordó a Sea.
-Claro que sí, iremos a comprar la ropa más linda que haya. Faldas, vestidos, sweaters, botas, todo lo que tu quieras. Pero te digo un secreto- asintió con una tierna sonrisa- te ves hermosa hasta con la horrenda ropa que tu hermano te regala.
-Gracias, Charlie- besó mi mejilla y se sentó en el sofá meciendo sus pies.
-Iré a arreglarme.
Caminé por el pasillo sintiendo los pesados pasos de quien supuse era Liam, así que me volteé a verlo.
-Eso fue dulce, princesa. Gracias por decirle eso, viniendo de ti significa mucho- besó mi mejilla de una manera repentina e incómoda- Te digo un secreto- se acercó a mi oído y susurró: Te ves hermosa hasta con el pelo lleno de pintura.
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n/a: Han pasado 84 años...
Desde que no actualizaba, pero ahora tengo tres semanas de libertad, pura y hermosa libertad, así que actualizaré todo lo que mi imaginación me permita.
Denle a la estrella si ya se enamoraron de Liam. Denle a la estrella si creen que Damían es gay. Denle a la estrella si leyeron esto. Denle a la estrella si están respirando;) Y comenten todo lo que piensan, en serio lo aprecio <3
Lots of love
-HQ
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Manual para ser una fresa.
Roman pour AdolescentsEn el momento en que Charlotte Evans puso un pie dentro de la secundaria Grigori, fue etiquetada como la 'chica fresa', y eso en realidad nunca le importó, hasta que vio como era tratada una chica de primer año. Le recordó a su propio infierno. Y es...